Argentina

Massa y Milei pugnan por los votos del centro derecha de Juntos por el Cambio

El candidato de la Libertad Avanza ofrece un ministerio a Patricia Bullrich para atraer a sus 6,2 millones de votantes

October 16, 2023, Barrancas de Belgrano, Argentina: Patricia Bullrich speaks during the first closing ceremony of her campaign for the next Argentine presidential election. First closing of Patricia Bullrich's campaign ahead of the Argentine presidential elections on October 22, 2023. 16/10/2023
Bullrich hace un guiño a Milei y plantea trabajar "desde el lugar que me toque"Europa Press/Contacto/Cristobal Europa Press

La carrera hacia la Casa Rosada que libran el peronista Sergio Massa y el polémico Javier Milei pasa por convencer a los 6,2 millones de argentinos que en la primera vuelta dieron su apoyo a la coalición de centro-derecha macrista Juntos Por el Cambio de la candidata Patricia Bullrich, y ahora tienen en su mano decantar la balanza en uno y otro sentido en la segunda y definitiva vuelta de las presidenciales que se celebrará el próximo 19 de noviembre.

La sorprendente victoria de Massa en la primera vuelta, en la que, contra los pronósticos de las encuestas, obtuvo más de un 6% más de apoyos que Milei, mostró que el actual ministro de Economía ha logrado movilizar al tradicional voto peronista, quizá favorecido por el temor a un rival con propuesta tan heterodoxas como dolarizar la economía, cerrar el banco central y legalizar la venta de órganos.

Pero el reto ahora es atraer a los votantes de la derecha y centro derecha, tradicionalmente opuestos al peronismo, especialmente el kirchnerista, pero que no terminan de comulgar con el mensaje incendiario de Javier Milei. Los analistas coinciden en que el candidato que consiga seducir a un mayor porcentaje de los partidarios de Bullrich será el próximo presidente de Argentina.

Los dos contendientes se dedicaron a la tarea ya en la misma noche electoral. Massa hizo un llamamiento a los votantes que comparten con el peronismo la defensa de la educación pública y la independencia judicial a sumarse a su causa. «Voy a hacer el mayor esfuerzo en los próximos 30 días para convencerlos», declaró.

Milei, por su parte, invitó a la derrotada Bullrich a sumarse a un hipotético gobierno suyo. «Si ella quisiera sumarse, ¿cómo no la voy a incorporar?», se preguntó. Milei destacó que dos tercios de los votantes votaron contra el peronismo en la primera vuelta y emplazó a los descontentos a apoyarlo en la segunda vuelta para desalojarlos del poder.

La palabra de Bullrich también se dejó oír. La que fuera de ministra de Seguridad en la presidencia de Mauricio Macri fue endureciendo su discurso y poniendo cada vez mayor énfasis en la inseguridad para contener el fenómeno Milei. Pero la táctica no dio resultado y ahora Bullrich ha dejado claro que prefiere cualquier cosa antes que un nuevo gobierno peronista. «Nunca vamos a ser cómplices del populismo en Argentina», anunció. La excandidata de Juntos por el Cambio volvió ayer a asumir la dirección de Propuesta Republicana (Pro), uno de los partidos que integra esa coalición, tras la derrota. En una carta enviada a la formación cofundada por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), la exministra de Seguridad dio «por finalizada la licencia oportunamente solicitada» para iniciar su carrera hacia la Presidencia de la República. La derrota del domingo deja muy tocada a la coalición Juntos por el Cambio, ya que Bullrich no pudo retener el 28 % de respaldo que había alcanzado en las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) celebradas en agosto, con la suma de sus votos y los de Rodríguez Larreta. Con cuestionamientos acerca del liderazgo de la figura de Macri y diferencias habidas con la Unión Cívica Radical (UCR), otro partido integrante de Juntos por el Cambio, la coalición está al borde de una crisis.

En realidad, la familia del centro-derecha argentino es tan plural y compleja como el resto del país y predecir cómo se comportarán sus votantes, una tarea difícil. La coalición Juntos Por el Cambio se nutre de Pro, el partido de Macri, totalmente enfrentado al peronismo y al kirchnerismo, pero también de los herederos de la Unión Cívica Radical del fallecido presidente Raúl Alfonsín, de línea más moderada. Captar a estos son la gran esperanza de Massa. A juzgar por sus declaraciones, Milei ya los da por perdidos. «Subió el voto de Massa y bajó el de Bullrich. Ahí está claro quiénes son los que traicionaron», les acusó.

Además de los votos de Juntos por el Cambio, Massa y Milei también se disputan los del partido Hacemos por Nuestro País (del peronista disidente Juan Schiaretti) y el Frente de Izquierda y de Trabajadores, liderado por Myriam Bregman. La estrategia para atraer a estos votantes que en total suman 8,8 millones de papeletas será uno de los puntos más destacados de las semanas que faltan hasta la segunda vuelta electoral prevista para el próximo 19 de noviembre.