“Occidente acabará enviando a Ucrania aviones de combate y tanques a mediados de 2023″

Los padres del profesor y escritor Alexander Motyl emigraron desde el oeste de Ucrania a mediados del siglo XX. Él nació en Nueva York en 1953 y se graduó en la Universidad de Columbia en Ciencias Políticas. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre la Unión Soviética y la Rusia moderna.

Además de analista político y docente en la Universidad de Rutgers, en New Jersey, es pintor y poeta. Desde su tribunas publicadas en diferentes medios estadounidenses se ha convertido en uno de los críticos de Estados Unidos más acérrimos de Vladimir Putin. En esta entrevista asegura a LA RAZÓN que durante este año se producirá un aumento de los combates en Ucrania y no descarta que Moscú acabe finalmente aceptando una derrota.

¿Traerá 2023 una desescalada del conflicto en Ucrania?

Es probable que en el primer semestre del año se produzca una escalada del conflicto, ya que ambas partes intentarán lanzar ofensivas. Dada la correlación de fuerzas actual, es probable que la ofensiva rusa fracase, mientras que la ucraniana tendrá éxito. Si eso ocurre realmente y se vislumbra una victoria ucraniana, Rusia podría verse obligada a aceptar la derrota. En ese caso, es posible una desescalada, especialmente si Ucrania sigue liberando territorio.

¿Está bien equipado el ejército ruso para afrontar una guerra más larga? ¿Resistirá el ejército ucraniano si Moscú moviliza una gran cantidad de soldados?

Los rusos están sufriendo una gran cantidad de bajas, aproximadamente 600-700 muertos al día. A este ritmo, Rusia habrá perdido unos 200.000 hombres a mediados de 2023. Estas enormes pérdidas se deben al hecho de que muchos de los soldados recientemente movilizados están siendo enviados al frente sin la formación y el equipamiento suficientes, a la indiferencia rusa por las vidas perdidas y a la estrategia rusa de asaltos frontales ininterrumpidos. No hay motivos para pensar que esto vaya a cambiar en 2023, cuando las sanciones tengan por fin un impacto importante en la economía, Putin siga dirigiendo el esfuerzo bélico y los recursos militares rusos sean aún más escasos. El ejército ucraniano seguirá resistiendo y probablemente matará a 600-700 rusos recién movilizados al día, especialmente si Ucrania sigue recibiendo armamento, suministros y municiones de Occidente.

¿Qué probabilidades hay de que los aliados de la OTAN envíen aviones de combate a Kyiv en el futuro si no se pone fin rápidamente a la guerra?

Hasta ahora, Occidente ha suministrado a Ucrania las armas que ha solicitado con varios meses de retraso. Si ese patrón se mantiene, es probable que los aviones de combate y los tanques se entreguen a mediados de 2023, especialmente si los rusos lanzan una ofensiva y ésta fracasa. En tal escenario, los países de la OTAN dejarían de temer una escalada y podrían llegar a la conclusión de que apoyar incondicionalmente a Ucrania sería la medida estratégicamente más responsable y estabilizadora.

¿Qué lecciones extrae después de diez meses de guerra?

Una principal, que la calidad y la moral de los soldados es más importante que la cantidad. La movilidad y la adaptabilidad son más eficaces que los asaltos frontales. Los drones y los misiles de alta precisión pueden ser decisivos.

¿Cree que Rusia está sufriendo escasez de armas de precisión?

Sin duda. Es ya un problema para Rusia, como lo es la creciente falta de soldados experimentados. Ambos problemas no harán sino agravarse en los próximos meses. El ejército ruso, como el estado, la sociedad, la economía y la cultura rusos, es un desastre. El dinero que se suponía iba a ir a su modernización evidentemente fue robado por los amigos de Putin. Sus tácticas, estrategia y mando y control están desfasados, y su armamento y equipo pesado son mucho peores de lo que nadie podría haber imaginado