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Energía

Alemania toma el control de la filial de Gazprom para garantizar el suministro de gas

Se trata de una solución temporal que se aplicará por el momento hasta el 30 de septiembre de 2022

Gazprom había intentando en días pasados traspasar Gazprom Alemania a una sociedad con sede en San Petersburgo DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Las imágenes de civiles asesinados en Bucha han marcado un punto de inflexión en la guerra de Ucrania. También para Alemania donde, en vista de estas atrocidades, su gobierno se enfrenta a una presión cada vez mayor para imponer a Rusia un boicot energético.

Hasta ahora Berlín ha hecho oídos sordos a aquellas voces que exigían una prohibición total de las importaciones de gas ruso, alegando que las consecuencias para su economía serían devastadoras. Sin embargo, la presión va en aumento, y no solo desde fuera de sus fronteras sino desde el mismo ejecutivo germano.

Este lunes el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, acusó Alemania de “interponerse en el camino” de sanciones más duras contra Rusia y aunque el gobierno de Berlín no considera por el momento un embargo energético inmediato, la misma ministra alemana de defensa, Christine Lambrecht, dio un paso al frente y dijo que era hora de que la Unión Europea discutiera conjuntamente la opción de una prohibición total del gas ruso.

“Debe haber una respuesta”, dijo este lunes en una entrevista televisada. “Tales crímenes no pueden quedar sin respuesta”. Incluso el canciller Olaf Scholz aseguró que el asesinato de cientos de civiles no quedaría sin respuesta, calificándolo de crímenes de guerra. En una breve alocución, Scholz prometió que Alemania, junto con sus socios, impondrá más sanciones contra Rusia en los próximos días.

El debate es complejo y continúa. El ministro de Finanzas, Christian Lindner, rechazó un embargo de gas. “Está claro que debemos poner fin lo más rápido posible a todos los vínculos económicos con Rusia y debemos planificar sanciones más duras, pero el gas no se puede sustituir en el corto plazo, nos haríamos más daño a nosotros mismos que a ellos”.

No obstante, el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck, anunció que la Agencia federal de Redes (Bundesnetzagentur) ha asumido de manera provisional y como entidad fiduciaria el control de la filial alemana de Gazprom después de que la matriz rusa anunciase que se desprendería de ella.

Según Habeck, el paso sirve para mantener la seguridad del suministro aunque de trasfondo están unas relaciones jurídicas poco claras y el hecho de que la matriz rusa no había cumplido con las normas de transparencia, tras anunciar que se desprendería de la filial. En paralelo, una encuesta de opinión asegura que la mayoría de los alemanes (entre el 55 y el 77%) está a favor de detener las importaciones de gas de Rusia, a pesar del impacto que podría tener en su capacidad para calentar sus propios hogares. La mayoría dijo que también estaban a favor de aumentar temporalmente la vida útil de las plantas de carbón y de volver a encender las plantas nucleares.

La invasión de Ucrania está agitando los cimientos diplomáticos de Alemania. Incluso la excanciller Angela Merkel se ha visto salpicada por este conflicto y hoy, a través de su portavoz, tuvo que salir al paso para defender su decisión de bloquear la inmediata entrada de Ucrania en la OTAN.

El domingo por la noche, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski criticó el “error de cálculo” franco-alemán que condujo durante la cumbre de la OTAN en Bucarest en 2008 a no admitir a su país en la alianza pese a la posición favorable de Estados Unidos. Unas palabras que fueron rechazadas por Merkel que fue obligada a corroborar la pertinencia de sus decisiones en relación con esa cumbre.