Alemania

La inmigración domina la campaña electoral en Alemania tras el atentado de Solingen

La ultraderecha busca beneficiarse en las elecciones del domingo en Turingia y Sajonia del ataque cometido por un refugiado sirio

El atentado terrorista del viernes en Solingen podría decidir el resultado de las elecciones que tendrán lugar este domingo en los Estados orientales de Sajonia y Turingia. Mientras la Policía aseguraba haber encontrado ADN del joven sirio que se entregó y declaró haber sido el autor del asesinato de tres personas y de haber herido a cinco más, el debate sobre la migración y sus retos se ha avivado en las últimas horas. Y es que el atentado parece dibujado por las fantasías exactas de los escenarios que pinta la extrema derecha en su discurso ultra: un refugiado de Siria que debía haber sido deportado ataca a personas en nombre supuestamente del Estado Islámico en una fiesta por la tolerancia y la diversidad,

Alternativa por Alemania (AfD) es la favorita en las encuestas este domingo y su victoria supone un punto de inflexión en la política alemana desde el fin de la II Guerra Mundial. El partido había caído en las encuestas tras la publicación de una investigación en la que se mostraba a varios miembros de la formación en un acto en el que se planificó la deportación de millones de extranjeros y de alemanes con origen migratorio. A raíz de la publicación, se llevaron a cabo manifestaciones masivas contra la formación de extrema derecha. Además, durante las elecciones europeas, el candidato del AfD se vio envuelto en varios escándalos de financiación y de conexiones con los servicios secretos rusos y chinos. Diez días antes de las elecciones europeas, sin embargo, tuvo lugar un ataque de un islamista con un cuchillo a un policía en Manheim, en una plaza pública, que revivió las ideas antiinmigrantes.

El atentado de Solingen puede dejar de lado esas críticas y avivar el sentimiento xenófobo muy presente en los Estados del este. La AfD ha centrado su discurso en la idea de que existe una conspiración para aumentar la inmigración de forma deliberada y así eliminar la identidad cultural de los alemanes, por lo que hablan del «reemplazo de población».

Björn Höcke, el jefe del partido y candidato en Turingia, habla incluso del «genocidio por sustitución de la población». Hocke utilizó, de hecho, el atentado poco después de producirse en la red social de X para llamar a votar a su partido e iniciar así «el cambio» que acabe con «el error del multiculturalismo» que llevaría a ese tipo de acciones terroristas. Las violaciones colectivas, los burkas y los ataques con cuchillo los temas más recurrentes de la AfD cuando habla de la inmigración.

La coalición de Gobierno está más que desarmada en el este del país. Los partidos que la componen (socialdemócratas, verdes y liberales) son allí la cuarta, quinta y sexta fuerza, respectivamente. Aun así, también ellos y la oposición han activado el discurso en torno a la inmigración. La oposición cristianodemócrata ha acordado una reunión con el Gobierno alemán para debatir sobre varias propuestas que el presidente federal de CDU, Friedrich Merz, exponía el domingo en una carta abierta dirigida al canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz: limitar el número de refugiados que son admitidos en el país procedentes de Siria y Afganistán, así como aumentar las deportaciones a esos dos países. El portavoz del Gobierno le respondió a dicha idea que es probable que una medida así sea tumbada por el Constitucional y no sería compatible con la legislación europea de asilo. Sin embargo, el propio Scholz habló el domingo de reducir la inmigración de ambos países, algo casi imposible, ya que el derecho al asilo es siempre individual e independiente del país de origen.

Merz propone establecer controles permanentes en las fronteras alemanas, una prolongación de una medida que se viene aplicando desde hace meses y muy discutida en cuanto a su efectividad, así como a su implementación, ya que se trata de controles esporádicos y no fijos y totales, algo que sería incompatible con los tratados europeos. También propuso retirar la residencia a los refugiados que viajen a su país de vacaciones. Desde el Gobierno se debate a su vez la prohibición de llevar cuchillos en lugares públicos, pero el Partido Liberal, que ostenta la cartera de Justicia, está en contra de la medida porque la considera un «acto simbólico».

En 2023, solicitaron asilo unas 219.000 personas en Alemania, 104.500 de las cuales procedían de Siria y 53.500 de Afganistán. El mayor número de refugiados lo componen los ucranianos, con casi 1,2 millones desde que comenzó la guerra en 2022.