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Francia

Valls descarta que pueda surgir un «Podemos» en Francia

El primer ministro francés reconoce que su partido está anclado en el pasado. Su popularidad y la de Hollande caen a un mínimo histórico

El «premier» francés, Manuel Valls, a la salida de una reunión en el Elíseo larazon

El primer ministro francés reconoce que su partido está anclado en el pasado. Su popularidad y la de Hollande caen a un mínimo histórico

El primer ministro francés, Manuel Valls, descarta que en su país pueda surgir un movimiento político al estilo de Podemos porque «la crisis económica y social no es en absoluto del mismo nivel» en Francia que la vivida en España en el nacimiento de ese partido. «No creo que emerja un movimiento así en Francia», dijo Valls en una entrevista con varios medios, entre ellos la agencia EFE, para abordar la complicada situación política en Francia y los desafíos que plantea la celebración de la próxima Eurocopa de fútbol. El «premier» aseguró que sigue con interés el movimiento «La Nuit Debout» (La noche en pie), que se ha presentado como una réplica de los «indignados» españoles del 15-M, pero que no ha llegado a cobrar la misma fuerza. «Lo que conoció España esos años, todo el debate en torno a la corrupción, no tiene nada que ver con lo que pasa en Francia, donde el modelo social está más bien preservado. Pese a algunos casos, la clase política gala se comporta bien», señaló Valls.

Sin embargo, Valls llamó la atención sobre la «crisis identitaria y cultural» que vive su país, y que ha propiciado la actual pujanza de la ultraderecha del Frente Nacional de Le Pen. «Las clases populares, los obreros e incluso los jóvenes en dificultades votan en Francia a la extrema derecha, no a la extrema izquierda». «En España vemos bien que la ultraderecha no encuentre un espacio, añade.

Valls, que no tiene previsto viajar a España para apoyar a su «amigo» Pedro Sánchez –con quien habla regularmente–, alertó sobre los brotes de violencia que se han registrado al margen de «La Nuit Debout», que podrían llevar «a un puñado de individuos» a recrudecer sus ataques. «Hemos conocido esos fenómenos tras el Mayo del 68 en Italia, en Francia o en Alemania, y sabemos qué pueden traer», avisó. Pese a ello, consideró que «se ha hablado mucho menos» de los recientes enfrentamientos vividos entre la Policía y los «okupas» en Barcelona que de los incidentes con las Fuerzas de Seguridad en las protestas contra la reforma laboral francesa: «Comparando, la violencia aquí ha sido mucho menor». «Y con una Policía en Barcelona que ha sido menos apoyada por sus autoridades de lo que lo ha sido aquí», agregó, antes de reconocer con una sonrisa que siempre le gusta hablar de su ciudad natal «aunque sean unos segundos a título personal».

El Partido Socialista sigue en caída libre, algo que preocupa de cara a las elecciones de 2017. El presidente François Hollande y Valls han logrado un nuevo récord de impopularidad. Según un sondeo difundido por «Le Figaro», Hollande es respaldado tan sólo por el 11% de la población, cinco puntos menos que en mayo, y se trataría de su nivel más bajo desde 2012. En plena contestación contra la reforma laboral, la popularidad de Valls cae ocho puntos y se sitúa en el 14%. En este sentido, el «premier» percibe que «dentro de su propio partido, en las filas de las formaciones escoradas a su izquierda y, sobre todo, en los sindicatos más beligerantes como la CGT o Fuerza Obrera no se ha interiorizado el estado real del país». «No hemos asumido suficientemente las reformas. Me enfrento al problema de que a lo largo de los años 2000 el PS no preparó suficientemente su acceso al poder, y se quedó en una visión anclada en el pasado».

Objetivo: desactivar los paros

Francia afronta un fin de semana crítico debido a las numerosas huelgas convocadas por los sindicatos. El último el de pilotos, que ha lanzado una convocatoria de huelga desde el 11 al 14 de junio, días que precisamente coinciden con el inicio de la Eurocopa que este año acoge el país galo. A los pilotos se les suman, además, algunas centrales del sector de transportes, como el ferroviario, cuyo periodo de huelga comenzó el pasado martes. El Gobierno francés, sin embargo, está intentando desactivar dichos paros y ha tenido éxito en algunas áreas, como en el tema del aprovisionamiento de gasolina, así como su negociación con los sindicatos de controladores aéreos, cuya huelga había sido convocada para hoy y hubiera durado tres días consecutivos.