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Del disidente de Orbán al youtuber chipriota: las grandes sorpresas del próximo Parlamento Europeo

Desde Hungría hasta Chipre, pasando por España e Italia, cuatro fenómenos políticos distintos pero con elementos en común irrumpen con fuerza en la escena política europea

A challenger to Hungarian Prime Minister Viktor Orbán, Péter Magyar, arrives at a demonstration where he addresses supporters on the eve of European Parliament elections on Saturday, June 8, 2024. (AP Photo/Denes Erdos)
European Election Hungary ProtestASSOCIATED PRESSAgencia AP

Europa da un volantazo a la derecha pero sin tomar la salida de la ultraderecha, que sin embargo aumenta de forma significativa su representación en la Eurocámara impulsada por sus resultados en Francia y Alemania. Los liberales frenaron la hemorragia pese a perder una veintena de escaños y los socialdemócratas resistieron el envite en una noche electoral que no dejó grandes sorpresas pero sí un claro ganador: el Partido Popular Europeo (PPE). La Gran Coalición dependerá una vez más de los conservadores, que suman 10 escaños más con respecto de los comicios de 2019, aunque los liberales tendrán la llave para formar mayorías alternativas con la ultraderecha de los Conservadores y Reformistas (ECR) y la extrema derecha de Identidad y Democracia (ID). Una vía ya descartada por la francesa Valérie Hayer, presidenta del grupo Renew, que garantiza la continuidad del cordón sanitario a los ultras con el futuro de los macronistas en juego en las legislativas de Francia ante el avance arrollador de Marine Le Pen. Dejando a un lado la calculadora de mayorías, el Parlamento Europeo contará en la próxima legislatura con caras nuevas que han provocado auténticos terremotos políticos en sus respectivos países de origen o que, en una escala menor, han irrumpido con fuerza en la escena política continental. Desde el fenómeno Alvise Pérez en España, hasta la elección de un youtuber chipriota de 24 años, estas son las grandes sorpresas que han traído consigo las elecciones europeas.

Alvise Pérez, cajón de sastre de la ultraderecha

Luis Pérez Fernández, alias Alvise (Sevilla, 1990), pasó por UPyD y Ciudadanos antes de sumergirse en el submundo del activismo ultra en redes sociales, especialmente a través de su canal de Telegram. Desde la aplicación de mensajería instantánea, donde acumula más de medio millón de suscriptores, Alvise ha enarbolado un discurso antisistema, aunque inicialmente vinculado a Vox, que funciona a golpe de fake news y acoso a dirigentes políticos. Hizo campaña fuera del radar de los medios de comunicación tradicionales a la cabeza de Se Acabó la Fiesta, una agrupación de electores –no un partido político– que obtuvo ayer el 4,58 por ciento de los votos y tres eurodiputados, prácticamente el mismo resultado que Sumar, la plataforma liderada hasta este lunes por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

En su primer discurso ya como eurodiputado electo, Alvise amenazó con encarcelar al presidente del Gobierno–«Pedro [Sánchez], calienta que sales (...) y más vale que te escondas en un maletero porque te vamos a meter en prisión»– y se comprometió a copiar el modelo Bukele en España, uno de los países más seguros de Europa, con la construcción de una «megacárcel sin piscinas, ni gimnasios, donde meter, previa reforma legislativa, a todos aquellos políticos que viven de la impunidad, el robo y la traición a todos los españoles». Ni Alvise, cabeza de lista, ni sus desconocidos acompañantes, Diego Solier Fernández y Nora Junco García, están afiliados a ninguno de los grupos políticos constituidos en el Parlamento Europeo saliente. Podrían engrosar las filas de ECR o ID, los dos grupos en los que está dividida la extrema derecha, o figurar en adelante como miembros no inscritos. Será una incógnita hasta finales de julio.

