Pena de muerte
Irán ejecuta a tres hombres que habían participado en las manifestaciones
Tras los ajusticiamientos, los iraníes han vuelto a salir a manifestarse en varias ciudades del país
La ira y las protestas vuelven a estallar en Teherán y otras ciudades tras la ejecución de tres presos políticos en Isfahán, en el centro de Irán, este viernes. Tras meses de calma en el país persa, los bárbaros ajusticiamientos contra tres detenidos en noviembre, han provocado que, sobre todo jóvenes y en pequeños grupos, salieran anoche a manifestarse contra el régimen iraní.
Los tres, Saleh Mirhashmi (de 36 años), Majid Kazemi (30 años) y Saeed Yaqoubi (37 años) fueron sometidos a meses de tortura física y mental antes de ser acusados de cargos inventados de "Moharebeh (enemistad contra Dios)" y finalmente ejecutados.
Según unas imágenes a las que ha tenido acceso este periódico, en varios lugares de Teherán, la gente grita "Abajo Jamenei", "Abajo el dictador" y "Resistiremos hasta el final".
Los manifestantes en Zahedan, portaban pancartas con el mensaje de "Monarquía, dictadura religiosa, un siglo de crímenes". Con ello, reiteraban su compromiso inquebrantable de persistir en el levantamiento hasta derrocar al régimen opresor e instaurar la democracia y la soberanía popular en Irán.
Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi y Saeed Yaghoubi fueron ejecutados por participar en las protestas de Irán.
Fue Mizan, la página web del poder judicial iraní, la que anunció las ejecuciones de Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi y Saeed Yaghoubi, sin precisar cómo se llevaron a cabo. De acuerdo con las autoridades iraníes, los tres habrían matado a un agente de Policía y a dos miembros del grupo paramilitar Basij en Isfahán en noviembre, en el contexto de las protestas de ámbito nacional que comenzaron por el caso del velo mal puesto y posterior muerte, bajo custodia, de la joven Mahsa Amini.
Majid Kazemi, Saleh Mirhashemi y Saeed Yaghoubi -de Ishafán- fueron ejecutados después de que los medios de comunicación estatales difundieran sus "confesiones" forzadas y de que el Tribunal Supremo confirmara su injusta condena a muerte a pesar de la tortura y de un juicio injusto.
En un mensaje de audio desde el interior de la prisión de Dastgerd, donde están recluidos los hombres, Majid Kazemi indicó: "Juro por Dios que soy inocente. No llevaba armas encima. Ellos [las fuerzas de seguridad] no dejaban de golpearme y ordenarme que dijera que esta arma era mía. Les dije que diría lo que quisieran, pero que por favor dejaran en paz a mi familia. Hice lo que quisieron a causa de la tortura".
Según informa la agencia EFE, en Karaj además hubo protestas frente a la prisión de Ghezel Hesar, donde están encarcelados varios presos condenados a muerte por su participación en las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en septiembre.
Las pequeñas protestas de anoche son las primeras tras varios meses de tranquilidad. Las últimas manifestaciones significativas se produjeron a mediados de marzo, durante las celebraciones del año nuevo persa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar