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Asamblea General

Ucrania pide a las Naciones Unidas juzgar a Rusia por crímenes de guerra

Ni el presidente ruso, Vladimir Putin, ni el chino, Xi Jinping acudirán a la 77º edición de la Asamblea General en Nueva York

El presidente Erdogan durante su discurso ayer en Naciones Unidas DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

La inauguración de la primera jornada de la 77º Asamblea General de la ONU arrancó con el histórico intercambio de declaraciones de manera presencial, después de dos años de reuniones virtuales por la pandemia del coronavirus. El conocido coloquialmente como UNGA (por sus siglas en inglés) obligaba a Nueva York a colgar por todas partes el cartel de “completo”.

Ya dentro de sus emblemáticas instalaciones, el septuagésimo séptimo período de sesiones de alto nivel arrancaba con las palabras de apertura del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que se sonaba discretamente la nariz antes de inaugurar el encuentro de la diplomacia internacional más esperado del año en Estados Unidos.

Bajo el título “Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados”, la guerra de Ucrania y la inestabilidad económica son los temas centrales de este año junto a la inflación mundial, el medioambiente y la crisis global de alimentos.

Juicios de Nuremberg

Ucrania acude a esta edición de la ONU como gran protagonista de las discusiones. Kyiv va a presionar para que el organismo investigue los crímenes de guerra cometidos por los rusos con el objetivo de que sean juzgados ante un tribunal como el de Nuremberg tras la Segunda Guerra Mundial. Desde Nueva York, el principal asesor del presidente ucraniano denunció que “un tribunal debería investigar las atrocidades” de Moscú en su país.

Zelenski cuenta con gran apoyo. La condena de líderes mundiales reunidos en la capital de mundo no se hizo esperar. Estados Unidos, en boca de su secretario de Estado, Antony Blinken, denunció que “no puede haber ninguna razón para lo que ocurrió allí. En el mejor de los casos fue indiscriminado, en el peor de los casos fue intencionado”. Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, condenó las “atrocidades” de Rusia en Ucrania “en los términos más energéticos”.

“Estamos muy a favor de que los rusos rindan cuentas por lo que han hecho”, adelantó Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, a “Politico” pocas horas antes de dar comienzo UNGA. “Y dado que Rusia y Ucrania no forman parte de la corte penal internacional, tal vez sería una buena idea buscar una jurisdicción especial”, añadió.

Rendición de cuentas

Así, el Gobierno de Volodimir Zelenski pretender utilizar la cita mundial de la ONU como una ventana de oportunidad para impulsar dicha investigación. El descubrimiento de más de 450 cuerpos enterrados con las manos atadas a la espalda en fosas comunes en Izum la semana pasada refuerza la idoneidad de este proceso. Ucrania ha acusado a Rusia de ser un “patrocinador estatal de terrorismo”. Para Zelenski hay evidencias de tortura que deberían llevar a Putin a responder ante la Justicia internacional.

Se espera que, en los próximos días y bajo el marco de la cita anual de la ONU, el asunto de la rendición de cuentas ocupe un lugar destacado de la agenda oficial en la asamblea.

Con Ucrania como telón de fondo y de forma, las primeras palabras del secretario genera de la ONU fueron destinadas a alertar que “nuestro mundo está en graves problemas y los desafíos se esparcen rápidamente”.

Y es que la unión entre grandes potencias, también en esta cita mundial, brillaba por su ausencia: ni el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ni el de China, Xi Jinping, han viajado para asistir al trascendental encuentro de Nueva York. En su lugar, decidían enviar a sus ministros de Exteriores como muestra evidente de las tensiones extendidas por el conflicto bélico en Kyiv, así como el -hasta ahora- diplomático en Taipéi.

Quién sí acudió fue el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En una entrevista previa a su discurso en la Asamblea Nacional, se mostró partidario de que Rusia abandone los territorios ocupados en Ucrania para poner fin al conflicto armado. «Si ha de lograrse la paz en Ucrania, por supuesto que la devolución de la tierra invadida será muy importante. Esto es lo que se espera. Es lo que se quiere. Putin ha dado determinados pasos», señaló el mandatario quien sugirió el presidente ruso está dispuesto a firmar un alto el fuego. E insistió a la cadena PBS en que «las tierras invadidas deben ser devueltas a Ucrania».

