Crisis política

El presidente de Corea del Sur sobrevive a su destitución gracias al boicot de sus diputados

La oposición no logra tampoco la mayoría suficiente para investigar a la primera dama en medio de fuertes protestas en la calle

Seoul (Korea, Republic Of), 07/12/2024.- University students gather in western Seoul, South Korea, 07 December 2024, demanding the resignation of President Yoon Suk Yeol, as the National Assembly is set to vote on an impeachment motion against him. (Protestas, Corea del Sur, Seúl) EFE/EPA/YONHAP SOUTH KOREA OUT
College students protest for President Yoon's resignationYONHAPAgencia EFE

El boicot de la práctica totalidad de legisladores del partido gobernante en Corea del Sur, el Partido del Poder Popular (PPP), ha dado un balón de oxígeno al cuestionado presidente Yoon Suk-yeol, que ha evitado este sábado que salga adelante una moción para ser destituido tras su polémica declaración de la ley marcial para hacer frente a un supuesto intento de revertir el orden constitucional auspiciado por Corea del Norte.

La iniciativa parlamentaria para apartar a Yoon del cargo comenzó a votarse pasadas las seis de la tarde hora local en medio de fuertes protestas en las calles contra el presidente, y a pesar de que poco antes este hubiera pedido perdón a la nación por las polémicas decisiones del pasado martes. La resolución final no se produjo hasta cerca de las diez de la noche hora coreana.

Pero pronto se comprobó que los diputados del partido en el gobierno habían decidido, en su mayoría, no participar en la votación. Con la presencia de menos de dos tercios de los legisladores de la Asamblea Nacional, la propuesta contra el presidente dificilmente podía salir aprobada al no ser posible el número de votos necesarios.

La moción para inhabilitar a Yoon fue votada finalmente por solo 195 parlamentarios de los 300 que conforman la cámara, un número insuficiente para que el resultado de la votación sea considerado válido

Para que la moción de destitución saliera adelante necesitaba el respaldo de dos tercios de la cámara, lo que significa que el bloque opositor (con una holgada mayoría de 192 escaños) necesitaba al menos ocho votos adicionales de entre los 108 con los que cuenta el gobernante Partido del Poder Popular.

Previamente, la Asamblea Nacional surcoreana tampoco había logrado la mayoría suficiente para establecer una investigación sobre la primera dama, Kim Keon-hee. La moción para investigar a Kim obtuvo 198 votos a favor y 102 en contra, por lo que no alcanza la mayoría de dos tercios necesaria, e indica que solo seis miembros del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) apoyaron con su voto la iniciativa.

Multitudinaria manifestación

La votación estuvo precedida por una manifestación multitudinaria contra el presidente, que arrancó frente a la Asamblea Nacional de Corea del Sur, en Seúl. La protesta, en la que participaron plataformas civiles y políticas, además de la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), el mayor grupo sindical del país, comenzó a las 15.00 hora local (6.00 GMT) frente a la sede del órgano legislativo, y en medio de un gran despliegue de seguridad.

Algunos de los grupos participantes, entre ellos la confederación sindical, se concentraron en otros puntos de la capital antes de la protesta general y se desplazaron hasta la Asamblea en lo que llamaron una 'Marcha de Vigilia Nacional'que podría prolongarse durante la tarde y la noche en función de los resultados de la votación de hoy.

En la protesta participan ciudadanos venidos de otros puntos del país en viajes organizados por asociaciones civiles o grupos sindicales, mientras que en el distrito de Yeouido, donde se ubica la Asamblea, había centenares de policías desplegados para evitar incidentes, informa Efe.

Un hombre de unos 50 años fue detenido al inicio de la concentración después de tratar de inmolarse en las inmediaciones de la Asamblea Nacional, y tuvo que ser hospitalizado sin que haya trascendido su estado, según informó la agencia local Yonhap.

Un país con muchos antecedentes de escándalos

La República de Corea es regularmente objeto de escándalos de Estado: la expresidenta Park Geun-hye, fue destituida y encarcelada en 2016 por abuso de poder tras un caso de tráfico de influencias. En 2019, le tocó el turno a un estrecho colaborador del presidente Moon Jae-in, acusado de fraude y corrupción. Irónicamente, el fiscal encargado de estos dos juicios era Yoon, cuya imagen de defensor de la libertad y la justicia contribuyó en gran medida a su elección.

Yoon ascendió a la presidencia en 2022, logrando una victoria ajustada que dejó al país en un estado de expectación. Desde entonces, ha elegido rodearse de una élite ultraconservadora de la vieja guardia, impulsando una agenda política que evoca ecos de la Guerra Fría y descalificando a la oposición como simpatizantes comunistas. Sin embargo, su autoridad se ha visto gravemente afectada por una serie de escándalos de corrupción que lo implican a él y a su esposa, así como por problemas económicos y frecuentes tropiezos. Tras la derrota de su partido en las elecciones parlamentarias, encontró dificultades para avanzar su agenda, viéndose obligado a recurrir a la autoridad ejecutiva para sortear los obstáculos.

A pesar de los esfuerzos de Yoon por proyectar una imagen de líder fuerte, lo que ha quedado al descubierto es su incapacidad para honrar el pacto implícito de confianza con su pueblo. Esta crisis deja un regusto amargo y transmite un poderoso mensaje de resistencia. La vibrante democracia asiática se encuentra lista para enfrentarse y derrotar a quienes intenten secuestrarla. Los que se manifiestan estos días reflejan que su lucha colectiva radica la verdadera fortaleza de la nación, un claro recordatorio de que el espíritu de un pueblo no se pliega fácilmente ante el autoritarismo.