Guerra en Ucrania

Rusia amenaza con cambiar su doctrina nuclear tras la incursión ucraniana en Kursk

El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, asegura que los trabajos para modificar las normas actuales están en «fase avanzada»

Kyzyl (Russian Federation), 01/09/2024.- Russian President Vladimir Putin (R) listens to Head of the Republic of Tuva, Vladislav Khovalyg, before their meeting in Kyzyl, Republic of Tuva, Russia, 02 September 2024. (Rusia) EFE/EPA/KRISTINA KORMILITSYNA / SPUTNIK / KREMLIN POOL MANDATORY CREDIT
El presidente ruso Vladimir Putin visita Tuva, en el sur de Siberia CentralKRISTINA KORMILITSYNA / SPUTNIKAgencia EFE

Rusia amaga una vez más con cambiar sus normas para el uso de armas nucleares, en respuesta a la intervención en defensa de Kyiv de los países occidentales en el marco de la guerra en Ucrania. El Kremlin ha amenazado en no pocas ocasiones con lanzar bombas nucleares tácticas ante la reacción militar de las tropas ucranianas a sus intentos de invadir el país. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y otros líderes occidentales han desestimado los mensajes, procedentes del entorno más próximo a Vladimir Putin. Sin embargo, las recientes declaraciones del viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, han vuelto a poner encima de la mesa esa posibilidad.

Riabkov aseguró este lunes que los trabajos para modificar la doctrina nuclear del Kremlin se encuentran en una «fase avanzada». «Hay una clara intención de hacer correcciones», avanzó el diplomático ruso en declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal TASS. La decisión, según explicó, está estrechamente vinculada a la política occidental de «escalar» el conflicto en Ucrania.

Sus palabras llegaron después de que otras figuras del ala dura del régimen, como el analista Dmitri Trenin, miembro del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, instaran a Putin a reducir el umbral para el uso de misiles nucleares para «poner contra las cuerdas» a la OTAN. Trenin, entre otros, aboga por modificar la doctrina para facilitar que Moscú utilice primero el armamento nuclear a su disposición cuando estén en juego intereses nacionales «esenciales», como sucedería por supuesto en la guerra de Ucrania.

Según las normas actuales, Rusia puede utilizar su vasto arsenal nuclear ante una amenaza existencial o, en su defecto, si detecta el lanzamiento de misiles nucleares enemigos. En este sentido, y para abonar esta tesis, Riabkov considera «evidente» la implicación de Estados Unidos en la incursión ucraniana en la región fronteriza de Kursk de principios de agosto. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores acusó a los funcionarios estadounidenses de haber perdido «todo el sentido común». «Creen que todo les está permitido», enfatizó en declaraciones a TASS.

La Casa Blanca dejó claro desde el primer momento que no había sido informado con antelación de la ofensiva ucraniana y que no había participado en la planificación de la operación, sin embargo. Un extremo que el Kremlin no termina de creer. La cúpula militar de Ucrania decidió no compartir sus planes con sus aliados con el objetivo principal de evitar filtraciones. Aunque su Ejército reconoció haber utilizado misiles HIMARS, suministrados por Estados Unidos. En Kursk, las tropas ucranianas también desplegaron tanques Challenger 2 británicos y vehículos de combate Bradley estadounidenses.

La invasión ucraniana, una auténtica humillación para Putin, es la primera de un ejército regular extranjero que consigue apoderarse de extensiones de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial. Ucrania también ha llevado a cabo ataques masivos con drones contra objetivos dentro de Rusia en las últimas semanas, incluso en las afueras de Moscú y tan lejos como Murmansk, al norte del Círculo Polar Ártico.

No es la primera vez que Moscú dice que va a modificar su doctrina nuclear, pero los comentarios de Riabkov son el indicio más claro de que se están produciendo conversaciones al más alto nivel. El viceministro de Exteriores no dijo cuáles serían los cambios ni cuándo se introducirían. «El momento de completar este trabajo es una cuestión bastante difícil, dado que estamos hablando de los aspectos más importantes para garantizar nuestra seguridad nacional», apuntó. China, que ha prestado un apoyo económico y diplomático vital a Rusia, ha advertido al Kremlin de que no utilice misiles nucleares durante el conflicto.

Zelenski declaró la semana pasada que la incursión de Ucrania en la región de Kursk demostraba que las advertencias de Rusia sobre las líneas rojas que podrían desencadenar una respuesta nuclear carecían de sentido. Ucrania ha instado repetidamente a sus aliados occidentales a levantar las restricciones sobre el uso de misiles de largo alcance para poder destruir infraestructuras militares en el interior de Rusia.

El Ejército ruso lanzó una andanada sobre ciudades ucranianas durante el fin de semana, matando al menos a ocho personas en Járkov, entre ellas un niño en un parque infantil. Sin embargo, Washington mantiene la cautela. «Por supuesto, nos preocupa la escalada», confesó el mes pasado la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh. «Que Rusia no haya respondido a algo no significa que no pueda o no lo haga en el futuro».