El Futuro de Venezuela
"En Venezuela no habrá un conflicto armado como en Irak”
Para el secretario general del partido venezolano La Causa R, José Ignacio Guédez, si el Ejército "realmente apoyara a Maduro, ya hubiera metido preso a Juan Guaidó"
José Ignacio Guédez, secretario general del partido La Causa R, lleva un año “atrapado” en España. El gobierno chavista le ha negado el pasaporte a su hija, que nació aquí, ya que el embarazo era de riesgo y el parto demasiado complicado para producirse en la Venezuela de la falta de insumos y medicamentos. Guédez, que en 2017 fue el secretario principal de la Asamblea Nacional, reconoce que Juan Guiadó está haciendo una labor excepcional. El político, que suena como embajador de Países Bajos o Portugal en la administración paralela de Guaidó concede una entrevista a LA RAZÓN para debatir sobre el futuro de su querida y añorada Venezuela.
¿Cómo ve el proceso que vive Venezuela, los cambios y anuncios, desde que comenzó este 2019?
La clave para entender la actual coyuntura es el desconocimiento a la elección de Maduro el año pasado. Y si nos vamos un poco más atrás, creo que el verdadero inicio de este capítulo fue la ruptura de la trampa del diálogo en República Dominicana. Quiero reivindicar el rol que ejerció Julio Borges en Rep. Dominicana cuando se negó a firmar un acuerdo que nos iba a llevar a unas elecciones controladas por la dictadura para legitimar la dictadura como por ejemplo ocurrió en Nicaragua y fíjate como el pueblo también luego reaccionó. En Latinoamérica los pueblos luchan por su libertad, hay crisis económica, humanitaria, pero no nos equivoquemos, en Latinoamérica los pueblos luchan por libertad. Al no suscribirse ese supuesto acuerdo que nos iba a llevar al escenario de legitimar una dictadura se desconoció luego en coherencia con eso la elección de Maduro, que fue una elección con presos políticos, con partidos inhabilitados, sin voto en el exterior (porque los 4 millones de venezolanos no tiene derecho a votar en este momento), con control social, donde la comida te la dan a través de un carné que te lo piden para votar (el carné de patria). Fueron unas elecciones en condiciones que no avaló nadie, ni en América ni en Europa.
Y lo que está pasando ahora es la consecuencia lógica de ese momento. Esos países que no reconocieron esas elecciones están actuando en consecuencia, casi todos, desconociendo a Nicolás Maduro, ya que el 10 de enero, le venció el periodo. Y más allá de que su desempeño ya era dictatorial y hay crímenes de lesa humanidad que están siendo investigados y que ya era un dictador y que incluso con la Constituyente ya se había acabado el estado de Derecho en Venezuela. Más allá de eso, el nuevo dato es que, por primera vez, Maduro no tiene legitimidad de origen. Aunque siempre estuvo cuestionada, ya no cabe duda de que a partir del 10 de enero, es un usurpador. Ya hasta ha perdido el sustantivo de “presidente”. Esto ha generado esta etapa de desconocimientos a Maduro, con el gran avance de que han venido acompañados del reconocimiento a Juan Guaidó, que como presidente de la Asamblea Nacional, y por vía constitucional llena el vacío de poder que dejó la ilegitimidad de origen de Maduro. Guiadó es un presidente constitucional, es democrático y legítimo. Celebramos, agradecemos y valoramos que España y muchos países de Europa lo reconozcan hoy día.
¿Cómo van a ser esos nombramientos como embajadores para la administración paralela en los países que han reconocido a Juan Guiadó?
