Francia
Víctima de su propio discurso
► ¿Debería renunciar ya François Fillon a su candidatura a las presidenciales por el «caso Penelope»?
–No está descartado que le obliguen a renunciar. A Fillon este caso lo ha puesto entre la espada y la pared por sus propios principios (por ejemplo, ese «imagínense a De Gaulle siendo investigado» que lanzó contra Sarkozy); por la lógica de las primarias de mantenerse en posiciones ideológicas que le han venido bien hasta ahora, y, sobre todo, por la mancha sobre su integridad que supone este caso. Es demasiado pronto para adivinar quién saldrá favorecido del colapso de Fillon. Marine Le Pen tiene sus propios problemas en lo concerniente a fondos del Parlamento Europeo, así que se mantiene en silencio, mientras que los socialistas salen de unas primarias que van a crear un cisma entre la izquierda utópica y la del Gobierno. En este caso, puede que el principal beneficiado sea Macron. Es cierto que ha habido otras presidenciales con candidatos que se han enfrentado a este tipo de dificultades, pero también es verdad que, a diferencia de Fillon, ni Chirac ni Sarkozy habían echado mano de la percepción sobre su gran integridad para lanzar sus campañas. Puede que su salvación venga del hecho de que no hay otro candidato evidente. Si acaso, podría alzarse Bruno Le Maire, joven y ambicioso.
► ¿Cómo puede solventar la izquierda la crisis en la que se encuentra?
–Esta crisis del Partido Socialista refleja las tensiones entre la izquierda de Gobierno, que no tiene la capacidad de emocionar a sus seguidores, y la izquierda tradicional, más radical. Por el momento, la batalla es por el control del partido y su transformación después. Podría compararse con la diatriba PSOE-Podemos, salvando las distancias, por supuesto. El verdadero problema es que el Partido Socialista es una formación de elegidos, sin una gran capacidad de organización. Después de la sangría de votos de las municipales, etc., la izquierda corre el riesgo de ser diezmada en las legislativas de junio. Habrá que ver cómo evoluciona la cosa: a lo mejor una campaña dinámica de Hamon limita el daño.
*Profesor de Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Políticos de Lyon