Rusia
El Grupo Wagner quiere llevar la invasión de Ucrania a una nueva dimensión con un enjambre de drones DJI Mavic2 estilo helicóptero
El Ejército privado de mercenarios al servicio de Putin ha comprado de forma clandestina a China más de 2.500 unidades, que se suman a los que ya produce Rusia en San Petesburgo
Cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el conflicto entra en una dimensión. Mientras los aliados preparan el desembarco de los tanques norteamericanos Abrahams y los Leopard de fabricación alemana, Rusia continúa con sus ataques y prepara una nueva ofensiva para las próximas semanas. Uno de los puntos claves de la batalla será el aéreo. Mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, trata de convencer a los países de la OTAN para que envíe apoyo aéreo pasa sus tropas, los drones siguen jugando un papel fundamental en el conflicto y podrían ser decisivos en los próximos meses.
Después del éxito conseguido con los los Shahed-136, drones de fabricación iraní, Rusia está preparando un enjambre de drones para llevar a cabo nuevas operaciones dentro de territorio ucraniano. Para ello, Vladimir Putin ha ordenado intensificar la producción de drones (en la oficina de investigación y desarrollo tecnológico de San Petersburgo) y, además, ha ordenado al Grupo Wagner que se encargue de conseguir un número suficiente de unidades para montar un pequeño ejército aéreo.
Pues bien, el ejército privado de mercenarios, liderado por el “chef de Putin” Yevgeny Prigozhin ha contactado grupos de espías chinos para comprar de forma clandestina más de 2.500 unidades DJI Mavic2 estilo helicóptero para formar un auténtico enjambre de drones, según ha revelado el diario “Mirror”. Los drones adquiridos en China disponen de puntas explosivas -que puede ser utilizados como auténticas naves kamikaze- y con capacidad para llevar y lanzar bombas contra todo tipo de objetivos.
Las negociaciones para la compra se han producido de forma clandestina en reuniones entre expertos informáticos chinos, el Grupo Wagner y espías de ambos países. De esta manera, el Gobierno chino demostraría su implicación en el conflicto a pesar de que desde Beijing nieguen estar involucrados.
Los enjambres de drones utilizan la inteligencia artificial para desarrollar un algoritmo de aprendizaje automático que les permite volar en entornos difíciles y desconocidos. Hasta ahora, se habían visto en Ucrania drones de espionaje utilizados como misiles, pero tanto China como Estados Unidos o Israel llevan tiempo trabajando en los enjambres de drones pero nunca los han utilizado en el campo de batalla.
Sus posibilidades son múltiples, desde su uso para el engaño del enemigo como para realizar ataques sincronizados, en los que muchos de ellos pueden atacar mientras obtienen imágenes en tiempo real para coordinar la ofensiva y otros se precipitan contra objetivos para destruirlos.
El crecimiento de las capacidades de estos enjambres de drones es exponencial y se pueden formar flotas de hasta 1.000 unidades para que trabajen de forma coordinada. Desde 2017, la agencia estadounidense especializada en desarrollar las tecnologías militares realizado al menos seis pruebas sobre el terreno para testar su capacidad. De momento, no se han podido ver en el campo de batalla pero sí se ha especulado sobre su uso en numerosas ocasiones.
El pasado mes de junio, la fuera aérea norteamericana indicó que su uso sería decisivo en el caso de que China decidiera invadir Taiwán, una posibilidad cada vez más cercana después de los numerosas numerosas operaciones llevadas a cabo por el gobierno de Beijing.
Queda por ver cuando el Grupo Wagner decide que su ejército de drones entra en acción, lo que llevará el conflicto de Ucrania a una nueva dimensión.