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Desvelado el fallo que provocó el accidente del F-35 en un portaaviones de EEUU
Un error humano estuvo detrás del aparatoso accidente del caza de quinta generación en el Mar de China Meridional
Fue uno de los accidentes más insólitos de cuantos se han registrado hasta ahora del caza de quinta generación F-35. Todo ocurrió el 24 de enero de 2022 durante el proceso de aterrizaje del avión de combate en el portaaviones estadounidenses USS Carl Vinson después de una operación de entrenamiento en el disputado Mar de China Meridional. Un vídeo difundido posteriormente en las redes sociales captó el momento en el que la aeronave sufrió un aparatoso accidente que terminó con el avión en el agua después de tocar la pista del portaaviones. Siete personas resultaron heridas, entre ellas el piloto, que logró eyectarse del F-35C Lightning II en el último momento.
Un informe reciente de la Marina de Estados Unidos ha revelado que el accidente se debió a un error del piloto. Era la primera vez el teniente a bordo de la aeronave realizaba una operación de aterrizaje sobre este portaaviones. Quería, además, aterrizar el caza con la atrevida maniobra Shit Hot Break. Lo que pasó, en esencia, es que el piloto no se dio cuenta de que el sistema integrado que ayuda para controlar la potencia del avión durante el aterrizaje estaba apagado. El F-35C se acercó al USS Vinson sin la potencia necesaria, según la investigación revelada por el portal militar USNI News, y ahí empezaron los problemas.
Cuando el piloto se percató de que su avión tenía poca potencia ya era demasiado tarde. En muy poco tiempo, el aparato golpeó la rampa del portaaviones con la panza, cortando el tren de aterrizaje principal. El impulso del caza hizo que éste se deslizara por la cubierta del Vinson hasta precipitarse sobre el Mar de China Meridional no sin antes herir a varios marines.
Según la investigación, el piloto quería intentar por primera vez un aterrizaje realizando una maniobra de recuperación acelerada denominada “Shit Hot break”. Con esta maniobra, reconocida y aprobada por la Armada, el piloto utiliza la fuerza G (aceleración de la gravedad) para desacelerar la aeronave. Al ser un procedimiento más rápido, el margen de error se reduce considerablemente, ya que el piloto dispone de menos tiempo para realizar las comprobaciones necesarias.
El teniendo a bordo del F-35C inició la pausa sobre la parte trasera del portaaviones, justo sobre la plataforma del oficial de señales de aterrizaje, a una velocidad de 370-390 nudos. El problema es que no había activado las dos herramientas de asistencia de aterrizaje del caza, el Modo de Compensación de Potencia de aproximación (APC), que mantiene el avión en el ángulo correcto, ni la Ruta de Vuelo Delta (DFP), que ajusta automáticamente el acelerador. Ambas funciones automatizan algunas de las tareas necesarias del piloto para aterrizar en un portaaviones.
El piloto se dio cuenta entonces de que el avión tenía muy poca potencia, así que pulsó manualmente el acelerador y llevó el dispositivo de combustión al máximo cuando se percató de que el avión peligraba "sin poder ascender”. Seis segundos después, el piloto fue advertido de que la velocidad era demasiado baja. "El avión continuó desacelerando a una velocidad de aproximadamente 120 nudos y aumentó el AOA a 16 grados antes de estrellarse a 123,5 KCAS y 21 grados AOA", describe el informe.
Cuando el caza chocó con la cubierta, el tren de aterrizaje colapsó y el soporte de misiles AIM-9X del ala izquierda se enganchó con uno de los cables de retención, lo que provocó que el F-35 girara en sentido contrario a las agujas del reloj. El avión siguió deslizándose en llamas sobre la cubierta, hasta caer al mar. El piloto salió eyectado y también cayó al agua, si bien fue rescatado por un helicóptero. La Marina desplegó una operación para rescatar el F-35 del fondo del océano que llevó casi dos meses.
El vicealmirante Karl Thomas, comandante de la Séptima Flota de EEUU, afirmó que “este percance fue el resultado de un error del piloto”. Thomas dio más detalles al explicar que el piloto "intentó una recuperación acelerada sobre el portaaviones en una maniobra aprobada y común, pero el piloto nunca había realizado esta maniobra antes y acortó el tiempo para configurar la aeronave y realizar controles de aterrizaje”. Como resultado del mal cálculo de tiempo y de "la falta de familiaridad del piloto con la maniobra, el piloto perdió el conocimiento de la situación y no pudo completar su lista de verificación de aterrizaje. "En concreto, el aviador siguió en modo manual cuando debería haber estado (y pensó que estaba haciéndolo) en un modo de comando automatizado diseñado para reducir la carga de trabajo del piloto durante los aterrizajes”.
Según la investigación, el piloto "era un oficial excepcional con gran experiencia" y acumulaba un total de 650 horas de vuelo y 370 horas al mando de un F-35C. Las autoridades consideraron que el piloto se encontraba en plenas facultades físicas y mentales y había ganado los premios “Top-5 Nugget y Top-10 ball-flyer” dentro de su ala aérea.
El caza, designado como JASON 406, "tenía un sistema de guerra electrónica degradado pero, por lo demás, era apto para la misión", asegura la información de Usni News. "El cielo estaba despejado, los vientos eran de 15 nudos directamente en la cubierta del portaaviones y el mar estaba bajo, con olas de dos a cuatro pies".
En este vídeo se puede ver una maniobra de aterrizaje "Shit Hot Break" con un avión F/A-18 Super Hornet.
Un accidente de un F35 en un portaaviones británico
En noviembre de 2021, un caza F35B de la Real Fuerza Aérea británica se estrelló en el mar Mediterráneo. El piloto de la aeronave logró eyectarse de manera segura y regresó al HMS Queen Elizabeth.
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