“50 miembros de la milicia talibán fueron asesinados y heridos en un ataque de martirio en la entrada del aeropuerto militar de “Kabul, según publica la agencia “Amaq”, del Estado Islámico (Isis, Daesh).

Agrega que un suicida “logró en la mañana del domingo penetrar las fortificaciones de seguridad y llegar a la entrada del cuartel militar anexo al Aeropuerto Internacional Kabul. El combatiente detonó un cinturón explosivo que llevaba puesto, en medio de una reunión de miembros de los talibanes que hacían fila para verificar sus tarjetas antes de ingresar al cuartel militar como medida de seguridad habitual”.

“La fuerte explosión provocó la muerte de unos 20 soldados y heridas a unos 30 más.El autor del atentado fue uno de los dos Al-Inghamis que perpetraron el atentado contra el hotel chino de Kabul hace unas semanas, ya que pudo retirarse del hotel tras el ataque; y el domingo llevó a cabo su segundo ataque con éxito”.

Sin embargo, un portavoz de los talibanes afirmó entonces que los “tres asaltantes contra el hotel murieron”.

Desde la llegada de los talibanes al poder, en agosto del año pasado, el Estado Islámico, con su franquicia para Afganistán y Pakistán (ISPK), se ha convertido en la principal amenaza a la estabilidad del país, si bien los fundamentalistas insisten en negar que la organización armada represente un desafío de seguridad. En respuesta a sus ataques, los talibanes han dirigido operaciones en diversos puntos del país en un intento por desarticular a los yihadistas y materializar las promesas de seguridad que hicieron durante la guerra, antes de llegar al Gobierno, cuando aseguraron que las zonas bajo su control estaban libres de terrorismo y crimen.

Algo que, según los observadores, es totalmente incierto, ya que Al Qaeda ha vuelto a montar sus bases en territorio Afgano y Daesh no cesa en sus ataques contra el nuevo régimen, cada día más desprestigiado por su negación de los derechos humanos, en especial los de las mujeres.