Francia
El desconocido Thierry Beaudet irrumpe en las quinielas para ser el nuevo primer ministro de Francia
El nombre del presidente del Consejo Económico, Social y Medioambiental, percibido como una figura moderada y de consenso, gana fuerza en las últimas horas para ser el próximo inquilino de Matignon
La última hipótesis que se baraja para Matignon es Thierry Beaudet. Su nombre está en las quinielas para suceder a Gabriel Attal y convertirse en el próximo primer ministro de Francia, siguiendo la estela de otros perfiles que han sonado en las últimas semanas, como Bernard Cazeneuve, Xavier Bertrand y Lucie Castets. Beaudet, presidente del Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE), es un adepto al diálogo y al consenso, pero carece de experiencia política en la materia y es poco conocido por el gran público.
Este profesor de formación, de 62 años, fue elegido presidente de la tercera cámara de la República Francesa en mayo de 2021, con el objetivo de dar voz a la sociedad civil. Destacando una «carrera de compromiso», también ha dedicado gran parte de su carrera al sector de las mutuas de seguros, habiendo presidido la MGEN de 2009 a 2016 y después la Fédération nationale de la mutualité française de 2016 a 2021.
A finales de junio, Beaudet criticó la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, afirmando que no «comprendía» la decisión del presidente Emmanuel Macron, que sumía a Francia «en una crisis política y democrática sin precedentes». En el plano político, también se ha posicionado abiertamente a favor de la eutanasia y en contra de la ley de inmigración, llegando incluso a manifestarse en el Trocadero el 21 de enero.
Elogiado por sus partidarios por su capacidad de «escucha» y descrito como «un hombre equilibrado», «muy trabajador» y con «una gran capacidad de reforma», Beaudet trabaja en una nueva candidatura para el CESE.
Para François Hommeril, presidente de la CFE-CGC, «no es más ridículo que los demás» que se han barajado como posibles candidatos a dirigir el Gobierno. «Podría ser una agradable sorpresa», afirma el dirigente sindical. «No tiene experiencia política», pero en el «complicado» contexto actual, «¿es una ventaja? o ¿es una desventaja?», se pregunta su homólogo de la CFTC, Cyril Chabanier, que no tiene «muchas dudas sobre su compromiso con el diálogo social».
Laurent Escure (Unsa), que «conoce bien a Thierry Beaudet», alabó su «gusto por la síntesis y el interés general». Por parte de la patronal, François Asselin, presidente del CPME, habla a la AFP de «alguien consensual», que procede de «una cultura de centro-izquierda». Pero, señala, si llega a primer ministro, tendrá que «dominar el arte del disenso y quizás menos del consenso, porque estamos en una situación en la que vamos a tener que tomar decisiones».
En la Asamblea Nacional, «la cosa será diferente» que en el CESE, señala Thierry Cadart (CFDT), miembro de la mesa de la institución, y añade que, aunque Beaudet «sabe construir consensos», «algunos podrían criticarle por tardar demasiado en tomar decisiones». «Es un tipo creíble y leal» y un símbolo de la «meritocracia republicana», que se ha elevado «poco a poco» desde sus orígenes en «una familia media de la Orne», elogia a la AFP uno de sus allegados, que habla bajo condición de anonimato. Este deportista, que «lee y aprende mucho», mantiene la calma, «incluso cuando hierve por dentro», asegura este amigo.
Con formación en economía social, Beaudet también fundó en 2017 el grupo VYV, nacido de la fusión entre MGEN, Harmonie Mutuelle e Istya. A su llegada a la dirección deL CESE, reiteró que el papel de la cámara era «consultivo», con el deseo de convertirla en «la asamblea de las conciliaciones esenciales».
Bajo su mandato, la Cese, que se convirtió en la «cámara de las convenciones ciudadanas» en virtud de la ley del 15 de enero de 2021, ha ganado en notoriedad, gracias en particular a la convención sobre el final de la vida, que reunió durante varios meses a unos 200 franceses elegidos al azar para reflexionar sobre una modificación de la ley. «Ha conseguido hacer de la Cese una organización cuyo trabajo es ahora mejor tenido en cuenta por el Parlamento», elogia el macronista Patrick Levy-Waitz, miembro de la cámara.
Pero este hombre «discreto», cercano al ex líder de la CFDT Laurent Berger y al macronista Richard Ferrand, no ha conseguido sacar a la institución de la sombra. «A menudo se critica que en el Cese se hace un trabajo muy bueno, pero se queda en un cajón», dice Chabanier. Para Matignon, «sería una buena manera» de sacarlos a la luz.