Que no te la cuelen: estos son los bulos que circulan sobre el golpe de Estado en Níger

En una época donde la información está disponible a un roce de pantalla, comprender su funcionamiento en los acontecimientos que nos afectan resulta fundamental para evitar aludes de desinformación, noticias falsas o sencillas tergiversaciones de la realidad que pueden desembocar en opiniones erróneas. Posando la vista en África Occidental y en el uso que se lleva haciendo de la información en esta región, actualmente arrastrada al borde de una guerra entre naciones cuyo único resultado garantizado sería una expansión del yihadismo, se descubriría un mundo de falsedades y verdades encubiertas con el fin de construir dos narrativas enfrentadas: aquella que apoya a los golpistas nigerinos y otra que aboga por la restitución de un sistema democrático.

Ambas posturas recurren a informaciones precipitadas o sin contrastar, llanas mentiras o líneas narrativas que escapan de la órbita de lo que sucede más allá de las pantallas. El presente artículo se detendrá a repasar algunos de los bulos que han circulado estos últimos días en lo que respecta a la situación en Níger.

Wagner y el uranio

Se ha hablado de que el grupo Wagner ha orquestado este golpe de Estado y que el ascenso de los militares al poder se trata de una estratagema rusa, pero ni siquiera Antony Blinken, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, se atrevió a decir tanto frente a las cámaras este 9 de agosto. En su opinión, “Wagner se está aprovechando” de la deriva de Níger y participa de forma activa en la distribución de desinformación. Algo que ya se ha comprobado en los últimos días con los comunicados del grupo de presión prorruso M62 y los vídeos publicados por Prigozhin ofreciendo los servicios de sus mercenarios a los golpistas. No cabe duda de que una de las piezas del puzle nigerino la poseen Putin y su socio, pero cargarles todos los motivos del golpe no tendría en cuenta otros matices.

El uranio. Sobre el uranio se han dicho también muchas mentiras y se han omitido otras verdades. Muchos vídeos difundidos en internet, o incluso noticias publicadas por medios tradicionales, aseguran que el uranio de Níger alimenta a uno de cada tres hogares franceses. Esto es falso.

Francia depende del sector nuclear para abastecer a un 70% aproximado de sus hogares; lo que aporta Níger es un 20% de la importaciones que hizo Francia de uranio extranjero en 2022. Considerando que Francia no posee minas de uranio en su territorio, un 20% nigerino del 70% del uranio que destina Francia a su sector energético equivale al 9% del total de la energía. El 9% de los franceses, uno de cada diez hogares depende del uranio Nigerino, y no uno de cada tres como se dice. La necesidad que tiene Francia del uranio nigerino sería verdadera, aunque siempre considerando el 37% que aportó Kazajistán en 2022, o el otro 30% procurado desde Uzbekistán y Australia.

¿Golpistas o libertadores?

En la batalla dialéctica también se enfrentan los términos que definen a los militares. Golpistas, libertadores, panafricanos… Un vídeo que circulaba los últimos días publicado por la cuenta de TikTok @afrocolectiva decía que “en Occidente se ha comenzado a criminalizar mediáticamente [a los golpistas] usando términos como golpistas, terroristas y un largo etcétera de adjetivos”. Teniendo en cuenta que el diccionario de la RAE define el adjetivo golpista como “que participa en un golpe de Estado”, parece evidente que el término adecuado para calificar a quienes han accedido al poder mediante un golpe de Estado sea el de golpistas. Que uno considere a los golpistas libertadores o no, esto entraría dentro del campo de la opinión y no en el de la información. Por otro lado, absolutamente ningún medio occidental ha calificado a la junta militar de Níger de “terroristas”. El mismo vídeo aseguraba que los militares nigerinos pretenden liberar a Níger del “expolio” al que les somete Francia, a la que define a Francia como potencia expoliadora.

