San Bernardino
¿Debe preocuparle la seguridad de su iphone?
No cabe duda de que las filtraciones del ex contratista de la CIA y consultor de la NSA Edward Snowden en el año 2013 pusieron de manifiesto la fuerte dependencia y las enormes relaciones que tienen los servicios de inteligencia estadounidenses con las principales empresas tecnológicas del país. Apple, Microsoft, Google o Facebook experimentaron cómo estas revelaciones dañaban de forma importante su imagen pública. Además, el «caso Snowden» quebró la relación de confianza que existía entre la Administración estadounidense y los gigantes tecnológicos del país, erosionando así la estrecha colaboración que estas empresas mantenían, y mantienen, con el sistema nacional de inteligencia.
- Privacidad vs. seguridad
El pasado 16 de febrero, Tim Cook –CEO de la multinacional Apple– hacía pública en la página web de la compañía una carta dirigida a sus clientes en la que explicaba por qué Apple se negaba a facilitar el acceso al terminal de Syed Rizwan Farook, uno de los autores del tiroteo en el Inland Regional Center, en la ciudad de San Bernardino, California, –supuestamente relacionado con el Daesh (Estado Islámico)–, que se saldó con catorce muertos el pasado 2 de diciembre de 2015.
El asaltante fue abatido junto a su mujer por las Fuerzas de Seguridad y el contenido de su teléfono móvil se cree indispensable para la investigación del FBI y para conocer su verdadera implicación en el Daesh. Por lo tanto, con esta decisión, Apple se erigía como el nuevo abanderado de la privacidad. Además, esta negativa a colaborar con las autoridades desencadenó el comienzo de lo que se presumía sería una paradigmática batalla legal por la lucha por los derechos civiles en la era de internet y, más concretamente, por la privacidad.
Sin embargo, el pasado 21 de marzo, el Departamento de Justicia estadounidense solicitaba la suspensión de la vista del contencioso que mantenía la Agencia Federal con Apple para probar un método de acceso al teléfono del asesino de San Bernardino –supuestamente proporcionado por una empresa israelí– que no requería la asistencia del fabricante. En otras palabras, el FBI parecía haber encontrado el modo de hackear el iPhone de Syed Rizwan Farook.
- Golpe a Apple
El aplazamiento de la vista judicial ponía de manifiesto que, por un lado, parece evidente que los esfuerzos del FBI para encontrar un modo efectivo de acceder al teléfono móvil de Farook sin la ayuda de Apple no habían sido suficientes hasta hace unas semanas, posiblemente «porque no lo consideraban necesario», dando por hecha la colaboración de la compañía de la manzana. Por otro lado, el FBI ha lanzado al mundo entero un mensaje sobre la «debilidad» de los mecanismos de seguridad que utiliza Apple en sus productos, algo que puede conllevar imprevisibles consecuencias comerciales en Estados Unidos y en el resto del globo, máxime cuando los productos de Apple son ampliamente consumidos por organismos gubernamentales de muchos países debido a la creencia de que éstos disponen de mejores medidas de seguridad que otros proveedores.
- Un precedente peligroso
Finalmente, el pasado lunes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciaba que el FBI había sido capaz de acceder, sin la colaboración de Apple, al iPhone de Farook. Con este anuncio, quedaba cerrado, de momento, el contencioso entre Apple y la Administración estadounidense.
En definitiva, el conflicto entre el FBI y Apple ha puesto de manifiesto que la batalla por la privacidad está escribiendo sus primeras líneas.
*Subdirector de THIBER, the cybersecurity think tank
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