El procedimiento es que el presidente Juan Guaidó los propone y la Asamblea Nacional los aprueba en votación. La idea es que todos los partidos se sientan representados. Esto es una coalición unitaria, liderada en mi opinión de forma excepcional, por Guaidó, quien ha resultado ser un líder ajustado a las circunstancias y al momento. Un líder de la transición que era muy importante y que de la noche a la mañana lo tuvimos y que ha sorprendido para bien. Le tocará a él, proponer y a la Asamblea, aprobar. Mi partido es el quinto partido con más diputados en Venezuela. Por supuesto es parte de todos estos acuerdos. Lo importante es la pluralidad y, por supuesto, conseguir los perfiles más adecuados para estos cargos porque es un momento histórico. Esto no es un tema de repartir sino de ejecutar la transición en los mejores términos posibles. Después de una lucha de 20 años, no podemos equivocarnos. Nosotros apoyaremos cualquier decisión que nos incluya o no. Estamos totalmente dispuestos a trabajar en equipo en favor de la transición, con el fin de liberar a Venezuela, porque lo primero es hacer cesar la usurpación. Yo creo que los nombramientos de estas representaciones con los países que reconocen a Guiadó tienen una gran importancia y que es justamente lograr articular a la comunidad internacional en torno a la agenda interna de Venezuela, que está muy bien definida. Hacer cesar la usurpación (sigue Maduro en ejercicio ilegítimo del poder) para luego convocar elecciones libres en Venezuela y restablecer la democracia.
¿De cuánto tiempo estamos hablando?
Más allá del lapso del tiempo, que yo creo que será un año, lo mejor es graficar los pasos qué hay que dar. Hacer cesar la usurpación, quizá lo que menos depende de nosotros, y le pedimos ayuda a la comunidad internacional para apoyar eso. Necesitamos de los militares, de la comunidad internacional y del pueblo que está hoy movilizado en la calle pidiendo que Maduro se vaya para lograr cesar la usurpación. Luego, se está haciendo en paralelo, el nombramiento de los rectores para el Consejo Nacional Electoral (CNE). Es un poder que además de tener los periodos vencidos hace mucho, en su desempeño está claro que es un poder secuestrado por la dictadura. La Asamblea Nacional tiene la facultad de nombrar los rectores y lo comenzará a hacer. Ayer justamente empezó ese proceso, que es un proceso parlamentario. No es algo ejecutivo, no es de la noche a la mañana. Es un proceso constitucional y se hará apegado a la Constitución. Una vez que se nombren los rectores debe permitirse que el venezolano que está en el exterior pueda "censarse". Para eso hay que tener control de los consulados, cosa que no ha pasado. Es un tema operativo. Y es muy importante que España y Europa entiendan que el objetivo claro que es convocar a elecciones libres cuanto antes, pero se requieren unos requisitos importantes: liberar a los presos políticos, cesar la inhabilitación, legalizar partidos políticos. Venimos de una dictadura. Creo que la transición tiene que cumplir los objetivos para que la elección sea libre. Si el problema fueran las elecciones se hubiera resuelto el año pasado, pues hubo unas elecciones. Pero el problema es la dictadura. Es que en Venezuela hay una dictadura y la elección tiene que ser en libertad. Lo que tardemos en acabar con la dictadura y crear elecciones en libertad se llama transición. Más que un plazo de tiempo debemos ponerlo unos objetivos.
En cuanto a los rectores del futuro CNE, ¿Cuál es el perfil? ¿No tienen que ser políticos, verdad?
Tienen que ser independientes, es una norma constitucional, aunque ese requisito lo rompió el Gobierno de Maduro, que no deben estar adscritos a ningún partido político. Hay un comité postulaciones que integran universidades, sociedad civil organizada... Hay control social y político en el Parlamento. Es un proceso diseñado para que sean personas con el perfil adecuado e independientes. Que es lo que queremos los venezolanos, la independencia, que haya observadores internacionales, el sufragio universal, y que no haya control social. Para eso ayudará la ayuda humanitaria y así el resultado será legitimador. Lo que queremos es un presidente legítimo con el voto de los venezolanos.
Sobre la ayuda humanitaria, ya que Maduro no reconoce que haya una crisis humanitaria en Venezuela, ¿cómo se va a gestionar esa ayuda prometida desde Estados Unidos, desde la UE, desde Alemania...? ¿A través de estos embajadores que va a nombrar Guaidó aquí en la UE y Carlos Vecchio en Estados Unidos?
