Oriente Medio
Así es el polémico batallón israelí Netzah Yehuda, una unidad con un largo historial de atropellos e impunidad
Estados Unidos estaría considerando imponer sanciones a este batallón, cuya polémica labor ha sido defendida por Netanyahu o el ministro de Defensa.
El batallón israelí de judíos ultraortodoxos Netzah Yehuda, que Estados Unidos estudia sancionar por las denuncias de abusos contra palestinos, tiene un largo historial de maltratos y de impunidad, según medios israelíes y analistas.
El batallón se creó en 1999 para incitar a los jóvenes jaredíes (ultraortodoxos) a integrar el ejército, garantizándoles el respeto a sus creencias: estricto régimen alimenticio, ausencia de mujeres en sus bases, tiempo reservado para el rezo y el estudio de la Torá.
Desde la fundación del Estado de Israel en 1948, los jaredíes ("Los que temen a Dios") están exentos de realizar el servicio militar, obligatorio para todos los israelíes. Esa excepción es vista cada vez más con malos ojos en el país, donde crece la población ultraortodoxa.
La unidad sedujo poco y la mayor parte del batallón está constituido de jóvenes ultraortodoxos que rompieron con su círculo y ven "al ejército como una manera de integrar la sociedad israelí y ganar su vida", explicó a AFP David Khalfa, codirector del Observatorio de África del Norte y de Medio Oriente de la Fundación francesa Jean-Jeaurès.
El batallón también integra "nacionalistas religiosos más bien radicales" y "muy hostiles a los árabes", añadió.
Mala reputación
El batallón, caracterizado por una "fuerte homogeneidad ideológica y sociológica", adquirió "una mala reputación", señaló.
"El batallón atrae a sionistas religiosos, cuyas convicciones religiosas se mezclan a un militarismo nacionalista" e integra "colonos de asentamientos salvajes" de Cisjordania, señaló por su parte Marwa Maziad, profesora de estudios israelíes de la Universidad de Maryland.
Integrado por unos mil efectivos, la unidad estaba estacionada en Cisjordania hasta 2022. En este territorio, ocupado por Israel desde 1967, viven cerca de 50.000 israelíes en asentamientos considerados ilegales por el derecho internacional, junto a tres millones de palestinos.
"Una gran parte de sus soldados nacieron y crecieron en Cisjordania. Son colonos de segunda y tercera generación" que se encargan "de operaciones policiales y de contrainsurgencia en Cisjordania", subrayó David Khalfa.
"Un número significativo de ellos, no todos, cometió exacciones y el ejército aplicó pocas sanciones" debido a las presiones de los poderosos partidos ultraortodoxos, añadió.
El batallón estuvo en el punto de mira en enero de 2022 tras la muerte de Omar Assad, un palestino que también tenía la nacionalidad estadounidense, a manos de sus soldados.
Assad estuvo acostado sobre el vientre durante más de una hora, esposado, amordazado y con los ojos vendados, en plena noche de invierno.
Después de que la información saliera a la luz, la prensa israelí recordó los actos de agresión, muchas veces impunes, cometidos por el batallón contra los palestinos, así como los episodios de insubordinación.
El diario Jerusalem Post recordó que sus soldados dejaban que los colonos atacaran a palestinos mientras que el periódico Haaretz denunció la "clara conexión ideológica entre los habitantes de las colonias y los asentamientos salvajes" de Cisjordania con "los soldados de Netzah Yehuda".
Los debates sobre el batallón despiertan pasiones hasta "dentro del ejército israelí", donde algunos consideran que es "peligroso" que el cuerpo armado "agrupe a tantos jóvenes que compartan la misma ideología nacionalista", señala Khalfa.
Tras la muerte de Assad y los pedidos de investigación de Washington, el batallón fue trasladado hacia los Altos del Golán, cerca de la frontera siria.
Pero desde el 7 de octubre y la ofensiva lanzada por Israel en la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamás contra su territorio, "el ejército tuvo que volver a movilizar esta unidad en Cisjordania, lo que dio lugar a algunos comportamientos problemáticos", explicó Khalfa.
