Cumbre
Qué es la Conferencia de Seguridad Múnich y qué países han sido vetados
Por primera vez en veinte años, ningún representante ruso ha sido convocado a este foro
La Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), que reúne a políticos y expertos de 96 países, se inaugura este viernes en esta ciudad del sur de Alemania con Ucrania como eje central de las intervenciones y debates de altos cargos gubernamentales y jefes de Estado o de Gobierno. Por primera vez en 20 años, Rusia no ha sido invitada a este foro, donde se discuten soluciones diplomáticas a las crisis internacionales.
La Conferencia de Munich se celebra desde el año 1963. Entonces se llamaba Reunión Internacional de Ciencias de la Defensa y nació en el contexto de la Guerra Fría. Desde el principio ha servido para el intercambio de puntos de vista entre los países de la Alianza Atlántica, si bien a primeros de la década de 1990 comenzó a ser más un foro de diálogo con miembros ajenos a la OTAN. De hecho, el presidente ruso Vladimir Putin participó en el año 2007, y su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, fue uno de los invitados habituales durante mucho tiempo.
A diferencia de ediciones anteriores, el régimen iraní y los políticos de la partido alemán ultra AfD tampoco han sido invitados. Los participantes incluyen 40 jefes de estado y de gobierno y casi 100 ministros.
Aunque aún no se ha confirmado oficialmente, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, probablemente abrirá la conferencia con un discurso en video. También participará la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que lidera la delegación estadounidense, la más numerosa en la historia de esta cumbre. Además de la vicepresidenta, viajan a Múnich el secretario de Estado, Antony Blinken, y unos 60 senadores y miembros de la Cámara de Representantes.
Mientras que del lado europeo se espera, entre otros, al presidente francés Emmanuel Macron, al canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro británico Rishi Sunak y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Scholz quiere hablar con Macron y el presidente serbio Aleksandar Vucic sobre el conflicto entre Serbia y Kosovo. A esto le seguirá una cena con Macron y el presidente polaco Andrzej Duda. Estas reuniones germano-franco-polaca existen desde hace más de 30 años y debido a su formato de conversación se conocen como el "Triángulo de Weimar".
También está anunciada la presencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mientras que del lado ucraniano estará su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba. En Múnich también se espera a la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, y al de Suecia, Ulf Kristersson.
Las exclusiones de esta conferencia son un síntoma claro de los nuevos vientos que soplan en Múnich como resultado de la guerra. Tradicionalmente la MSC había procurado ofrecer, al margen de los actos públicos, una plataforma para que hubiera encuentros informales donde se pudieran sondear posibles salidas diplomáticas a determinadas crisis, informa Efe.
Paralelamente al tema de Ucrania están previstos debates sobre otros aspectos, como los dedicados al llamado "sur global". Al margen la conferencia, que es un foro informal y privado, suelen darse muchos encuentros bilaterales y multilaterales aprovechando el alto número de altos cargos que coinciden en Múnich. De hecho, este viernes, el canciller Scholz quiere hablar con ministro chino Wang Yi, principal asesor de política exterior del presidente Xi Jinping, y con la vicepresidenta estadounidense Harris al margen de la conferencia. Se espera que sea abordada la crisis desatada por el globo espía chino derribado sobre Estados Unidos.
El sábado habrá un encuentro de ministros de Exteriores del G7, convocado por Japón, y otro en el que participarán Macron, Scholz, Sunak y Harris dedicado a Ucrania.
Por otra parte la MSC tendrá este año manifestaciones en contra, organizadas por grupos pequeños-de izquierda y de derecha- que se oponen al apoyo militar a Ucrania. Algunos de ellos responsabilizan a EEUU y a la OTAN de la guerra por la expansión de la alianza hacia el este.
La MSC premiará a Suecia y Finlandia por su "histórica" decisión de solicitar su ingreso en la OTAN y a modo de "impulso" a su proceso de integración, frente a las objeciones de Turquía. El Premio Kleist distinguirá a ambos países nórdicos, que a raíz de la agresión a Ucrania rompieron con décadas de neutralidad militar para solicitar el ingreso en la alianza atlántica.
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