Estrategia militar
Rusia lleva la guerra al punto que Putin siempre soñó
Moscú envía más soldados y aumenta el gasto militar para doblegar a las tropas ucranianas en medio de un estancamiento que Kiev niega
Rusia sigue jugando sus cartas en la guerra de Ucrania. Vladimir Putin no tiene prisa. La economía del país no se ha hundido, su industria de guerra crece y el número de reservistas rusos parece no tener fin. En el lado contrario, existe cada vez una mayor fatiga bélica entre los aliados occidentales. Moscú atisba divisiones dentro de la cúpula militar, que recientemente ha criticado la estrategia del presidente Volodimir Zelenski. Occidente ha enviado todo lo que Kiev le ha pedido, a falta de la transferencia de aviones de combate F-16 , previstos para principios de 2024, pero no parece ser suficiente en la contraofensiva ucraniana, que según analistas occidentales se ha estancado, algo que niega rotundamente el ministro de Exteriores ucraniano.
Lo cierto es que hasta la fecha, la tan esperada contraofensiva de verano de Ucrania no ha generado ninguna ganancia territorial sustancial, y Rusia tampoco ha logrado ningún progreso, pero huele el cansancio del enemigo y la falta de recursos. "Rusia quedó atrapada en una guerra de desgaste, que tiene su propia lógica... es una guerra en piloto automático", explica a Al Jazeera Konstantinos Grivas, profesor de Geopolítica en la Academia del Ejército Helénica. Ambas partes no han logrado encontrar una ventaja tecnológica o táctica que produzca un gran avance porque la defensa es dominante", añadió el experto.
En medio de esta situación, el Kremlin ha decidido doblar su apuesta y enviar miles de soldados adicionales al frente con el objetivo de arañar nuevos territorios, defender los que ya tiene y lograr una posición dominante de cara a una futura negociación con el enemigo y, sobre todo, mejorar la imagen rusa en la guerra antes de las elecciones presidenciales previstas para el próximo mes de marzo, donde el líder ruso se presenta como garantía de seguridad.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo este viernes que el ejército ruso está avanzando en todas las direcciones en Ucrania. y que "durante medio año de la llamada contraofensiva el enemigo perdió más de 125.000 efectivos y 16.000 máquinas de combate". También hoy el presidente Zelenski, en una entrevista con AP, ha asegurado que la guerra con Rusia se encuentra en una nueva etapa, con un invierno que complicará la lucha después de una contraofensiva de verano que no produjo los resultados deseados debido a la escasez de armas y fuerzas terrestres.
Desde la OTAN se ha advertido de la importancia de seguir enviando ayuda militar. El secretario general, Jens Stoltenberg, ha dicho que se no deben subestimar las capacidades de Moscú para continuar luchando, a pesar de las pérdidas masivas de soldados. Según varias fuentes, unos 300.000 soldados rusos han muerto o han resultado heridos en la guerra. "La economía rusa está en pie de guerra, Putin tiene una alta tolerancia a las bajas y los objetivos rusos en Ucrania no han cambiado", dijo Stoltenberg esta semana.
Moscú huela sangre en el enemigo. Dmytro Kubela, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, dijo esta semana que Ucrania había recibido sólo un tercio del millón de proyectiles de artillería que le había prometido la Unión Europea. Mientras tanto, Putin ha aprobado un aumento récord del gasto en las fuerzas armadas. "Todos sabemos que necesitamos hacer más para ayudar a Ucrania: más misiles, más municiones, más sistemas de defensa aérea y más rápido", afirmó esta semana Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
La voluntad y el heroísmo de las tropas ucranianas no serán suficientes para avanzar, avisan los analistas de Deep State, un sitio web ucraniano que sigue los desarrollos militares de la guerra. Hablan en concreto de los avances ucranianos sobre Krynky, una aldea en la orilla izquierda ocupada del río Dnipro, frente a la ciudad de Jerson. "Las fuerzas enemigas son notablemente superiores", se asegura en Deep State. “Todo se basa únicamente en el heroísmo. Pero la operación no debería ser sólo por heroísmo. Si la zona de control no se amplía en el futuro, entonces una defensa heroica se convertirá en una tragedia”.
Actualmente, el centro de la la guerra se localiza en la ofensiva rusa en la localidad de Avdiivka, una ciudad de importancia estratégica en la región de Donetsk. Su captura podría permitir a Rusia amenazar Pokrovsk, un importante enclave de comunicaciones a tan solo 30 kilómetros. Mykhailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, dijo que Rusia estaba enviando tropas a la batalla por Avdiivka sin tener en cuenta las bajas. "Rusia todavía tiene recursos humanos ilimitados que utiliza sin piedad para llevar a cabo los llamados ataques de oleadas humanas", escribió en las redes sociales.
Fruto del aumento del gasto militar son los nuevos equipos de drones FPV rusos con pilotaje de visión remota, que están causando importantes daños al enemigo. Se trata de drones “kamikaze” más pequeños que atacan todo tipo de equipos ucranianos y soldados y que detonan al impactar.
Ucrania gana la guerra en el mar
Si en la guerra terrestre y aérea Ucrania no consigue avanzar, sí parece hacerlo en el mar. Desde el inicio de la invasión de 2022, Kiev afirma que sus fuerzas han dañado o destruido 27 buques de guerra y embarcaciones pertenecientes a la flota rusa del Mar Negro, incluido el buque insignia de la flota, el crucero Moskva de 11.000 toneladas, así como uno de los submarinos rusos de clase Kilo que lleva misiles de crucero.
Rusia se ha visto obligada a desplazar buena parte de su flota de la base de Sebastopol porque considera que ya no es segura, sobre todo después de varios ataques ucranianos calificados como exitosos por parte de Kiev.