"Seguiremos siendo muy directos con el Gobierno de Israel, tanto en privado como en público, afirmando que pensamos que su plan de asentamientos es un obstáculo para la paz y es inconsistente con la legislación internacional", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa.

Miller reiteró así las palabras del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que el viernes pasado en Buenos Aires cuestionó la legalidad de los asentamientos después de que un ministro israelí anunciase la creación de 3.300 viviendas nuevas en Cisjordania. La Administración del demócrata Joe Biden revierte de esta manera la política de su antecesor, el republicano Donald Trump, que dejó de considerar ilegales esas colonias.

Miller explicó que Estados Unidos e Israel han discrepado sobre la política de asentamientos "durante décadas", bajo diferentes gobiernos y administraciones, tanto demócratas como republicanas.

"No es algo nuevo", resaltó el portavoz, quien explicó que este también es un tema que Washington trata en las conversaciones para normalizar relaciones entre Israel y algunos países árabes de la región.

El ministro israelí de Finanzas, el ultraderechista Bezalel Smotrich, anunció el viernes la creación de 3.300 viviendas en respuesta a un tiroteo efectuado el jueves por palestinos y que causó un fallecido israelí en Cisjordania.

Smotrich, que reside como colono en un asentamiento ubicado en la Cisjordania ocupada, explicó en un comunicado que Israel buscará la pronta aprobación del plan para construir esas nuevas viviendas, y detalló que la mayoría de ellas se edificarán en Maale Adumim, muy cerca de la zona en la que se produjo el tiroteo.