Viejos enemigos
Este sería el único tipo de guerra posible entre Irán e Israel
El enfrentamiento terrestre y naval entre los dos enemigos es inviable por el escollo geográfico y el comercial. El único posible combate es el aéreo, donde la superioridad de Tel Aviv se impone
En geopolítica y en los conflictos bélicos la geografía manda. Entre Irán (Goliat) e Israel (David) existe una barrera geopolítica casi insalvable. Un conflicto terrestre es descartable que se produzca salvo que se desencadene una guerra que afectase al menos a cuatro naciones de Oriente Medio. Entre las fuerzas armadas iraníes e israelíes existe una barrera formada por Irak y Turquía, Siria y Jordania que hace casi impensable un conflicto terrestre entre los dos archienemigos Tel Aviv y Teherán.
Si este conflicto imposible se produjese el más de un millón de soldados iraníes se enfrentaría a más de 650.000 soldados judíos, seguramente la mejor infantería y fuerzas acorazadas del mundo. Israel tiene permanentemente movilizados casi todos sus recursos militares, pues la vida le va en ello, mientras Irán cuenta con recursos humanos casi ilimitados (88.5 millones de habitantes en 2022 frente a los actuales 9,2 millones de Israel) que, supuestamente, podrían inclinar la balanza a su favor en una guerra total. Pero la historia nos dice que cuando los países árabes han ido a la guerra contra Israel, a pesar de su apabullante demografía, siempre han sido derrotados.
Para agredir a Israel las tropas de los ayatolás tendrían que cruzar/invadir Irak o Turquía, para luego adentrarse en el avispero sirio y/o declarar la guerra a Jordania y a sus aliados occidentales.
Una guerra naval es aún más improbable. La fuerza naval iraní cuenta con 101 buques entre fragatas (7), corbetas (3), submarinos (19), buques patrulleros (21) y un buque dragaminas. En cuanto a la fuerza naval de Israel se compone de 67 buques entre corbetas (7), submarinos (5) y patrulleras (45). Un conflicto naval es absolutamente imposible, pues ni Israel tiene acceso militar a las aguas del Índico y del Golfo Pérsico ni la flota de guerra iraní al Mediterráneo. Además, ambas naciones carecen de bases en los mares que rodean a su enemigo y las potencias navales neutrales nunca van a permitir un conflicto naval que afectase al Canal de Suez y a la salida del petróleo hacia el resto del mundo desde el Golfo Pérsico. El conflicto de los hutíes ya ha demostrado que con estas cosas no se juega.
La única guerra posible es una guerra aérea (aviación tradicional, misiles, drones...). Irán dispone de 551 aeronaves, de las cuales 222 son de combate o ataque, el resto se distribuyen entre aviones de entrenamiento (155), cisterna (14), transportadores (12) y de otro tipo (23). Israel tiene aproximadamente 612 aeronaves, con 328 aparatos de combate o ataque, 14 cisternas, 23 de misión especial, 12 transporte y 155 entrenamiento. La superioridad israelí es manifiesta tanto en defensa como en ataque y en tecnología, como se ha evidenciado con su efectivo sistema defensivo Cúpula de Hierro.
No resulta muy aventurado pronosticar que misiles, drones e, incluso, algún raid aéreo como el del viernes se producirá, aunque para ello, unos y otros, tengan que violar el espacio aéreo de sus vecinos. La guerra irregular de Hamás no va parar hasta la complicada aniquilación total de este grupo terrorista suní con apoyo chií a manos de las fuerzas armadas israelíes. Israel es una potencia nuclear no declarada al no formar parte del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares. Irán está camino de ello. Una guerra nuclear no parece posible, pues las consecuencias para ambas naciones van más lejos de lo razonable. Es imposible llegar a un gran conflicto armado entre ambas naciones ya que la geografía política manda.
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