Estreno
Jonás Trueba, entre «Los ilusos»
Firma una reflexión sobre la viabilidad del cine en tiempos de crisis
«Todas las canciones hablan de mí», su ópera prima, va a resultar ser un título mucho más premonitorio de lo esperado: Jonás Trueba trató en esa película la desorientación vital de una generación, la suya. En «Los ilusos» la reflexión, como si de una especie de «spin off» se tratara, es más concreta: la desorientación pasa del plano vital al laboral, en el que se detiene para hablar de su oficio, el de cineasta, y lo que ocurre cuando un director no dirige: «Sobre perder el tiempo y el tiempo perdido; sobre conversaciones, borracheras, comidas y rutinas; sobre los paseos al salir del cine; sobre estar enamorado; sobre estar solo y estar con amigos, construyendo futuros recuerdos para una película futura». Sobre todo esto va «Los ilusos». «Si había un mantra en este proyecto era el de vernos a nosotros mismos como personajes. No me interesa tanto la metaficción como que el cine en sí mismo es vida», asegura el director. Con estas palabras confirma su aproximación personal a las historias, su uso de la ficción como instrumento de reflexión sobre su propia vida.
Treintañeros desorientados
Rodada en blanco y negro en los alrededores de la Filmoteca de Madrid, «Los ilusos» comenzó sin guión ni planificación, «sobre la marcha, sin saber adónde íbamos». A la introspección se une en esta cinta una reivindicación del cine de autor: «Esta película habla de la vida de un cine desde la periferia, de un cine que existe en España y es casi imposible, aunque para mí sea el más inspirador», añade el realizador, hijo de otro de los grandes defensores del cine menos comercial, Fernando Trueba. Francesco Carril, Aura Garrido y Mikele Urroz encabezan el reparto de esta nueva aproximación a Jonás Trueba y, por extensión, a toda una generación de treintañeros desorientados.