La esperanza de alcanzar un nuevo acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás se disipa a medida que el Ejército israelí recrudece su ofensiva sobre la Franja de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ordenado a primera hora de la mañana a sus negociadores en Qatar que abandonaran las conversaciones que buscaban un nuevo encaje para retomar la tregua inicial de siete días que permitió la liberación de más de un centenar de rehenes israelíes a cambio de 240 presos palestinos, así como la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.

La oficina del primer ministro describió las conversaciones en Doha con la organización islamista palestina como un «callejón sin salida». Las partes no definieron los términos para cerrar un nuevo intercambio de prisioneros, a pesar de los denodados esfuerzos diplomáticos de Qatar, Egipto y Estados Unidos. En público, sin embargo, Israel y Hamás se acusaron mutuamente el viernes de haber violado los términos del alto el fuego.

«Debido al estancamiento en las negociaciones, y siguiendo instrucciones del primer ministro, Benjamín Netanyahu, el jefe del Mosad, David Barnea, ordenó al equipo negociador en Doha que regrese a Israel», recoge la nota de la oficina del jefe de Gobierno, cada vez más presionado a nivel interno para rescatar con vida a los rehenes.

Hamás había empezado a sondear la posibilidad de excarcelar a más palestinos que cumplen condena en cárceles israelíes, incluidos detenidos de alto perfil, según los medios locales. Del total de 240 liberados palestinos hasta la fecha, la mayoría apenas habían sido condenados. Pero las autoridades israelíes pusieron como condición previa que fueran liberadas todas las mujeres y niños retenidos en Gaza.

«La organización terrorista Hamás no cumplió su parte del acuerdo, que incluía la liberación de todos los niños y mujeres, con base en una lista entregada a Hamás y aprobada», añadió la nota de la oficina de Netanyahu. Según las autoridades israelíes, Hamás aún mantiene cautivos a 132 rehenes con vida, entre ellos dos niños, los hermanos Ariel y Kfir Bibas, de 4 años y 10 meses respectivamente, que fueron secuestrados junto a sus madre Shiri Silverman Bibas –de origen argentino– y su padre Yarden Bibas.

El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, dijo anoche que Hamás no cumplió su compromiso de liberar a la madre y los dos niños de la familia Bibas. Pero Hamás alega que esas tres personas murieron por bombardeos israelíes y que ofreció entregar sus cuerpos, algo que Israel no aceptó.

Nueva fase de la guerra

Israel ya prepara una nueva fase de la guerra en caso de no reeditar el alto el fuego. La fuerza aérea israelí anunció haber llevado a cabo un «amplio ataque» contra los militantes de Hamás durante la noche del viernes en Jan Younis, una ciudad en el sur de Gaza abarrotada de desplazados internos que huyeron de semanas anteriores de bombardeos israelíes.

El Ministerio de Sanidad de Gaza ha informado a través de un comunicado emitido en la tarde del sábado de la muerte de 193 personas en los bombardeos. Al menos 15.000 gazatíes han muerto como consecuencia de los ataques israelíes desde el pasado 7 de octubre en represalia por el atentado de Hamás en el que murieron cerca de 1.200 israelíes.