Crisis alimentaria

La guerra de Ucrania también ha provocado una crisis alimentaria mundial sin precedentes. Asunto que estará sobre la mesa en casi todos los eventos paralelos de Nueva York. “Este año, el mundo tiene suficiente comida, pero el problema es la distribución”, criticó Guterres en su discurso de 20 minutos en inglés y portugués, como uno de los grandes desafíos que atraviesa el planeta en la actualidad, sin dejar de mencionar un ejemplo de éxito de la diplomacia. “Algunos podrían llamarlo milagro en el mar. En realidad, es diplomacia multilateral en acción”, explicó Guterres sobre el navío cargado con grano ucraniano que logró llegar a buen puerto a mediados de agosto. La acción supervisada por la ONU con la mediación de Turquía permitió la entrega de 23.000 toneladas de trigo y “ha abierto el camino para la navegación segura de decenas de barcos llenos de suministros de alimentos muy necesarios”. “Pero cada barco también lleva uno de los productos básicos más escasos en la actualidad: la esperanza”, agregó.

Otro de los grandes problemas a tratar será el “impacto de los precios del gas y la falta de producción”, según el secretario general, destacando el “descontento global” que acecha el mundo, “que está sufriendo, con los más vulnerables a la cabeza de ese sufrimiento”.

Crisis que “amenaza el futuro de la humanidad”, mientras “el mundo observa la guerra de Rusia en Ucrania, millones alrededor del mundo están afectados”. Por lo que el número uno de la ONU propone, como principal solución, “seguir luchando por la paz en la línea delimitada por las Naciones Unidas desde su fundación”, en 1945.

Sin olvidar otro de los mensajes principales de esta edición: “Nuestro mundo es adicto a los combustibles fósiles”, alertó António Guterres a los gobiernos de países desarrollados de que es hora de invertir en el cambio, exigiendo “responsabilidades a quienes promueven sus intereses: bancos, fondos de capital privado, gestores de activos y otras instituciones financieras que siguen invirtiendo y avanzando la contaminación de carbono”.

Alerta climática

Guterres cree, tal y como dejó patente con sus palabras, que “la crisis climática es el problema que define nuestra época”, por lo que ésta “debe ser la primera prioridad de todos los gobiernos y organizaciones”, recordando que “el G20 es responsable del 80% de emisiones” a la vez que pedía a los países desarrollados tasar los beneficios de las compañías de combustibles fósiles porque, agregó, “quienes contaminan deben pagar”.

El secretario general de la ONU hizo, además, un llamamiento a los países a escuchar a su población y a “invertir en soluciones que permitan el crecimiento económico sostenible”. “Estamos abocados a un desastre climático. Lo vi hace poco con mis propios ojos en Pakistán, donde un tercio del país ha quedado sumergido por un monzón de una furia desmedida. Lo estamos viendo por doquier”.

Guterres también pidió priorizar la protección de los derechos de la mujer, una nueva agenda por la paz y fondos de organizaciones multilaterales como el Banco Mundial que alcancen a todas las poblaciones en necesidad.

Bolsonaro en clave nacional

El secretario general de la ONU le dio el relevo a Brasil, como manda la tradición. Jair Bolsonaro, cuya intervención antes de las elecciones presidenciales podría ser la última, fue el primero de todos los mandatarios en intervenir. Criticó la corrupción de Lula en una alocución en clave nacional en vez de internacional. Tras el brasileño tomó la palabra el de Senegal, Chile (con el estreno de Gabriel Boric), Jordania, Colombia (primera vez del presidente Gustavo Petro), Turquía, Kirjistán, Kazajistán, Qatar, Corea, Paraguay, Finlandia, Suiza, Eslovaquia y Francia. Y, ya por la tarde, Honduras, Filipinas, Lituania, Rumanía, Bolivia, Perú, las Islas Marshall, Seychelles, Argentina, Polonia, Guatemala, el Congo, República Central Africana, El Salvador, Japón, Alemania, Marruecos e Italia.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como anfitrión del país organizador del encuentro, tiene previsto ofrecer su esperado discurso desde Nueva York este miércoles a primera hora de la mañana.