Estados Unidos
Sin precedentes: imputan a Trump de siete delitos entre ellos de traición por llevarse documentos "top secret" de la Casa Blanca
La defensa del expresidente y favorito en la carrera republicana por la nominación hace aguas con la renuncia de dos de sus abogados. El magnate podría abandonar sus ambiciones políticas el martes
Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser imputado. Este próximo martes comparecerá ante la justicia en Florida, donde ha sido llamado en medio de la investigación por la retención de documentos clasificados. En total siete cargos formales han sido adjudicados al hoy líder de la carrera por la nominación republicana a la presidencia en 2024. Todo un caso impensable hace unos años.
Según ha dicho su abogado, Jim Trusty, entre los delitos destacan cargos por obstrucción de la justicia, destrucción o filtración de registros, conspiración y declaraciones falsas, y uno de especial gravedad relacionado con la Ley de Espionaje.
Concretamente el Fiscal Especial, Jack Smith, y su equipo de investigadores tratan de establecer si, de mala fe, el expresidente retuvo esos documentos y luego mintió a la justicia al respecto cuando fueron hallados en su casa en Mar-a-Lago. Para esto se ha llevado el caso directamente a Florida, donde fue convocado un segundo gran jurado, luego del ya establecido en Washington por el mismo caso.
La defensa de Trump (que quedó debilitada tras la renuncia de dos de sus abogados a última hora de ayer) mantiene la tesis de la inocencia y aseguran que todo se trata de un montaje que busca lacerar las aspiraciones presidenciales del magnate. Pero este no es ni de lejos la única ni menos grave de las investigaciones que lo seguirán exponiendo ante la justicia mientras se allana el camino a las presidenciales.
Los casos pendientes
Tal vez, de la docena de casos que tiene pendiente, el políticamente más dañino contra los votantes indecisos en Estados Unidos es el del rol que Trump jugó durante el asalto al Capitolio en 2021. El fiscal Smith también lleva este caso, y en busca de pruebas que sirvan a la causa intenta conseguir el testimonio de varios colaboradores de Trump en la Casa Blanca en ese entonces, incluido el exvicepresidente Mike Pence (hoy precandidato), la hija del exmandatario, Ivanka Trump y su yerno Jared Kushner.
En otra investigación relacionada a una Oficina del Departamento de Justicia se incluye también la pesquisa por las elecciones en estados que Trump afirmó falsamente que había ganado, como Georgia y Arizona. La defensa del expresidente ha estado luchando para evitar que esos exasesores testifiquen sobre ciertas conversaciones, citando privilegios ejecutivos y de abogado-cliente para mantener la información confidencial o retrasar a los investigadores criminales.
Pero no la tiene fácil, también la fiscal de distrito del condado de Fulton, Georgia, Fani Willis, supervisó a un gran jurado especial que investigó lo que Trump o sus aliados pudieron haber hecho en sus esfuerzos por anular la victoria de Biden en Georgia. Willis, un demócrata, está considerando presentar cargos de
conspiración y crimen organizado. Esta investigación se inició en 2021 tras la llamada de Trump en enero con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que presionó al republicano a “encontrar” votos para anular los resultados de las elecciones.
Las batallas perdidas
Su primera derrota legal como expresidente ocurrió a finales de 2022, cuando las empresas que hacen parte de la Organización Trump fueron condenadas por un tribunal del estado de Nueva York, que encontró la existencia de un esquema criminal que operó durante 15 años para defraudar a las autoridades fiscales.
Otras dos derrotas legales -y que esta vez lo golpearon directamente- son las que tienen que ver con la escritora Elizabeth Jean Carroll y con la ex estrella porno, Stormy Daniels.
En la primera, Trump fue hallado culpable por abuso sexual y difamación. Carroll denunció ante un Tribunal que «Donald Trump me violó, y cuando lo conté, él declaró que no era verdad. Mintió y destrozó mi reputación. Ahora estoy aquí para recuperar mi vida». Un jurado en Nueva York le dio la razón a la también periodista y el expresidente tuvo que pagarle cinco millones de dólares por daños y perjuicios.
Y tal vez el más mediático y largo de todos, fue la historia con la ex actriz de películas para adultos, Stormy Daniels. En este, Trump fue acusado de haber formado parte de una conspiración ilegal para socavar la integridad de las elecciones de 2016. Lo señalaron de participar en un plan para suprimir información negativa, incluido el pago por US$ 130.000 para ocultar detalles de una supuesta relación con la exestrella porno.
Pero sin importar las tormentas judiciales que le llueven, parece que nada importa a sus seguidores. En la media de encuestas de Real Clear Politics, Trump todavía va más de veinte puntos por delante de su rival más cercano -el gobernador de Florida, Ron DeSantis- en los sondeos de opinión para ser el nominado de su partido. Nuevos nombres que se sumaron esta semana como el del exvicepresidente Mike Pence o el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, no han podido cambiar ese panorama tampoco.
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