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Rivalidad naval

Australia ya tiene listo su plan para una gran flota de submarinos nucleares con tecnología de EEUU para disuadir a China

El primer ministro Anthony Albanese se reunirá la próxima semana con Joe Biden en EEUU para firmar el ambicioso acuerdo de compra de los barcos bajo la alianza Aukus

Un submarino de la Marina Australiana Marina de Guerra australiana

El primer ministro australiano Anthony Albanese estará el próximo lunes en San Diego (EEUU) para reunirse con Joe Biden y el jefe de gobierno británico Rishi Sunak para firmar el acuerdo de seguridad Aukus, una alianza a tres bandas (EEUU, Australia y Reino Unido) para compartir tecnología militar, que implica la compra de una flota de ocho submarinos de propulsión nuclear de tecnología estadounidense por parte de Canberra. La Marina Real Australiana quiere así sustituir los submarinos de clase Collins de propulsión convencional que se retirarán próximamente. Se trata de una de las mayores operaciones comerciales en el ámbito militar de los últimos años, que supera los 100.000 millones de dólares, y que tiene un claro mensaje disuasorio contra el ascenso económico y militar de China en la región del Indo-Pacífico.

La firma para la creación de Aukus en diciembre de 2021 fue un gran golpe de efecto de Washington. Como escribe el experto en no proliferación nuclear Alan Kuperman, Estados Unidos logra que Australia compre submarinos que estarían bajo el mando de Estados Unidos. Australia aumenta la probabilidad de que Estados Unidos la defienda frente a China. Y Reino Unido refuerza su industria de construcción naval.

Australia se ha convertido en un ariete fundamental para Washington en su programa de posicionamiento militar en la región del Indo-Pacífico, ya que está bien situada en términos geoestratégicos como ancla meridional para las fuerzas estadounidenses lejos del alcance de China.

No es de extrañar que EEUU esté ahora dispuesto a compartir información sensible de su industria nuclear submarina con Australia para construir esta flota de barcos. Según The Canberra Times, se están barajando cinco opciones para los futuros barcos australianos: la clase Virginia de EEUU; la clase Astuta británica; un híbrido basado en el modelo británico pero equipado con un sistema de armas estadounidense; un submarino estadounidense de nuevo desarrollo, o un nuevo submarino británico, el SSNR. En su día se especuló con la idea del submarino de la clase Virginia, el último diseñado en EEUU, que funciona con un solo reactor nuclear y puede viajar a más de 25 nudos con una tripulación de 130 personas.

Sea la cual sea la elección, Albanese sentenció el mes pasado que la alianza Aukus representa “el mayor salto individual” en la capacidad de defensa en la historia de su país.

Australia ha experimentado un vaivén constante en su planificación naval. El gobierno de Tony Abbot quiso comprar submarinos construidos en Japón. Opción que finalmente se rechazó. Su sucesor en el Ejecutivo, Malcolm Turnbull, alcanzó un multimillonario acuerdo con Francia para comprar hasta doce submarinos convencionales. Pero el último primer ministro australiano, Anthony Albanese, frenó la operación en una decisión sin precedentes -calificada desde Francia como "una traición"- para echarse en brazos de Estados Unidos y Londres con la firma de Aukus y la adquisición de varios submarinos de propulsión nuclear, cuya cantidad podría ser desvelada en la reunión de la próxima semana.

Los submarinos de propulsión nuclear ofrecen ventajas adicionales para Australia. El principal argumento es que pueden permanecer bajo el agua durante mucho más tiempo que los modelos diesel-eléctricos, un elemento clave dada la lejanía geográfica del país con respecto a sus vecinos. Otro argumento que apuntan los analistas es el carácter disuasorio con la vista puesta en China y su creciente influencia en el Pacífico de un pacto firmado con Washington y Londres.

Australia aspira a fabricar componentes de los submarinos en su propio territorio. Mientras tanto, el gobierno de Albanese sopesa si alarga la vida útil de los actuales submarinos de la clase Collins o compra nuevos submarinos a Reino Unido como transición hasta que sea capaz de producir la tecnología nuclear submarina y tener en servicio los futuros barcos, algo que no ocurrirá hasta "bien entrado el 2040", según han dicho las autoridades militares autralianas. El periódico Sydney Morning Herald señala que algunos de los submarinos australianos podrían construirse en EEUU "para acelerar su despliegue en el Pacífico".

La reacción de China a Aukus

La creación de Aukus no sentó nada bien en China, que condenó esta alianza con duras palabras al decir que es una amenaza "extremadamente irresponsable" para la estabilidad regional. Pekín también denunció que este pacto "daña gravemente la paz y la estabilidad regionales, intensifica una carrera armamentista y perjudica los esfuerzos internacionales de no proliferación nuclear".

Poco después de anunciarse la creación de Aukus en 2021, China presentó una solicitud para adherirse al Acuerdo General y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP), una decisión interpretada como un cambio del entorno geoestratégico en la región del Indo-Pacífico.

Preocupa la proliferación nuclear

China no fue el único receloso con Aukus. Otros países del sudeste asiático han mostrado su preocupación por una posible proliferación nuclear implícita en el pacto. Los submarinos que tendrá Australia podrían llevar reactores alimentados con uranio altamente enriquecido, una cantidad suficiente para producir cientos de bombas nucleares, lo que sienta un precedente que "fomentaría la proliferación nuclear", según escribe Alan Kuperman. En realidad, está por ver si finalmente los futuros submarinos usarán uranio poco enriquecido (LEU) o llevarán uranio muy enriquecido (HEU). El general australiano que dirige el grupo de trabajo Aukus reveló en la televisión nacional australiana el mes pasado, cuando se le preguntó si Australia quería HEU o LEU: "Aceptaremos el reactor que nos den".

Australia posee además los mayores recursos de uranio conocidos del mundo y es el tercer productor mundial de este metal, por detrás de Kazajistán y Canadá. Solo seis países han operado submarinos nucleares hasta ahora: China, Francia, India, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Gracias a Aukus, en los próximos años Australia se sumará a este exclusivo club y se convertirá en el segundo país, después del Reino Unido, en recibir la tecnología estadounidense.

Qué es Aukus

Aukus es una alianza ambiciosa que incluye objetivos diversos como el fortalecimiento de la cooperación trilateral en ámbitos clave como la ciberseguridad, la inteligencia artificial, las tecnologías cuánticas, el desarrollo de misiles, y el fomento de una “mayor integración de la ciencia, las bases industriales y las cadenas de suministro relacionadas con la seguridad y la defensa”, en palabras del Secretario de Estado Antony Blinken.

Los submarinos de propulsión nuclear son embarcaciones de ataque y pueden llevar ojivas nucleares, si bien el Gobierno australiano ha dejado claro que ninguna de estas embarcaciones llevará a bordo misiles con capacidad nuclear.

Desde Reino Unido, se ha advertido en las últimas horas de la importancia de neutralizar a Pekín en el Pacífico. La alta comisionada del Reino Unido para Australia, Vicki Treadell, dijo este miércoles que la diplomacia y el compromiso en el Indo-Pacífico nunca habían sido más importantes mientras Londres trabaja para aumentar su influencia en la región. "Reconocemos que China plantea un desafío sistémico a nuestros valores e intereses. La competencia entre naciones es saludable, la coerción no lo es", dijo. "Nuestro apoyo inquebrantable a Ucrania ha ocurrido en paralelo con el fortalecimiento de nuestra presencia y compromiso en el Pacífico. Estos no son temas separados, son caras de la misma moneda".