Violencia callejera
Suecia encubrió agresiones similares a las de Colonia
Países Bajos advierte del riesgo de violación a menores en una iglesia eritrea de Rotterdam
Las agresiones en masa de Colonia en mitad de las celebraciones de Nochevieja han provocado que salgan a la luz sucesos de naturaleza similar acontecidos en otras ciudades europeas. Después de que las autoridades suizas y finlandesas informaran de agresiones parecidas la semana pasada, Suecia y Países Bajos han hecho lo propio en los últimos días.
Ayer, las autoridades policiales suecas reconocieron haber encubierto varios ataques sexuales de extranjeros contra adolescentes el pasado agosto en Estocolomo durante el We Are Sthlm, considerado el festival juvenil más grande de Europa. Los abusos sexuales saltaron a la Prensa el pasado fin de semana, cuando el principal diario sueco, «Dagens Nyheter», publicó el contenido de un informe policial sobre los incidentes de verano. El rotativo asegura que los ataques fueron perpetrados por una banda de jóvenes procedentes de Afganistán.
El comisario de la Policía Nacional de Suecia, Dan Eliasson, anunció ayer, tras saltar la polémica a la luz, que están investigando lo ocurrido y el porqué de esta falta de información, según el portal «The Local». Según los medios suecos, la Policía estaba al tanto de que había jóvenes que agredían sexualmente a chicas adolescente durante las ediciones del festival de 2014 y 2015, pero informó de que no se habían registrado incidentes y de que todo estaba en calma.
Sin embargo, un informe policial del pasado verano en el que se alerta de «un problema de jóvenes que se restriegan contra chicas jóvenes» durante el festival al que tuvo acceso el diario «Dagens Nyheter» destapó la polémica. Los agresores serían extranjeros, refugiados que llegaron a Suecia sin sus padres. A pesar de conocer esta información, la Policía no informó a la población. Una de las víctimas de los tocamientos calificó la experiencia de «terrible» en declaraciones al diario. «En cuanto te metías entre la gente, empezaban a meterte mano», relató otra joven, de 15 años de edad.
Por su parte, en Países Bajos, la agencia para la recepción de solicitantes de asilo advirtió ayer del riesgo de que niñas menores sin acompañante visitaran una iglesia eritrea ortodoxa en la localidad de Rotterdam. De acuerdo con el diario «Reformatorisch Dagblad», al menos 22 menores habrían quedado embarazadas tras verse forzadas a mantener relaciones sexuales en las inmediaciones del templo, cifra que no ha sido confirmada aún por las autoridades. Este tipo de informaciones han recrudecido el debate sobre la crisis migratoria que asola Europa desde el pasado verano. Reuters
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