Francia

En peligro la candidatura al Elíseo de Le Pen para 2027

La Fiscalía francesa pide la inhabilitación para la líder ultra francesa por el uso indebido de fondos de la Eurocámara

October 22, 2024, Paris, France, France: French MP and President of the National Rally (RN) group in the National Assembly Marine Le Pen addresses a speech during a debate session on the first part of the 2025 finance bill at the National Assembly.Europa Press/Contacto/Alexis Sciard22/10/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Marine Le Pen acusa a la Fiscalía de querer "excluirla" de la políticaCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Marine Le Pen podría quedar excluida de la carrera presidencial para suceder a Emmanuel Macron en 2027. A finales de noviembre debe quedar listo para sentencia el proceso que sienta en el banquillo a Le Pen y otra veintena de cargos del Reagrupamiento Nacional (RN) por el desvío de fondos europeos asignados al pago de asesores en Bruselas. El miércoles por la noche, Le Pen, visiblemente enfadada, comparecía ante los medios tras haber escuchado la petición de la Fiscalía: cinco años de cárcel con opción a que tres queden en seguimiento y una condena de inelegibilidad para los siguientes cinco años de inmediato cumplimiento. Esto impactaría de lleno en la carrera presidencial. En la mayoría de casos, los recursos permiten sortear la inhabilitación pero, en este caso, el fiscal especificó que la petición es de carácter inmediato, es decir, que no conllevaría suspensión de pena en caso de apelación a otra instancia. Y este ha sido el punto que ha hecho estallar una avalancha de críticas de seguidores de la líder ultraderechista contra el sistema judicial. «Su único objetivo es impedirme ser la candidata de mi grupo en las elecciones presidenciales. Hay que estar sordo y ciego para no verlo», lamentó Le Pen ante las cámaras de televisión.

Aunque la decisión definitiva no se conocerá hasta principios de 2025, la petición del fiscal fuerza a la formación a tantear «un plan B»: el de coronar definitivamente a su delfín, el joven eurodiputado de 29 años y actual presidente de la formación, Jordan Bardella, candidato en las últimas elecciones legislativas, en las que la ultraderecha perdió frente a la coalición de izquierdas. Una decisión que nunca entró en los cálculos de Le Pen. Hace unos días, la líder de la ultraderecha ya dijo ante el tribunal que una eventual inhabilitación suya tendría «consecuencias extremadamente graves», como privar a millones de votantes de «su candidata».

Durante sus alegatos, los dos fiscales describieron la estructura de un «sistema» consistente en contratar «falsos» asistentes parlamentarios europeos que, en realidad, trabajaban para el partido. Aunque parte de la ultraderecha lleva tiempo agitando la sombra de un «juicio político» dando a entender la persecución que sufre la formación por una alianza entre Bruselas y el Elíseo, lo cierto es que fue el propio Parlamento Europeo quien denunció los hechos en 2015 evaluando el perjuicio financiero en 6,8 millones el total del monto de la malversación dejándolo en 3,7 millones en daños y perjuicios tras haber sido devuelta una parte del dinero. La investigación ya ha ido relevando la puesta en marcha «concertada y deliberada» de todo un sistema fraudulento para desviar los 21.000 euros al mes con los que cuenta cada eurodiputado para pagar a sus asistentes parlamentarios. La legislación europea prohíbe que los asistentes trabajen para el partido, pero en el caso denunciado hubo fondos que fueron a parar presuntamente al guardaespaldas de Jean Marie Le Pen, a la asistente personal de Marine Le Pen, a una de sus hermanas e incluso al diseñador gráfico del partido. Entre los elementos de la investigación, hay algunos mensajes bastante comprometedores que muestran las dificultades de financiación por la que pasaba el partido en aquel momento. El otrora tesorero Wallerand de Saint-Just llegó a alertar de la mala situación económica: «Solo saldremos de esta si hacemos grandes ahorros gracias al Parlamento Europeo».

De momento, la formación de Le Pen contraataca a la petición de la Fiscalía con una intensa campaña en redes bajo el lema «defiende la democracia» que denuncia un intento del sistema de «eliminar la voz de la verdadera oposición». Numerosos expertos judiciales coinciden en señalar en medios franceses lo controvertido de esa aplicación inmediata, pero también el punto de contradicción en el que pone a las filas de Le Pen, los primeros que suelen exigir en medios de comunicación una férrea justicia que aplique penas sin demoras cuando son miembros de otras formaciones los que se sientan en el banquillo.

No solo desde Francia se han alzado voces ayer en apoyo a Le Pen. También desde otras formaciones de ultraderecha como la del primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orban. «No podía creer las noticias de ayer. Marine, recuerda, por favor, que estamos contigo en esta batalla», afirmó Orban en la red social X. En ese mensaje, Orban dijo que «ser acosado por el Poder Judicial» fue un paso crucial hacia la victoria de Trump, un estrecho aliado suyo, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 5 de noviembre. El partido liderado por Le Pen y el Fidesz, presidido por Orban, forman parte del grupo Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo.