Guerra en Siria
Trump vuelve a apuntar a Asad
La Casa Blanca advierte a Siria de que pagará un «alto precio» si, como sospecha, prepara otro ataque con armas químicas. EE UU ya respondió militarmente a una matanza en abril.
La Casa Blanca advierte a Siria de que pagará un «alto precio» si, como sospecha, prepara otro ataque con armas químicas. EE UU ya respondió militarmente a una matanza en abril.
Donald Trump lanzó ayer una dura advertencia al presidente sirio, Bashar Al Asad, para que no utilice armas químicas. En un comunicado de su jefe de Pensa, Sean Spicer, donde no quedaron muy claras las motivaciones del inquilino de la Casa Blanca, se recuerda que, «como ya hemos asegurado previamente, Estados Unidos está en Siria para eliminar al Estado Islámico. Sin embargo, si Asad lleva a cabo otro ataque asesino en masa con armas químicas, él y su Ejército pagarán un alto precio». Un lenguaje muy alejado del utilizado por previas administraciones estadounidenses en sus comunicados.
El Pentágono, mientras, intentó matizar y poner en contexto las palabras de la Casa Blanca. El capitán Jeff Davis, portavoz del Departamento de Defensa, indicó que se había detectado cierto movimiento en el campo de aviación Al Shayrat, parecido al visto cuando en abril el régimen de Damasco lanzó bombas químicas en el norte de Sira. Dos días después, Trump dio orden de atacar misiles crucero esa base aérea, desde donde, según justificó, había procedido el ataque.
Da la impresión de que la Casa Blanca y el Pentágono se han intercambiado los papeles y son ahora los militares los que tienen que contener a los consejeros del presidente. Aun así, el comunicado del jefe de Prensa de Trump cogió al departamento de Defensa por sorpresa. Incluso un oficial del Comando Central que supervisa las operaciones de combate en Oriente Medio reconoció ayer que «no tengo ni idea de lo que quiere decir el comunicado de la Casa Blanca». Sin embargo, el Gobierno aseguró que diferentes agencias, entre las que destacan el Pentágono, el Departamento de Estado, la CIA y la oficina del director nacional de Inteligencia, habían participado en la elaboración del texto del comunicado, con clara intención de disipar las dudas respecto a una posible falta de coordinación. Algo de lo que se ha acusado en repetidas ocasiones al presidente. Más tarde se confirmó que el jefe del Pentágono, Jim Mattis, sí tenía conocimiento del movimiento en el campo de aviación registrado en los últimos días.
Desde Damasco, el ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haidar, aseguró, a la agencia de noticias Associated Press que el Gobierno sirio no poseía armas químicas y tampoco tenía previsto hacer uso de ningún tipo. A sus palabras siguió un comentario similiar del portavoz del Kremlin, aliado militar del régimen de Damasco.
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