El horror se repite en La Meca

Una estampida provoca la muerte de más de 700 fieles y deja 863 heridos en el primer día de peregrinación al «Haj». La tragedia, la peor en 25 años, cuestiona la capacidad del reino saudí de garantizar la seguridad del lugar sagrado

Una masacre empañó ayer el rito de la peregrinación o «Haj» en La Meca. Al menos 717 peregrinos murieron en una avalancha humana provocada por la aglomeración y la entrada masiva de fieles musulmanes en el recinto sagrado de la Kaaba. Además hubo cerca de 900 heridos, por lo que el número de víctimas mortales podría aumentar por el estado de gravedad de algunos de ellos. Este grave incidente ocurre sólo diez días después de la muerte de 108 fieles tras el derrumbe de una grúa en la Gran Mezquita de La Meca.

La estampida tuvo lugar a las 07.00 hora local en la calle 204, en la zona de Mina, situada a unos 10 kilómetros al este de La Meca. Los fieles se dirigían desde sus campamentos al puente de Jamarat, una estructura con tres columnas desde la que los fieles apedrean simbólicamente al diablo, en el rito de la lapidación durante el tercer día de la peregrinación. Los fieles habían regresado desde la cercana zona de Muzdalifa, donde pasaron la noche y recogieron los guijarros que iban a lanzar a los pilares de Satanás.

En un comunicado, la Defensa Civil saudí señaló que la causa de la tragedia fue el aumento en el flujo de peregrinos y la entrada repentina de un gran número de ellos hacia la zona donde se disponían a realizar el ritual.

«La aglomeración y el incumplimiento de las instrucciones (por parte de los peregrinos) fueron las causas del incidente», puntualizó el ministro de Sanidad, Jaled al Falah. El ministro indicó, además, que muchos fieles «caminaban en dirección contraria» y realizaban los rituales «fuera de los horarios establecidos». Poco después de la tragedia la zona siniestrada fue reabierta al tránsito y los peregrinos puedieron volver a circular por ella para seguir realizando los rituales de la peregrinación.

Dos millones de musulmanes han llegado estos días a la ciudad sagrada de Arabia Saudí para cumplir con uno de los cinco pilares del islam, que todo creyente tiene que realizar al menos una vez en la vida. Los otros cuatro preceptos son la «shahada» (profesión de fe), la limosna, la oración y el ayuno en el mes de Ramadán. La peregrinación rememora el viaje del profeta Mahoma hace 1.400 años a la ciudad sagrada de Arabia Saudí. Lo primero que hacen los peregrinos, hombres, mujeres, e incluso niños y ancianos, vestidos con túnica blanca, es dar siete vueltas alrededor de la «Kaaba» o la «casa de Dios», un edificio público cuya primera piedra, según la tradición islámica, fue colocada por Adán, y el lugar, construido por Abraham. Durante tres días los peregrinos hacen un recorrido de unos veinte kilómetros donde van a visitar varios lugares santos preestablecidos desde la Kaaba a Mina, al monte Arafat y de vuelta a Mina para acabar apedreando simbólicamente al diablo.

Cada año las autoridades saudíes se enfrentan al enorme reto de gestionar la llegada de millones de peregrinos que vienen a visitar la Meca. El Gobierno saudí expide visados y controla los flujos humanos con un despliegue de hasta 100.000 agentes de Policía desplegados para garantizar la seguridad. Desde el año pasado, el reino saudí redujo de cuatro a dos millones el número de peregrinos para evitar accidentes y por razones de seguridad. La medida también se debe a las obras de mejora y expansión de las instalaciones que realiza en la Gran Mezquita que pretende ser la más grande del mundo con la ampliación de su superficie en 400.000 metros cuadrados, para que pueda acoger hasta 2,2 millones de fieles. Aunque los accidentes por estampidas en el último día del «Haj» han sido una constante. La mayor tragedia ocurrida en la Meca fue en julio de 1990 , cuando murieron 1.426 personas por asfixia y aplastamiento en el interior del túnel que une La Meca con Muna. Siete accidentes similares se han producido desde entonces. En 2006, 363 personas fallecieron a consecuencia de una estampida.

La tragedia de ayer, la segunda del mes de septiembre, cuestiona la capacidad del reino saudí de garantizar la seguridad del lugar sagrado. Al cierre de esta edición se desconocía la nacionalidad de las víctimas, pero al menos 90 de ellas serían iraníes. El Gobierno de Teherán criticó ayer a las autoridades saudíes por los fallos de seguridad registrados en el recinto. En respuesta de las críticas, el príncipe heredero Mohamed Bin Nayef ordenó una investigación sobre el accidente. Una vez que se obtengan las conclusiones se presentarán al rey Salman. que tomará las medidas adecuadas. El ministro de Sanidad prometió por su parte una investigación «rápida y transparente» sobre lo ocurrido, que a su juicio se debió a una falta de disciplina de los peregrinos.

El terrible accidente se produce además en un periodo especialmente delicado para la Casa Saud. La monarquía saudí se encuentra inmersa en una doble guerra político-religiosa. Primero en su conflicto indirecto con Irán en Yemen, que se ha agravado tras el acuerdo nuclear, y el segundo contra el Estado Islámico, que reivindica el fin del reino.

El tercer día de la peregrinación coincide con la fiesta del Sacrificio «Eid Al Adha» que se celebra en todo el mundo musulmán. Los musulmanes de los países árabes degollaron millones de cabezas de ganado o corderos para celebrar el sacrificio de Abraham que, según la tradición musulmana, ofreció a Alá a su hijo Ismael –engendrado con la esclava Hagar–, y no a Isaac, como narra la Biblia. En ambas religiones Dios perdona la vida al hijo de Abraham, que sacrifica en su lugar un carnero o cordero, una acción que en este día imitan los musulmanes, degollando a las reses con la cabeza en dirección a La Meca para que sea «halal» (permitido por el islam). Es tradición que un tercio de la carne se reparta entre los más pobres, que no se pueden permitir la compra de un carnero ni en estas fechas. En todos los países árabes se repite entre los musulmanes el sacrificio de los corderos, una práctica que también se realiza en La Meca en el marco de la peregrinación.

Cronología

- 2 julio de 1990.

Es el mayor accidente hasta la fecha. 1.426 fieles murieron asfixiadas en el túnel que une la Meca con Mina.

- 27 mayo de 1994

Mueren 270 peregrinos por asfixia y aplastamiento en una estampida humana en el monte de Mina

- 12 enero de 2006

Mueren 363 peregrinos en una avalancha. El 11 de septiembre de 2015, 107 son aplastados por una grúa.

- 11 septiembre 2015

Mueren 107 personas al caer una grúa dentro de la mezquita de La Meca debido a los fuertes vientos.