Mascotas
Quién se queda ahora con los perros de la reina Isabel
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson acogerán a los dos corgis de la monarca, Muick y Sandy, pero los otros canes podrían acabar entre los empleados de la casa real
Mucho se ha hablado de cómo se va a repartir la herencia de la reina Isabel II. Pero entre sus bienes y pertenencias también figuran hasta cinco perros muy especiales en su vida, entre ellos dos corgis llamados Muick y Sandy, un dorgi de nombre Candy y dos cocker spaniel.
¿Quién se quedará los perros? Esta tarde se ha confirmado que los duques de York, el príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson, se harán cargo de los dos perros corgis. Estos perros se convirtieron junto a sus sombreros y sus bolos en una de las señas de identidad más reconocibles de la difunta reina.
Andrés, tercero de los cuatro hijos que tuvo Isabel II, y Sarah Ferguson asumirán así el cuidado de Muick y Sandy. El primero se lo regaló el propio Andrés a su madre a principios de 2021 durante el confinamiento de la reina en el Castillo de Windsor y Sandy fue el regalo por su 95 cumpleaños de Andrés y las princesas Beatriz y Eugenia.
La reina cogió gran afecto a Muick y Sandy pese a las reticencias iniciales. Su majestad había decidido en 2015 que dejaría de traer nuevos perros por temor a dejar algún cachorro atrás a su muerte. La prensa británica sostiene que Isabel aceptó a los cachorros con la condición de que el príncipe Andrés y la princesa Beatriz los recuperarían.
¿Y qué pasará con Candy? The Daily Mail asegura que si Candy no se queda en la familia real lo más probable es que se vaya con alguno de los miembros del personal de la casa real. En el pasado, cuando Isabel criaba camadas de cachorros había una gran competencia entre los empleados para quedarse con uno de los ejemplares. Otras fuentes creen que las mascotas pueden quedar bajo el cuidado del personal de confianza de lsabel.
Penny Junor, quien ha escrito sobre los corgis de la reina, señaló a Newsweek que tanto la modista de Isabel, Angela Kelly, como otro empleado de la casa real, Paul Whybrew, tienen experiencia en el cuidado de los perros de la reina.
La reina fue una apasionada criadora de perros de caza en Sandringham. Se le atribuye de hecho la creación de la raza dorgi cuando su corgi fue apareado con un perro salchicha propiedad de su hermana, la princesa Margarita.
Su amor por los canes viene de lejos, cuando se enamoró del perro de su padre, el rey Jorge VI, llamado Dookie. Al cumplir los 18 años, su progenitor le regaló su primera corgi, de nombre Susan (falleció en 1959, se lo llevó a su luna de miel en 1947), cuya descendencia todavía se encuentra hoy en la familia real acumulando 14 generaciones.
Isabel II llegó a tener docenas de corgis a lo largo de su dilatada vida. Una de ellas fue Willow, que apareció junto a la monarca en el sketch de James Bond que grabó para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.