Oriente Medio
Irán tiene una estrategia para debilitar a Israel sin entrar en una guerra directa
Teherán incita a la milicia libanesa Hizbulá, que presume de tener 150.000 cohetes y puede atacar a Israel desde el norte
Israel ha dado un plazo de 24 horas a la población de Gaza para que abandone la Franja ante la que puede ser una operación terrestre para invadir este pequeño territorio costero en el que viven dos millones de personas bajo el gobierno de Hamás, el grupo terrorista que ha dejado más de 1.300 muertos en Israel ¿Qué hará Teherán si el ejército israelí destruye por completo la Franja? ¿Entrará en guerra el régimen de los ayatolas contra Israel o lanzará a uno de sus aliados regionales contra el estado hebreo para cobrarse venganza?
¿Y cuál será la respuesta de Israel si Irán o algunos de sus escuderos intervienen en este conflicto?. ¿Llevará a cabo una operación a gran escala contra Hizbulá, el grupo libanés aliado de Hamás y de Irán?. "Teherán quiere utilizar a todos los demás para luchar por ellos", ha dicho el experto israelí Yigal Carmon, ex asesor antiterrorista israelí. Quizá el mejor peón de Irán en la región es la milicia libanesa Hizbulá, que tiene gran fuerza de combatientes y un enorme arsenal de misiles, cohetes de largo alcance y drones suicidas. Su número dos, Naim Qassem, ha afirmado este viernes que sus miembros están "completamente preparados" para intervenir en la guerra entre Israel y Gaza, y defendió que así lo harán si es necesario independientemente de las peticiones internacionales recibidas durante contactos recientes para que no lo hagan.
En la misma línea ha apuntado del jefe de la diplomacia iraní, quien ha avisado de la posibilidad de que miembros del llamado Eje de la Resistencia, alianza contra el Estado judío, abran "otro frente" si continúan los crímenes de guerra en Gaza.
"Dada los continuos crímenes de guerra y el estado de sitio, cualquier escenario o decisión de otros miembros del Eje de la Resistencia es posible", ha dicho este jueves el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en Beirut. El jefe de la diplomacia iraní no específico qué países o grupos podrían responder del llamado Eje de la Resistencia, alianza liderada por Irán y formada por organizaciones militantes palestinas, sirias y libanesas, como Hizbulá. "Naturalmente, el régimen sionista y sus aliados serán responsables de las consecuencias", añadió Abdolahian.
El escenario de máxima incertidumbre ha hecho que los principales actores muevan ficha. Estados Unidos ha enviado el portaaviones Gerald Ford, incluidos F-35 y F-16, para patrullar el Mediterráneo oriental y disuadir una guerra total que involucre a los vecinos de Israel. La Royal Navy británica también ha desplazado barcos y helicópteros militares a la región. "Es probable que Estados Unidos intervenga directamente con ataques aéreos y navales si la existencia de Israel se ve amenazada", ha dicho esta semana el general estadounidense Barry McCaffrey.
McCaffrey, general retirado, se hace esta pregunta: "¿Intervendrá Hizbulá desde el Líbano con sus más de 100.000 cohetes? ¿Se incendiará Cisjordania? ¿Y qué harán los sirios y los egipcios?". El militar estadounidense aseguró que "si vemos una intervención militar siria o una intervención militar iraní activa, iremos a la guerra", pero descartó que EEUU envíe tropas a la región "dadas las capacidades terrestres de las Fuerzas de Defensa de Israel, añadió McCaffrey.
"Hamás no puede ser eliminado"
El Gobierno israelí ha manifestado su voluntad de acabar de una vez por todas con Hamás. Sin embargo, tal y como advierte Richard Haas, presidente emérito del Council on Foreign Relations (CFR), en un artículo, "Hamás no puede ser eliminado, porque representa tanto una ideología como una organización". "Los esfuerzos por destruirlo corre el riesgo de aumentar el apoyo hacia ellos", previene, citando al antiguo secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, quien cuestionó que los ataques con drones contra terroristas pudieran estar creando "más" al provocar víctimas civiles colaterales.
Además, en opinión de Haas, Israel se enfrenta al "grave dilema" de cómo consigue debilitar a Hamás y disuadirle de nuevos ataques sin arrastrar al conflicto al partido-milicia chií libanés Hezbolá, que cuenta con 150.000 cohetes con los que atacar Israel, además de extender la violencia también a Cisjordania.
Según advierte a su vez Bruce Hoffman, experto en terrorismo del CFR si finalmente Israel opta por una ofensiva terrestre en Gaza a gran escala no solo podría arrastrar a Hizbulá e incluso a Irán, que apoya tanto al grupo libanés como a Hamás, al conflicto, sino también atraer "a combatientes extranjeros de Al Qaeda y los talibán".
El aviso de la OTAN a Hizbulá
La OTAN pidió ayer a Irán y a la milicia libanesa Hizbulá que no "se aprovechen" del enfrentamiento entre el Estado israelí y Hamás ni lleven a cabo una escalada del conflicto. De momento, Estados Unidos "aún" no ha encontrado "ningún indicio" de la participación iraní en los ataques del grupo terrorista Hamás, financiado y apoyado por Teherán.
La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes. El país persa celebró con felicitaciones y fuegos artificiales el inicio del ataque de Hamás el sábado y el Gobierno iraní ha dado su apoyo a "la legítima defensa del pueblo palestino".
Con información de Efe y Europa Press