Pero "lo que conduce a Estados Unidos a plantearse sanciones contra Netzah Yehuda es el sentimiento de impunidad" de la que goza esta unidad, consideró.
El ejército israelí afirmó por su lado que "el batallón opera con profesionalismo y valor, conforme al código de conducta de las fuerzas israelíes y en el respeto absoluto del derecho internacional".
De hecho, han recibido apoyos importantes. Es el caso del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que se reunió este martes con las tropas del batallón. Posteriormente, el ministro se reunió con el comandante de la División 162 de las FDI, el general de brigada Itzik Cohen, y discutió con él los preparativos de la división para continuar la lucha para desmantelar las brigadas de Hamás en la Franja de Gaza.
El ministro habló con los soldados de Netzach Yehuda, que luchan estos días en el barrio de Beit Hanoun, en el norte de la Franja de Gaza, y les dijo: “Todo el establishment de defensa, las FDI y también el Estado de Israel los apoyan, les dan las gracias y les desean fortaleza en su acción para proteger al Estado de Israel. El lugar en el que se encuentran, Beit Hanoun, es donde protegen a la ciudad de Sderot de un ataque, una incursión y, por supuesto, el lanzamiento de cohetes. Quiero decirles que los errores y el mal funcionamiento ocurren en todas partes donde hay actividad militar y no deben suceder, ciertamente no cosas relacionadas con cuestiones normativas que no deberían practicarse, pero que un soldado o dos hayan hecho algo mal no ensombrece a todo el batallón. El batallón es un arma de combate que hace su trabajo a un nivel muy alto. Si algo le sucede a alguien, lo solucionamos. Nadie en el mundo nos enseñará qué son la ética y las normas", dijo Gallant.
"Los comandantes y tropas del batallón Netzach Yehuda operan en la primera línea; desde el estallido de la guerra han estado trabajando para expulsar a las fuerzas de Hizbulá de la frontera norte, frustrar el terrorismo en Judea y Samaria (Cisjordania ocupada), y más recientemente, están operando para desmantelar brigadas de Hamás en Gaza", detalló el ministro.
“Cualquier intento de criticar a una unidad entera arroja una pesada sombra", continuó Gallant, que le dijo a EE.UU. que dañar a un batallón afecta a "todo el sistema de defensa" y que ese "no es el camino correcto para socios y amigos”. A su vez, Gallant aseguró que "cualquier evento que se desvíe de las normas" tendrá consecuencias, sin dar detalles sobre acciones disciplinarias o medidas que se adoptarían.
La disputa pública entre Israel y Estados Unidos se produce después de que una investigación del medio norteamericano ProPublica revelase el miércoles que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, lleva meses ignorando las recomendaciones de un panel especial del Departamento de Estado que busca descalificar a varias unidades militares y policiales israelíes debido a violaciones de derechos humanos.
Estas sanciones prohibirían a esta unidad y a sus miembros recibir cualquier tipo de asistencia o entrenamiento militar estadounidense, amparándose en una ley de 1997 que estipula anular la ayuda exterior de Estados Unidos a unidades militares presuntamente acusadas de haber cometido violaciones de derechos humanos.
Según el comunicado, Gallant también mantuvo una conversación telefónica con Blinken "recientemente", y ayer temprano con el embajador de Estados Unidos en Israel, Jack Lew.
El domingo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, condenó las intenciones de EE.UU., calificándolas del "colmo del absurdo" al afectar a quien aseguró "luchan contra monstruos terroristas", expresó Netanyahu en la red social X.
Según recoge el medio israelí minoritario y liberal +972, en 2015 el batallón Netzach Yehuda disparó a un palestino aparentemente desarmado durante una protesta en Silwad, cerca de Ramala, y varios soldados torturaron a detenidos palestinos utilizando descargas eléctricas.
A finales de 2018, este batallón se enfrentó a policías de frontera que estaba arrestando a colonos israelíes en un esfuerzo por liberar a los sospechosos. Poco después, agredieron y torturaron a un padre delante de su hijo, ambos palestinos detenidos, mientras que en 2019 fueron grabados en vídeo agrediendo a beduinos en el sur del país, entre una larga lista de acciones cuestionables.