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Hollande llama a Mohamed VI tras una serie de desencuentros diplomáticos

El presidente de Francia, François Hollande, contactó por teléfono con el rey Mohamed VI de Marruecos tras una serie de desencuentros diplomáticos ocurridos en los últimos días entre los dos países. Un escueto comunicado del Gabinete Real marroquí emitido la pasada noche señala que durante la llamada fueron aportadas (supuestamente por parte de Francia) "clarificaciones"sobre "los hechos sucedidos en los últimos días".

El gobierno marroquí había pedido expresamente "explicaciones"y "aclaraciones"en tres ocasiones, entre el sábado y el lunes, por estos incidentes, en lo que fue considerado como uno de los momentos más tensos entre dos países tradicionalmente aliados.

Los hechos que habían motivado el enfado de Marruecos fueron, primero, la visita el pasado jueves en la residencia del embajador francés en París de siete agentes de policía para comunicar que deseaban tomar declaración al jefe del contraespionaje marroquí, Abdelatif Hamuchi, denunciado por una ONG francesa por su complicidad en supuestos actos de tortura.

Al gobierno de Rabat le molestó lo que llamó "actitud soberbia y contraria a los usos diplomáticos"de aquella visita policial, y por el hecho de que se hubiera filtrado a la prensa francesa.

El segundo motivo de fricción fueron las palabras del actor español Javier Bardem, que en un acto público en París también el pasado jueves había evocado las palabras de un embajador francés en Estados Unidos, quien le había dicho en 2011 que Marruecos era para Francia "una amante con la que se duerme todas las noches, de la que no se está particularmente enamorado pero que se debe defender".

Las palabras de Bardem fueron recogidas por el diario Le Monde y citadas posteriormente por el ministerio de Comunicación marroquí, y se atribuyeron en un primer momento al embajador francés en Washington, François Delattre, aunque la compañía Morena Films, vinculada a Bardem, matizó ayer en un comunicado enviado a Efe que fue el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, quien las pronunció.

En cualquier caso, el gobierno marroquí había exigido el domingo "clarificaciones"al francés que fueran "más allá de una simple declaración del ministerio de Asuntos Exteriores, para reparar los daños causados por esas palabras, así sea que se le han atribuido falazmente o si se han pronunciado verdaderamente".

Para que quedase clara la firmeza de Rabat, ayer una fuente diplomática aseguró que la visita del Enviado presidencial francés para la protección del planeta, Nicolas Hulot, había sido aplazada "a petición de Rabat"hasta que se ofreciesen "aclaraciones"por lo sucedido.

En la conversación mantenida por teléfono entre Hollande y Mohamed VI, los dos jefes de Estado acordaron "proseguir los contactos en los próximos días a nivel gubernamental, y trabajar en el espíritu de las relaciones excepcionales que unen a Marruecos y Francia", según el Gabinete Real.

A decir de los analistas, Hollande no ha tenido con Marruecos el mismo trato ni la deferencia que tuvieron Nicolas Sarkozy o Jacques Chirac, por citar a dos de los recientes presidentes más manifiestos "amigos"de Marruecos.

Para Marruecos, Francia (que además es su primer socio comercial) es su principal apoyo diplomático en el conflicto del Sáhara Occidental, la llamada "causa nacional"o "causa sagrada"sobre la que pivota toda su política exterior y gran parte de la interior.