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Catar: Proscrita por sus socios por «apoyar el terrorismo»
Arabia Saudí, Egipto, Bahrein, Yemen y Emiratos Árabes Unidos rompen relaciones diplomáticas y comerciales con Doha.
Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin decidieron hoy cortar relaciones diplomáticas con Catar y aislar al pequeño emirato del golfo Pérsico, al que acusan de apoyar el terrorismo, lo que abre una crisis en la región.
Catar, el país con mayor renta per capita del mundo, ha quedado aislado por tierra, mar y aire tras una inesperada decisión tomada por cinco países liderados por Arabia Saudí y respaldada por Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahrein, Yemen y Egipto. En la declaración saudí se argumenta que Catar proporciona apoyo continuado a «grupos terroristas» con el objetivo de «desestabilizar la región». En el comunicado se puede leer que esta monarquía «abraza a grupos terroristas y sectarios que intentan perturbar la estabilidad en la región, incluyendo los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda, y promueve el mensaje y los esquemas de estos grupos a través de sus medios de comunicación constantemente», denunció Riad a través de la agencia oficial de prensa saudí SPA.
Con el fin de «proteger su seguridad nacional de los peligros del terrorismo y el extremismo», Riad decidió «cortar los vínculos diplomáticos y consulares con Catar y cerrar todos los enlaces terrestres (frontera), marítimos y aéreos», advirtió la nota. Tras esta ruptura sin precedentes, Arabia Saudí decidió cerrar la frontera terrestre, vital para Catar, a través de la cual importa gran parte de sus alimentos y otros productos básicos. Los viajes aéreos y marítimos también han sido suspendidos.
Además, los cuatro países del Golfo han dado a los ciudadanos cataríes catorce días para salir de sus respectivos países, y a los diplomáticos 48 horas. A los ciudadanos de Catar no se les permitirá entrar ni viajar por los Emiratos Árabes Unidos y los emiratíes tampoco podrán viajar a Catar.
Por su parte, las compañías aéreas Etihad Airways y Emirates anunciaron que suspenderán todos los vuelos hacia y desde Catar a partir de hoy. Emiratos Árabes Unidos declaró que tanto su espacio aéreo como sus aguas estarían cerradas a los barcos y aviones del ahora país proscrito.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de EAU culpó a Catar de «violar la declaración emitida en la Cumbre Islámica» en la que participó Donald Trump en Riad el pasado 21 de mayo en la que se pidió luchar contra el terrorismo en la región y contra Irán, considerado «un patrocinador estatal del terrorismo». Además de cortar sus vínculos con Doha y romper las relaciones bilaterales, los países del Golfo y Egipto expulsan al reino catarí de la coalición árabe que lucha contra los rebeldes hutíes y Al Qaeda en Yemen, acusándola de apoyar el terrorismo. Esto abre la peor crisis diplomática en años entre algunos de los estados más poderosos del mundo árabe.
A la decisión de congelar las relaciones económicas y diplomáticas con Catar se unió después el Gobierno oriental de Libia, según anunció ayer su ministro de Relaciones Exteriores, Mohamed Dayri. También Yemen y Maldivas. Por el contrario, Turquía, que también apoya a la Hermandad Musulmana en Egipto, se ofreció como mediador para esta crisis, la peor de los últimos años.
El Gobierno catarí respondió calificando las medidas de «injustificadas y sin fundamento», según un comunicado el Ministerio de Exteriores recogido por France Presse. Desde la perspectiva de Doha, tienen «un objetivo claro: colocar al Estado [de Catar] bajo tutela, lo que constituye una violación de su soberanía» y es «absolutamente inaceptable», se quejó el Gobierno catarí.
El origen de la disputa viene a raíz de unos comentarios atribuidos al emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad al Zani, tras el viaje de Trump a Riad hace dos semanas, en el que criticó la propuesta saudí y norteamericana de «contener y confrontar a Irán». Trump ha hecho de Teherán uno de los grandes enemigos exterioes, y su visita a la región puede haber influido en esta drástica medida liderada por Riad, que se puede haber sentido legitimada por Washington. Funcionarios cataríes afirman que las declaraciones del jeque Tamim fueron fabricadas por «hackers», pero el incidente ha llevado a reabrir las tensiones entre vecinos, que en 2014 ya vivieron una crisis diplomática con Doha, cuando Arabia Saudí, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos retiraron a sus embajadores alegando el apoyo de este país al terrorismo.
Sin duda, las diferencias entre los ricos estados del Golfo complican la estrategia de EE UU contra el Daesh e Irán. Washington cuenta con la base aérea de Al Udeid en Catar, desde donde realiza ataques aéreos contra grupos armados de la región. También tiene una base naval en Bahrein, sede de la Quinta Flota de la Marina. Por ese motivo, el Gobierno de Trump pidió ayer calma en medio de la crisis, y el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que las divisiones en el Golfo no afectarían la lucha contra el terrorismo de EE UU y las operaciones militares en la región.
NEXOS DE DOHA CON EL TERRORISMO
Al Qaeda: Umair al-Nuaym, ex presidente de la Federación de Fútbol de Catar, llegó a donar dos millones de dólares al mes a Al Qaeda en Irak, según informes del Departamento del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Frente Al Nusra: Catar ha patrocinado a la filial de Al Qaeda en Siria desde 2013. El emirato también ha pagado rescates de cientos de millones de dólares para liberar a rehenes extranjeros cautivos de Al Nusra.
Estado Islámico: Abdul Karim al-Thani, miembro de la familia real de Catar, dio pasaporte catarí a Abu Musab al-Zarqawi, el fundador de Al Qaeda en Irak, predecesor del EI, y donó un millón de dólares a una cuenta bancaria para financiarlda. Doha canalizó dinero a través de la rama sudanesa de Qatar Charity, que construyó complejos de viviendas para albergar y entrenar a extremistas en Sudán.
Hamas: Es el país que más dinero ha donado a Hamas, considerada organización terrorista por EE UU e Israel. En 2014 donó 400 millones a la organización en la Franja de Gaza.