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Guerra

HIMARS: así ayudaron los lanzamisiles de EE UU a Ucrania a recuperar el control de Jersón

Era la única capital regional que habían conquistado los rusos desde la invasión y para el Kremlin era estratégica para mantenerse en Crimea y en el sur

Un sistema de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) del ejército ucraniano dispara cerca de la línea del frente en el norte de la región de Jersón HANNIBAL HANSCHKEEFE

La bandera ucraniana, junto con la de la Unión Europea, ondea desde el pasado 11 de noviembre en los principales edificios gubernamentales en la ciudad de Jersón, la única capital regional que habían conquistado las tropas rusas desde la invasión el pasado 24 de febrero.

Esta derrota para el Kremlin posee gran peso simbólico, aunque ha tratado de presentarla como una retirada voluntaria. El éxito en expulsar a las tropas rusas de esta ciudad clave en el sur de Ucrania puede atribuirse en gran medida a los sistemas de lanzamiento de misiles HIMARS suministrados por EE UU, según explicó el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en su último informe.

El grupo de expertos de EE UU afirmó este domingo que el éxito de Kyiv en Jersón se debió en gran parte al uso innovador del sistema HIMARS por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania para interrumpir las líneas de suministro rusas.

“Kakhovka”, el grupo de trabajo ucraniano, confirmó en su día que los lanzamisiles HIMARS ayudaron en gran medida a sus tropas a destruir casi todos los grandes puentes controlados por Rusia en la región sur de Jersón y a detener el paso de las tropas de Vladimir Putin de suministros vitales de armas, equipo militar y personal de la región de Crimea anexada por Rusia.

ISW comentó también que si bien los lanzamisiles HIMARS que Estados Unidos le había suministrado a Ucrania no eran adecuadas para destruir puentes debido a que sus ojivas son demasiado pequeñas y no están optimizadas para dichos ataques, Kyiv pudo haber evitado esto.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) “desarrollaron una táctica para sortear esa limitación al realizar múltiples ataques de precisión a través del puente clave Antonivskiy y el paso sobre la represa Kakhovka, de tal manera que destruyó los caminos en una línea a través de ellos, dejándolos inutilizables sin demoler realmente la infraestructura de los puentes (o dañar gravemente la presa)”, recalcó el grupo de expertos.

Las tropas ucranianas continuaron atacando los puentes mientras los rusos intentaban repararlos, apuntando al equipo de reparación y a las carreteras hasta que los rusos finalmente se dieron por vencidos, agregaron los expertos.

Rusia también intentó construir un puente de pontones debajo del puente Antonivskiy como mitigación, pero el Ejército ucraniano también lo atacó, provocando que las fuerzas de Putin lo abandonaran.

“Al final, los rusos se quedaron con barcazas que transportaban suministros, equipos y refuerzos desde el este hasta la orilla oeste. La UAF también atacó las barcazas y las zonas de aterrizaje, pero el sistema de transbordadores fue, en todo caso, insuficiente para abastecer a los 20.000 tropas mecanizadas rusas que intentaban mantener su alojamiento en la orilla occidental del río”, puntualizó ISW.

Durante su visita a Jersón este lunes, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski agradeció a los aliados y a Estados Unidos, a la vez que aseguró que los HIMARS habían marcado una gran diferencia.

El mandatario también habló con los soldados y dijo que Ucrania está “avanzando” y preparada para la paz, y supervisó una ceremonia oficial de izamiento de la bandera. Zelenski señaló que para él es vital visitar la ciudad y demostrar que “realmente estamos volviendo, realmente estamos levantando nuestra bandera”.

“Estoy muy feliz, se puede ver en la reacción de la gente, su reacción no es falsa. La gente estaba esperando al Ejército ucraniano, a nuestros soldados”, explicó Zelenski.