Represión
Irán ahorca a otros dos jóvenes que participaron en las manifestaciones
El régimen de los mulás continúa su huida hacia adelante: son ya cuatro los condenados a muerte ejecutados desde que comenzaron las movilizaciones en septiembre
Irán ejecutó este sábado a dos presos condenados a muerte por el supuesto asesinato de un agente de seguridad durante las protestas que sacuden el país persa desde mediados de septiembre, lo que eleva a cuatro el número de manifestantes ahorcados.
Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini fueron ejecutados a primera hora de esta mañana por el asesinato de un basiji -miliciano islámico- en noviembre durante las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini, informó la agencia Mizan, del Poder Judicial.
Por si quedaban dudas sobre la posición que adoptaría el régimen iraní ante las protestas que desde la muerte de la joven Mahsa Amini exigen el fin de la teocracia instaurada en 1979 la ejecución este sábado de dos jóvenes acusados de haber acabado con la vida de un policía en una de las concentraciones registradas en Teherán las despeja por completo. Frente al descontento y el ansia de cambio expresado en la calle por los iraníes y la condena de la comunidad internacional, muerte.
Las nuevas víctimas del régimen de los mulás son dos varones: Mohammad Mehdi Karami, de 22 años, y Seyed Mohammad Hosseini, de 39. La Justicia iraní los acusaba de haber acabado con la vida de un miembro de las milicias Basij, las fuerzas paramilitares dependientes del ayatolá Jamenei, en la ciudad de Karaj, en las afueras de la capital, el pasado 3 de noviembre. “(…) los principales perpetradores del crimen que condujo al injusto martirio de Ruhollah Ajamian fueron ahorcados esta mañana”, comunicaba escuetamente una nota oficial divulgada ayer por la agencia oficial iraní IRNA.
Por su parte, el director ejecutivo del Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), Hadi Ghaemi, lamentaba que, “desde el momento de su detención, [Karami y Hosseini] ya habían sido condenados sin poder demostrar su inocencia dada la motivación política de sus casos”. “La República Islámica emplea las ejecuciones y la fuerza letal contra quienes protestan en las calles para inocular el terror en la población y aplastar así las esperanzas y llamadas al cambio de los iraníes”, explicaba Ghaemi.
Según se hacía eco ayer la agencia Reuters, el abogado de Hosseini relató el mes pasado en Twitter cómo su cliente había sido severamente torturado antes de morir y que su confesión ante las autoridades iraníes carecía de toda legalidad. Los ejecutados no contaron siquiera con la posibilidad de disponer de defensa jurídica propia, según las mismas fuentes.
Hay tres condenados a muerte más por el caso -11 tendrán que cumplir penas de cárcel-, por lo que el balance letal del régimen se elevará previsiblemente en las próximas fechas teniendo en cuenta que hay asimismo otros catorce individuos sentenciados a la pena capital.
CUATRO EJECUCIONES
Con las dos de este sábado son ya cuatro las ejecuciones llevadas a cabo por las autoridades de la República Islámica desde que comenzaron las protestas tras la muerte de Mahsa Amini a manos de los agentes de la policía de la moral el pasado 16 de septiembre. Las primeras víctimas fueron el joven Mohsen Shekari, acusado de haber provocado disturbios públicos y de haber apuñalado a un miembro de las fuerzas Basij en Teherán. Fue ejecutado el 8 de diciembre.
La segunda víctima fue Majid Reza Rahnavard, de 23 años, ahorcado en público cuatro días más tarde en la ciudad de Mashdad, al noreste de Irán. Fue condenado por haber supuestamente acabado con la vida de dos miembros del citado cuerpo paramilitar iraní y herido a otras cuatro personas con arma blanca en la citada localidad.
Al margen de los cuatro ejecutados, el balance letal atribuido a las fuerzas de seguridad de la República Islámica no deja de aumentar. Según la agencia de noticias de derechos humanos HRANA, la cifra de manifestantes muertos en las protestas tras el fallecimiento de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral se eleva ya hasta las 517, incluidos 70 menores. El colectivo constata asimismo la muerte de 68 miembros de las fuerzas del orden iraníes y sitúa por encima de los 19.000 los detenidos. Amnistía Internacional advertía el mes pasado que la intención del régimen es ejecutar al menos a 26 personas más. Por su parte, el régimen admite los fallecimientos de 300 personas, incluidos representantes de agentes de sus cuerpos de seguridad.
Entretanto, el propio líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, confirmaba ayer la decisión de nombrar un nuevo jefe de la Policía para la represión del movimiento de protesta. Según una nota oficial, el general Ahmad-Reza Radan, un antiguo oficial de la Guardia Revolucionaria Iraní, releva al general Hossein Ashtari por su “incompetencia” en la gestión de las protestas de los últimos meses.
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