En un escenario de creciente intriga y tensiones internacionales, los recientes casos de espionaje chino en Reino Unido y Alemania han sacudido los cimientos de la seguridad occidental. Ante esta alarmante realidad, Europa se prepara para un nuevo enfoque en el campo del contraespionaje. Pero mientras los países occidentales buscan respuestas, la agencia de espionaje más poderosa de China ha decidido sorprender al mundo al salir de las sombras y confrontar directamente las amenazas extranjeras. Rompiendo con su tradicional hermetismo, el Ministerio de Seguridad del Estado ha lanzado una campaña pública de proporciones épicas destinada a concienciar a sus ciudadanos sobre el peligro constante que representa el espionaje foráneo. A través de videos impactantes y apariciones en eventos públicos, esta poderosa institución busca empoderar a la población presentándola como una pieza fundamental en la defensa de la seguridad nacional. Con este audaz movimiento estratégico, Pekín pretende consolidar su posición y fortalecer la unidad interna.

En medio de esta tormenta de espionaje, Europa se encuentra en una encrucijada. La caza de espías ha cobrado un nuevo impulso y los países europeos están decididos a no ceder terreno en este juego de ajedrez internacional. Y es que este lunes Europa fue sacudida por una serie de escándalos de operaciones encubiertas chinas.

Esta semana comenzó con un anuncio contundente de la fiscalía federal alemana que reveló la detención de tres ciudadanos alemanes acusados de recopilar datos industriales sensibles para usos militares, con vistas a "ampliar el poder de combate marítimo de China". En la orden de detención se alega que una de las personas actuaba como agente del Ministerio de Seguridad del Estado de Pekín. Este delicado asunto se sumó a la detención de un asesor principal de un eurodiputado ultra de Alternativa por Alemania (AfD) este martes por espiar para china. La crisis emerge justo en medio de un debate europeo sobre seguridad económica, basado en parte en la voluntad de evitar que productos de alta tecnología caigan en manos de los militares chinos. Además, la noticia llegó tras el periplo por China del Canciller alemán, Olaf Scholz, durante el cual presionó a Xi Jinping en materia económica al tiempo que ambos se comprometieron a reforzar las relaciones comerciales.

Pero el drama no terminó ahí. Horas más tarde, las autoridades británicas también hicieron un descubrimiento alarmante, y acusaron a dos hombres en virtud de la Ley de Secretos Oficiales por su presunta participación en actividades de espionaje en favor de China. Estos casos han desatado una creciente ansiedad en las principales capitales europeas, ya que se cuestiona la capacidad de contrarrestar la infiltración en las instituciones democráticas, la industria y el ámbito académico.

Está claro que la lucha en el ámbito del espionaje se vuelve cada vez más sofisticada y desafiante, con serias implicaciones para las relaciones internacionales y la seguridad global.

Espionaje con Xi

Con todo, la agencia de inteligencia china ha elevado drásticamente su perfil público bajo el liderazgo de Xi, participando en una serie de operaciones a gran escala y desempeñando un papel más activo en la política interna y externa de Pekín. Es más, ahora es común ver carteles y eslóganes promoviendo la seguridad nacional en diversas ciudades, así como publicaciones diarias en redes sociales que alertan sobre amenazas que supuestamente acechan al país.

En un video impactante que marcó el Día de Educación en Seguridad Nacional, el Ministerio de seguridad (MSS por sus siglas en inglés) muestra cómo espías extranjeros se infiltran en diversos lugares, desde fotógrafos de moda hasta repartidores de comida. Con música ominosa de fondo, la grabación advierte de que estos agentes pueden estar en cualquier parte, incluso en las vidas cotidianas. Sin embargo, el mensaje principal es claro: la seguridad nacional es responsabilidad de los 1.400 millones de ciudadanos chinos, quienes se convierten en la primera línea de defensa contra esta lacra.

En una cinta del temido MSS se detalla una lista de los "10 principales" casos de espionaje y de casos basados en chivatazos de miembros del público, incluidas las "fuerzas extranjeras hostiles" que, según Pekín, están detrás del movimiento prodemocrático de Hong Kong, y pide una mayor concienciación pública Además, se presenta el testimonio de un individuo de origen chino-estadounidense, quien confiesa haber sido presuntamente reclutado como agente de inteligencia por parte de las autoridades estadounidenses. Según relata, su sentido de patriotismo fue apelado y fue "engañado" para traicionar a su país de origen. Este hombre, de aproximadamente 70 años de edad, habría sido condenado en 2023 en China a cadena perpetua.

Guoanbu

Conocida también como Guoanbu, esta institución para la seguridad china ha expandido su alcance y actividades, involucrándose en operaciones de contraterrorismo, seguridad en el extranjero, represión interna y ampliación de la influencia del país a nivel global. Además, ha intensificado su cooperación con otros servicios de inteligencia y ha fortalecido sus capacidades en tecnología y ciberespionaje. El aumento del perfil público de la Guoanbu ha sido una estrategia deliberada del régimen comunista para mostrar su poderío e influencia en el escenario mundial. Sin embargo, esto también ha generado preocupaciones sobre la creciente vigilancia y represión por parte del estado chino, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Durante la Revolución Cultural de Mao Zedong, se animaba a los ciudadanos a delatar a parientes y vecinos. Décadas después, China se ha modernizado y se ha convertido en una de las naciones más poderosas del mundo económica y militarmente, mientras Xi intensifica su represión por los riesgos percibidos para la seguridad nacional, a un nivel nunca visto desde la época de Mao.