Suecia endurece la ley antiterrorista para apaciguar a Turquía

En medio de la tensión diplomática con Turquía por la adhesión a la OTAN, una propuesta del Gobierno, titulada “una disposición de pena especial por participación en una organización terrorista”, hará que en Suecia la participación en las actividades de una organización terrorista de cualquier manera que “promueva, fortalezca o apoye” la organización sea castigado con hasta cuatro años de prisión.

“Esta es una criminalización más amplia que apunta a una serie de actividades dentro de una organización terrorista que no necesitan estar conectadas concretamente con un crimen terrorista específico”, explicó el ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, en una conferencia de prensa.

“Suecia tiene una creciente amenaza terrorista que debe tomarse muy en serio”, continuó. “Ahora el Gobierno está presentando una propuesta legislativa que significa que tanto la participación como el financiamiento de la participación en organizaciones terroristas serán punibles”.

Acciones como manipular equipos, organizar campamentos o lugares para reuniones, cocinar o estar a cargo del transporte para organizaciones terroristas designadas serían criminalizadas bajo la nueva ley, que Strömmer enfatizó que era una “ampliación considerable del alcance en comparación con la legislación actual”.

En noviembre, el país nórdico modificó su Constitución para permitir que el proyecto de ley avanzara, ya que se consideró que infringía las leyes de libertad sindical de Suecia.

La propuesta ahora irá al Consejo de Legislación de Suecia, que juzgó una propuesta anterior para prohibir la membresía en una organización terrorista, presentada a raíz del ataque terrorista de Estocolmo de 2017, como en conflicto con el derecho constitucional de Suecia a la libre asociación.

Según la propuesta, los casos graves del nuevo delito serán castigados con hasta ocho años de prisión, mientras que los culpables de ocupar un puesto de liderazgo en una organización terrorista podrían ser condenados a 18 años o incluso de por vida.

La propuesta tipifica como delito todas las formas de apoyo a las organizaciones terroristas, independientemente de si se trata de formas financieras u otras formas de participar en ellas, promoverlas y fortalecerlas.

Strömmer señaló que “participar en una manifestación o en una reunión no será punible en sí mismo”, y agregó que dicho ondear la bandera en sí mismo no estaría penalizado, pero tales actividades podrían potencialmente usarse como evidencia en los tribunales.

El Gobierno conservador espera poder presentar la propuesta al Parlamento el 7 de marzo y que entre en vigor el 1 de junio.

Todo ello trata de aplacar la ira de Ankara, que bloquea la adhesión sueca a la OTAN porque Estocolmo no hace lo suficiente para combatir el terrorismo kurdo e impedir las manifestaciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización terrorista tanto por la UE como por EE UU.