Portugal
Portugal llora la muerte de Mário Soares
“Mário Soares nunca desistió de un Portugal libre, de una Europa libre y de un mundo libre”, defendió el actual presidente, Marcelo Rebelo de Sousa
Portugal llora la muerte del histórico dirigente socialista y expresidente Mário Soares, fallecido hoy a los 92 años en Lisboa y considerado como una figura clave en la construcción de la democracia portuguesa.
Jefe del Estado luso entre 1986 y 1996, Soares murió pasadas las tres de la tarde en el Hospital Cruz Roja de la capital portuguesa, donde permanecía ingresado desde el 13 de diciembre, acompañado por sus dos hijos.
El expresidente ingresó en situación crítica y, tras una mejoría temporal, su estado de salud volvió a empeorar y se mantenía en coma profundo desde el día 26.
El Gobierno luso decretó tres días de luto nacional, a partir del próximo lunes, por el fallecimiento del ‘patriarca’ socialista, que será despedido en un funeral con honras de Estado el próximo martes.
Su muerte coincidió con la visita de Estado a la India del primer ministro luso, el también socialista António Costa, que transmitió sus condolencias a la familia del que definió como “el rostro y la voz de nuestra libertad”.
Personalidades de todo el espectro político, la cultura, el deporte y otros sectores de la sociedad portuguesa destacaron hoy el papel que tuvo Soares en la construcción de la democracia del país.
“Mário Soares nunca desistió de un Portugal libre, de una Europa libre y de un mundo libre”, defendió el actual presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, que aseguró que el país tiene ahora el deber de luchar “por la inmortalidad de su legado”.
Otro ex jefe del Estado luso, Jorge Sampaio (1996-2006), recordó que Soares “siempre creyó en aquello que era el interés de Portugal” y demostró una “extraordinaria capacidad de lucha” a lo largo de toda su vida.
Para el expresidente Aníbal Cavaco Silva (2006-2016), Soares era un “europeísta convencido” y destacó el papel que tuvo en el ingreso de Portugal en la Unión Europea, pues “tuvo la percepción de que era de la mayor importancia para el futuro” del país.
También dejó palabras de elogio el que fuera su rival en la lucha por la presidencia en los comicios de 1986, el conservador Diogo Freitas do Amaral, que calificó a Soares como el “patriarca de la democracia”.
Figuras extranjeras como el rey de España, Felipe VI; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; el jefe del Estado francés, François Hollande; y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, expresaron igualmente su pesar por la muerte del político portugués.
Según el guión aún provisional de los actos fúnebres, los restos mortales de Soares serán recibidos con honras militares el lunes en el Monasterio de los Jerónimos, en el barrio lisboeta de Belém, el mismo lugar donde presidió en junio de 1985 la ceremonia de la adhesión de Portugal a la Comunidad Económica Europea (CEE).
El monasterio acogerá el velatorio durante la jornada del lunes, que no tendrá carácter religioso, y el funeral se celebrará un día después en el Cementerio de los Prazeres de Lisboa, tras un cortejo fúnebre que realizará paradas en varios lugares emblemáticos de la capital lusa.
Mário Soares es el primer presidente electo de la democracia lusa que fallece y está considerado una de las figuras políticas portuguesas más importantes de los últimos años por su decisiva participación en la transición a la democracia cuando la Revolución de los Claveles puso fin a la dictadura de Salazar (1926-1974).
Además de una década como presidente, Soares fue además primer ministro de Portugal en dos fases (1976-1978 y 1983-85) y eurodiputado.
Se presentó a unas últimas elecciones presidenciales en 2006, con 81 años, las únicas que perdió durante su larga carrera política.
Fundador del Partido Socialista, hasta hace muy poco se mantuvo activo a través de la Fundación que lleva su nombre, además de publicar libros y artículos sobre la situación de Portugal.
Su última aparición pública se produjo el pasado 28 de septiembre en Lisboa, en un homenaje a su esposa Maria Barroso, fallecida en julio de 2015.
Soares también deja decenas de galardones y condecoraciones, entre los que destaca un Premio Europeo Robert Schumann (1987) y un premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1995).
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