Análisis
"Raisi era el gran favorito para convertirse en el próximo líder supremo de Irán"
Pierre Pahlavi, profesor de Estudios de Defensa en el Royal Military College de Canadá, analiza quién considera que asumirá la presidencia de Irán
- Irán celebrará elecciones con el temor de que una abstención histórica refleje el malestar popular. ¿Hay posibilidades de que estallen más protestas masivas?
- La desaparición de Ebrahim Raisi y su ministro de Exteriores plantea interrogantes sobre el futuro de Irán y Oriente Medio. Sin embargo, es muy poco probable que los iraníes, en gran parte desmovilizados, aprovechen esta oportunidad para protestar contra el régimen, ya que la Guardia Revolucionaria (CGRI) y sus afiliados todavía inspiran miedo. A pesar de las alegres manifestaciones de los iraníes, la población local no tiene ni el apetito ni la oportunidad de aprovechar esta oportunidad para expresar un descontento. La rapidez con la que las autoridades organizan las elecciones demuestra que el CGRI y los Basijis ya han asegurado su posición para cortar cualquier inclinación «revolucionaria».
- ¿Es cierto que Raisi había sido preparado para ascender al puesto de líder supremo?
- En las presidenciales de 2021, la mayoría de analistas coincidieron en que, de los siete candidatos autorizados a competir, seis eran en última instancia meros testaferros cuyo único propósito era servir de contraste para legitimar la elección del único y verdadero contendiente: Ebrahim Raisi, director de la fundación Astan-e Qods-e Razavi, jefe del Poder Judicial y vicepresidente de la Asamblea de Expertos. El proceso fue tan flagrante que la prensa iraní ya no dudó en calificarlo de «candidato sin rival».Favorecido por el líder supremo, Ali Jamenei, este ultraconservador fue un firme partidario de implementar la «sharía» y el principio teocrático de Velayet-e Faghih heredado del ayatolá Jomeini, a expensas de la promoción de las libertades públicas y los derechos individuales. Ebrahim Raisi era un colaborador cercano de Ali Jamenei, habiendo sido su alumno en el seminario. Muchos observadores especularon que Raisi era el gran favorito para convertirse en el próximo líder supremo.
- ¿Quién crees que asumirá la presidencia de Irán? ¿Tiene el hijo de Jamenei posibilidades reales de ocupar este puesto?
- La desaparición de Raisi alimenta las luchas de poder por la sucesión del anciano y enfermo líder supremo. Dada la brevedad de la campaña electoral, sólo los candidatos bien conocidos por los iraníes tienen posibilidades de ser elegidos. Dado que el clero ha perdido a su candidato natural (Ebrahim Raisi), tendrá dificultades para encontrar una figura que sea a la vez muy conservadora (como Motjaba, el propio hijo de Jamenei) y suficientemente popular. Los Guardias Revolucionarios podrían pensar que ha llegado el momento de que Mohammad-Baqr Qalibaf (presidente del Parlamento), especialmente, acompañe el posible cruce del umbral nuclear, pero ha perdido credibilidad tras los ataques que azotaron a Irán. Qalibaf o Mohsen Rezaei (ex comandante del IRGC) pueden parecer demasiado rebeldes. En consecuencia, estos últimos podrían verse tentados a inclinarse hacia un tecnócrata dócil y de bajo perfil. Así, en última instancia podría ser un tecnócrata civil el que aproveche este contexto para salir elegido, como el conservador moderado Ali Larijani, el ex presidente del Parlamento, Saeed Jalili (Consejo Supremo de Seguridad Nacional), o el presidente interino Mohammad Mokhber.