África

Siria

Ejemplo o espejismo

Los tunecinos son optimistas pero temen que el Nobel no resuelva su principal desafío: la economía

La Razón
La RazónLa Razón

-¿El Nobel a Túnez es un premio ejemplarizante para una región convulsa tras la Primavera Árabe?

-El galardón es un reconocimiento a los logros alcanzados por la sociedad tunecina en los últimos cinco años. La constitución de una revolución pacífica y la celebración de las primeras elecciones libres en la región. Túnez es un ejemplo para sus vecinos: Libia, Egipto o Siria. Éste es el verdadero significado del Premio.

-¿Añade el premio presión a la clase política para que no se desvíe de su camino hacia la democracia?

-Sí, en cierta medida es un fallo similar al de Barack Obama en 2009. El Nobel añade más presión a la clase política para que profundice en las reformas democráticas y es como si les dijera «el mundo os está vigilando».

-¿Cuáles son los peligros a los que se enfrenta Túnez?

-Primero la situación de emergencia económica, que se ha agravado desde la revolución de 2011. La segunda es la política de seguridad y de combate contra el yihadismo. El tercero es el peligro de involución, de regreso del antiguo régimen y del estado policial. Y el cuarto es la emergencia de clanes mafiosos que suponen un aumento de la corrupción. El surgimiento de estas redes mafiosas puede ser el principal desafío para la implantación democrática en Túnez.

-¿Puede el Nobel contribuir a impulsar la imagen e Túnez tras los últimos ataques yihadistas?

-Hubo una sensación de abandono de la comunidad internacional tras los atentados contra los sectores turísticos con todas las alertas lanzadas por los distintos gobiernos. Hubo un temor que se dejase a Túnez a su suerte. Sin embargo el Nobel muestra lo contrario, que la comunidad internacional no se ha olvidado de Túnez.

*Analista político tunecino