Péter Magyar, el disidente de Orbán

Hasta hace apenas cuatro meses nadie conocía a Péter Magyar. Ni siquiera en Hungría. Este antiguo miembro del ultraconservador Fidesz, el partido hegemónico de Viktor Orbán, irrumpió en febrero en la arena política húngara para denunciar un sonado escándalo de corrupción en el que estaba envuelto el primer ministro y le infligió ayer su peor resultado histórico en unas elecciones europeas, con ocho puntos y dos escaños menos que en 2019, pese a encabezar el recuento con el 44,79 por ciento de los votos. Tisza, el nuevo partido de Magyar, alcanzó el 29,6 por ciento en su primera prueba de fuego en las urnas y sumó siete escaños, que buscan nutrir las filas del grupo del PPE, del que Orbán salió en 2021, antes de ser expulsado por violar los valores europeos con sus constantes ataques al Estado de Derecho.

Magyar, que estuvo casado con la exministra de Justicia de Orbán, Judit Varga, y trabajó para el Fidesz precisamente en Bruselas, recorrió 200 localidades del país para hacer campaña contra la corrupción y la deriva autoritaria. El gran disidente de Orbán aspira a que los resultados signifiquen el «comienzo del fin» para el primer ministro, su «Waterloo» particular. Salvo sorpresa, la plataforma de Magyar formará parte del PPE de Manfred Weber, que dijo estar abierto a colaborar con él a expensas de conocer su posición definitiva sobre la guerra de Ucrania. Magyar ha llegado a afirmar que Rusia es el agresor y que hay que salvaguardar la integridad territorial de Ucrania, pero no ha criticado la postura prorrusa de Orbán.

Fidias Panayiotou, el youtuber chipriota

Los votantes chipriotas enviaron ayer al Parlamento Europeo a Fidias Panayiotou, un youtuber de tan solo 24 años que dice no tener la menor idea de política ni de la Unión Europea, ni soportar que los «empollones» sigan gobernando en Bruselas. Más conocido como Fidias, Panayiotou es hijo de un sacerdote ortodoxo griego. Acumula más de 2 millones y medio de suscriptores en su canal de YouTube y otros tantos seguidores en TikTok. Saltó a la fama con un reto en redes sociales que consistía en abrazar a 100 famosos, una lista en la que figuraba el magnate Elon Musk. Lo consiguió. Pasó meses frente a la sede de X, antes Twitter, para poder encontrarse con él.

Fidias presentó su candidatura en enero. Hizo el anuncio vestido con tres corbatas, traje, bermudas y zapatillas deportivas. «Tengo 23 años y no he votado en mi vida, y me dije una noche que, si nunca voto y nunca me intereso, siempre van a estar en el poder los mismos pardillos, y dije ¡basta!», declaró. Ayer obtuvo el 19,36 por ciento de los votos, siendo superado únicamente por los dos grandes partidos de Chipre: la Agrupación Demócrata (DISY, conservador) y el Partido Progresista del Pueblo Obrero (AKEL, comunista). Según el análisis de los datos a pie de urna realizado por el digital Philenews, Panayiotou obtuvo el 40 por ciento de los votos entre los menores de 24 años. Anoche celebró su victoria con un acto en la plaza Eleftheria de Nicosia. «Seré el mejor eurodiputado de la historia (...) Estamos escribiendo la historia. No solo en Chipre, sino en todo el mundo», dijo, y mandó un aviso a navegantes en la cadena pública CyBC: «Los partidos deberían tomárselo como una advertencia de que deben modernizarse y escuchar a la gente».

Ilaria Salis, la italiana liberada por las urnas

La activista antifascista Ilaria Salis, de 39 años, fue detenida en febrero del pasado año en Budapest por agredir presuntamente a dos manifestantes neonazis en el Día de Honor, que conmemora la resistencia de un regimiento de las SS contra el Ejército Rojo. También acusada de conspiración criminal, lleva 15 meses encarcelada en Hungría, primero en prisión y después bajo arresto domiciliario, en unas condiciones que suscitaron protestas en Italia. Hace unos meses, la profesora de Monza apareció en el tribunal encadenada, con las manos y los tobillos esposados. La imagen dio la vuelta al mundo. La Alianza Verde y de Izquierda la colocó como su candidata principal y conquistó el 6,77 por ciento de los votos, un resultado que le asegura un escaño en el próximo Parlamento Europeo. Ahora, Salis está a «un pedazo de papel» de abandonar un año y medio después Hungría, en palabras de su padre, Roberto Salis, que hace referencia al documento que certifica su elección y que, según la normativa europea, le otorga inmunidad y la suspensión del juicio en Budapest.