La ciudad de Europa que es "única" por tener un castillo construido sobre un volcán

Cada país de Europa tiene su propio encanto. Rincones que no se pueden ver en otras partes del mundo y que tienen una gran cantidad de curiosidades que le atañen. Son, sin duda, lugares únicos e inigualables y que cada año reciben una gran cantidad de turistas. Por ejemplo, existe una ciudad europea que cuenta con un castillo construido sobre un volcán.

Es el caso de Edimburgo, capital de Escocia, cuyo castillo está asentado sobre un antiguo volcán de alrededor de 350 millones. Esta fortaleza tiene su origen en el siglo XII, y está ubicada en la llamada ciudad vieja de la ciudad.

Castillo de Edimburgo: esto es lo más destacado, su historia y por qué se debe visitar

La edificación fue levantada en honor a la reina Margarita, aunque en la zona existen vestigios pertenecientes a la Edad de Hierro. Se alza imponente sobre la colina de Castle Hill y ofrece unas majestuosas vistas del centro de la ciudad. A lo largo de los últimos siglos, ha tenido una gran importancia militar, sobre todo en las guerras de Independencia de Escocia. Ha sido escenario de numerosos eventos históricos, incluyendo conflictos, asedios y la residencia de los reyes escoceses.

El castillo presenta una mezcla de estilos arquitectónicos, ya que ha sido modificado y ampliado a lo largo de los siglos. Entre sus estructuras más destacadas se encuentra el Gran Salón, la Capilla de Santa Margarita, el Cuartel Militar y la Piedra del Destino, un símbolo histórico de la monarquía escocesa. Además, alberga las Joyas de la Corona de Escocia, de gran importancia histórica. En sí, es un importante símbolo cultural e histórico de Escocia. Se trata del principal atractivo de la capital escocesa. En 2021, aproximadamente 425.000 personas visitaron el castillo, según datos de Statista.

Entre varias peculiaridades, en el castillo ocurre un acontecimiento muy especial: todos los días a la una del mediodía, excepto los domingos, muchos de los visitantes se reúnen para observar una curiosa tradición que se lleva a cabo desde 1861. A la una, con una impresionante puntualidad británica, el General de Artillería acude a disparar un moderno cañón. Se dice que, en sus comienzos, el disparo del cañón indicaba la hora a los marineros y a la gente del pueblo, para que pudieran sincronizar sus relojes.

Por otro lado, como todas las fortalezas, también tiene su leyenda negra. Se dice que en el Castillo de Edimburgo vive el fantasma de un gaitero, Lone Piper, que entró para investigar unos supuestos túneles secretos y nunca salió. Así, se cuenta que su gaita todavía suena por los pasillos de la fortaleza.