Existe una comisión encargada dentro y fuera de Venezuela para que la ayuda humanitaria, que ya está llegando a los centros de acopio, en Colombia y Brasil, y también se está hablando de una isla cercana a Venezuela. Lo que va a pasar los próximos días es la entrada. Hay ya diputados de la Asamblea Nacional encargados de este tema (tanto dentro como fuera) por ejemplo me reuní en Washington con José Manuel Olivares, que está articulando esta llegada desde allí. Lo que tendrán que hacer los nuevos embajadores en Europa es articular cualquier ayuda que sume a eso y ver los aportes que se hagan como ayuda humanitaria, que no es cosa de un día. Lo importante es que esa primera ayuda llegue y ver qué van a hacer los militares en este caso. Por supuesto hay un componente político importante en la ejecución de la entrada de esta ayuda humanitaria pero se aspira a que esa ayuda luego sea permanente por mucho tiempo, porque al final esa ayuda requiere muchísima ayuda.
¿Por qué respaldan los militares a Maduro?
La Fuerza Armada, si realmente apoyara a Maduro, ya hubiera metido preso a Juan Guaidó. Tampoco es que apoyen a Maduro, pues son una fuerza desarticulada (hay 400 militares presos en las mazmorras de la dictadura). Esos no le apoyan, obviamente. Maduro los ha desarticulado, ya no tienen capacidad operativa, los mandos medios están presos. Lo que hay es generales cómplices de los delitos, de lesa humanidad. Estamos hablando de un narcoestado. Estamos hablando de negocios de petróleo, de contrabando de oro, de narcotráfico... Donde la cúpula militar tiene participación. Y unas tropas que tampoco apoyan a Maduro. La prueba es que Guaidó esté en las calles todos los días y convocando al pueblo. Eso debe romper el mito, algo que es importante decir en Europa, de que en Venezuela no hay riesgo de guerra civil. Primero porque la oposición no está armada. Segundo, porque Maduro exagera cuando dice que su gente está armada, que además de un delito de lesa humanidad, es una exageración porque si no Guaidó tampoco estaría en la calle, sin guardaespaldas. Si hay, obviamente, una estrategia de persecución del Gobierno, este momento se está ejecutando un exterminio selectivo, en sectores populares, sobre todo de un brazo armado de la dictadura que se llama el FAES. Pero básicamente, la violencia y la persecución solo están de un lado, del lado de la dictadura. Cuando cese la dictadura y la usurpación, esa violencia se acabará, gracias a mecanismos como la Ley de Amnistía. En Venezuela habrá una reconciliación. Yo estoy seguro y estos días se ha demostrado, que en Venezuela no habrá un conflicto armado como en Irak. En Venezuela no hay conflicto social: todos queremos libertad y queremos quitarnos a un opresor, a un déspota, a un tirano, que tiene quebrada a Venezuela y sumida a la población a la peor crisis de la historia. Venezuela tuvo 40 años de democracia y sabe lo que es la democracia.
¿Cómo cree que va a ser la salida de Maduro?
Como Maduro quiera que sea. Maduro tiene la oportunidad de escoger. Está en sus manos decidir cómo quiere salir de ahí.
Una vez que se ponga en marcha la transición y recuperen sus derechos en el extranjero y su hija tenga un pasaporte venezolano, ¿volverá a Venezuela?
Yo quiero volver a mi país cuánto antes y lo haré en el momento en que sea útil. Es mucho lo que hay que hacer afuera también. La comunidad internacional ha jugado un papel importantísimo. Articular eso ha sido importante. El año que llevo en España he tenido una agenda internacional muy importante y ajetreada. En España y en Europa también se ha hecho mucho. Creo que en esta etapa de transición uno tiene que estar dispuesto para colaborar en el terreno que haga más falta. Yo extraño todos los días a mi país, pero el objetivo es la recuperación de Venezuela. Estoy dispuesto a jugar un rol dentro o fuera, en la medida en que haga falta. El objetivo es llevar la transición a buen puerto: unas elecciones libres en las que el pueblo elija a un presidente que pueda recuperar al país y que lidere a un Gobierno de Unidad Nacional. Aspiramos a jugar un rol importante. Los venezolanos somos “desplazados” como mencionó Pedro Sánchez. Claro que hay venezolanos que se han ido por la crisis económica, pero el verdadero detonante de este éxodo, que nunca se ha visto en la historia de Venezuela, es la falta de libertad, es la dictadura. Una vez que se recupere la libertad, son muchos los venezolanos que volverán. Pero la recuperación de Venezuela se va a hacer desde cero. Por eso necesitamos a la comunidad internacional no solo en la liberación pero también en la reconstrucción.
✕
Accede a tu cuenta para comentar