No se menciona en ningún momento que el 70% de las exportaciones de Níger son a Emiratos Árabes Unidos, frente al 5.2% que supone el uranio enviado a París. Que la pobreza estructural en Níger se debe a Francia en una parte, sobre todo por su legado colonial, pero que en la segunda década del siglo XXI también se debe a a la peste de la corrupción nacional y a factores externos como chinos, emiratíes y canadienses.

Vivir en el pasado

Pensar que la situación actual es un calco del periodo de las independencias es otro bulo habitual. Y quien mejor maneja esta creencia difundida por los populismos es el oligarca Prigozhin, maestro del engaño en esta parte del mundo: las máquinas de propaganda y de desinformación Wagner funcionan a toda pastilla, los trolls asoman de las cavernas para teclear comentarios convincentes en la red social X. En Ghana se organizó este domingo una manifestación a favor de Rusia, igual que en las marchas habituales en Bamako y en Niamey siempre aparecen los sujetos ocasionales portando enseñas rusas y carteles, la prueba irrefutable de que Rusia está allí, mirando desde dentro.

El discurso que legitima las acciones de los golpistas ha rastrillado la ideología panafricana hacia quienes apoyan el nuevo gobierno militar. La CEDEAO (una organización creada en el seno de la Unión Africana por los propios africanos, compuesta en el momento actual por 11 gobiernos elegidos democráticamente) es señalada como una marioneta de los intereses occidentales, mientras los militares (que rechazan las instituciones creadas por los africanos y que accedieron al poder sin considerar la voluntad del pueblo) se autodenominan líderes de la libertad. Una paradoja considerable que no solo mina las relaciones entre África y Europa, sino que desgasta gravemente el valor de las instituciones africanas y roba el derecho a idear un nuevo panafricanismo a quienes procuran construir un continente libre de los autoritarismos.

La paradoja aumenta cuando se conoce que una investigación realizada en 2020 por varias ONG nigerinas destapó un escándalo de corrupción donde líderes militares habían desviado a sus bolsillos 115 millones de euros que deberían haberse destinado a la compra de material militar. Se conoce que varios de los militares que forman parte del nuevo gobierno fueron retirados del servicio por el presidente Bazoum (o iban a ser retirados, como el propio Tchiani), con la intención de limpiar las Fuerzas Armadas de Níger de la corruptela que dominante. Es una realidad probada que choca directamente con una de las dos excusas ofrecidas por los militares para justificar el golpe: que pretendían acabar con la corrupción en el gobierno de Níger. Un bulo considerable es aquél que define a la vieja guardia militar de Níger como un soplo de aire fresco en la política nacional.

No se ha autorizado una intervención

Quienes apoyan a Bazoum también se dejan llevar por los rumores en ciertas ocasiones. Hace pocos días se comunicó que los golpistas pretendían asesinar a Bazoum en el caso de que ocurra una intervención militar en Níger. La fuente era “un trabajador occidental”. Aunque es lógico considerar que Bazoum se encuentra retenido para ser utilizado por los militares como una baza con que evitar una posible intervención, la diferencia entre una suposición y un hecho no debe eliminarse simplemente por las declaraciones de “un trabajador occidental”. El histerismo, aunque justificado a medias, no deja de ser una forma de manipulación que esquiva el rigor informativo.

La CEDEAO tampoco ha ordenado tampoco una intervención militar en Níger, al menos por el momento. La cumbre de jefes de Estado del 10 de agosto ordenó la activación de una “fuerza de espera” y su despliegue “para restituir el orden constitucional en Níger” en cuanto fuera posible. Esto no significa que la intervención sea inevitable, dado que los líderes africanos reiteraron al término de la cumbre su compromiso por alcanzar una solución mediante el diálogo. Como su propio nombre indica, esta “fuerza de espera”, no se trata de una operación militar contra Níger, ni de una intervención militar en Níger, sino de una fuerza armada y reunida por varias naciones de la región con el fin de intervenir en el momento en que la vía diplomática quede agotada. Sólo entonces.