La oposición venezolana volvió a las calles este miércoles, cuando se cumple un mes de las elecciones presidenciales, para denunciar el supuesto «fraude electoral» del que acusan a Nicolás Maduro con la complicidad del Consejo Nacional Electoral (CNE). Con menor asistencia que en oportunidades anteriores, pero portando copias de las actas de votación que la autoridad electoral se ha negado a hacer públicas, los manifestantes insistieron que «acta mata sentencia», en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia que «certificó» el triunfo de Maduro.

A la concentración asistió la líder opositora María Corina Machado, que permanece escondida para evitar ser detenida por los cuerpos de seguridad del Estado. La fundadora de Vente Venezuela llamó a los presentes, y también a quienes protestaron en distintas ciudades del país y en otros lugares del mundo, a mantenerse activos en una lucha que dijo, sabían que sería larga y difícil.

«Cada uno de ustedes habla hoy en nombre de esos venezolanos perseguidos. Esta fuerza es indetenible. Este es un pueblo indomable que sabe que nos tenemos que cuidar para poder terminar nuestra tarea y llegar hasta el final. Por eso, esto tiene tanto mérito y el mundo se quita el sombrero ante cada uno de ustedes, en Caracas, alrededor del país y el mundo», afirmó ante la multitud.

Machado calificó como «presidente electo» al aspirante opositor, Edmundo González Urrutia, afirmando que ganó los comicios «por paliza». Afirmó que «ni un solo Gobierno democrático del mundo ha reconocido el fraude de Maduro. Es el momento de una nueva calle, para mantenernos en fuerza creciente y avanzando, pero, al mismo tiempo, protegernos, cuidarnos, porque lo que el régimen ha desatado es brutal, nunca antes visto».

La líder opositora aseguró que la sentencia del Supremo que certificó los resultados no sirvió para convencer a nadie, pues el régimen venezolano sigue sin poder mostrar ni una sola acta electoral que sustente ese resultado y desmienta los datos publicados por los testigos de los partidos opositores. «Se equivocan los que creen que el tiempo favorece al régimen. Es todo lo contrario, cada día están más aislados. Se han vuelto tóxicos», subrayaba.

Machado envió un mensaje a las fuerzas de seguridad diciendo «ustedes saben lo que tienen que hacer en base a la Constitución, en esta hora que el régimen persigue a un pueblo que ya decidió». Denunció el encarcelamiento de más de 100 adolescentes durante este mes y pidió a los presos políticos adultos cuidarlos en las celdas.

Machado anunció, además, que González, quien no asistió a la concentración, ha estado teniendo reuniones con gobiernos de todo el mundo. Minutos antes, el candidato opositor emitió un mensaje en las redes sociales recordando que un mes atrás «demostramos que la soberanía reside intransferiblemente en nuestro voto. Hemos dejado claro ante el mundo la verdad de lo que ocurrió: el pueblo venezolano triunfó de manera abrumadora».

En su mensaje, González Urrutia insistió en que el país decidió un «cambio en paz» por los votos, y que la oposición continuará haciendo lo posible para que esa voluntad sea respetada. «Vamos a lograr una transición ordenada, en paz y con garantías para todos, porque la verdad prevalecerá».

Las palabras de Machado marcaron el final de una concentración en Caracas que convocó a varios cientos de personas, que mostraron copias de actas y pancartas que usaban para proteger sus rostros ante los fotógrafos, para evitar estar «expuestos» ante los organismos de seguridad.

«Este fue el peor fraude de América Latina en este siglo. Va a ser difícil que el Gobierno eche para atrás, pero hay que seguir con la presión popular», confiesa uno de los manifestantes a LA RAZÓN. «Todas las veces que sea necesario protestar lo haré, aunque sé que Maduro jamás va a reconocer que fue derrotado», agregó una mujer. «Nosotros queremos vivir en un país normal, con democracia, sin miedo a que nos persigan. Por eso estoy aquí. Ya nosotros decidimos pero nos dejan hacer eso efectivo. Yo creo que es posible lograrlo si nos ayudan presionando, porque así no van a poder gobernar», aseguró un joven.

Entretanto, ya por la tarde, el oficialismo venezolano también realizó una movilización desde distintos puntos hacia el palacio de gobierno de Miraflores, en Caracas, donde Nicolás Maduro se dirigió a sus simpatizantes para celebrar el mes que ha pasado desde «el gran triunfo popular» de la revolución para otros seis años de mandato.