Sanciones

EEUU ya tiene en su poder el estrambótico yate del oligarca Kerimov, con un tanque para langostas vivas, piano y helipuerto

El barco de lujo, valorado en 325 millones de dólares, llega a Hawai tras ser requisado en Fiji

El yate Amadea, incautado por las autoridades de Fiji
El yate Amadea, incautado por las autoridades de FijiUS JUSTICE DEPARTMENT HANDOUTAgencia EFE

Estados Unidos mantiene su política de caza y captura de todas las propiedades de oligarcas rusos sancionados por la guerra de Ucrania. La última víctima ha sido el magnate Suleiman Kerimov, propietario del superyate Amadea que ha sido incautado por Estados Unidos tras llegar al puerto de Honolulu con bandera estadounidense.

El barco de 348 pies de largo (106 metros de largo), aproximadamente del largo de un campo de fútbol, cuenta con un tanque de langostas vivas, un piano pintado a mano, una piscina y un gran helipuerto.

Esta requisa ha sido posible después de que EEUU ganara una batalla legal en Fiji para hacerse con el barco, valorado en 325 millones de dólares. Tras este éxito, decidió llevarlo a Hawai. El FBI cree que Kerimov compró en secreto el barco con bandera de las Islas Caimán el año pasado a través de varias compañías ficticias.

El barco se convirtió en objetivo de la Task Force KleptoCapture, una agencia lanzada en marzo para apoderarse de los activos de los oligarcas rusos para presionar a Rusia para que ponga fin a la guerra en Ucrania.

Al parecer, los hijos de Kerimov han estado disfrutando del barco durante este año usando una tripulación con nombres en clave: G0 para Kerimov, G1 para su esposa, G2 para su hija, etc.

Kerimov, apodado en EEUU como el llaman el “misterioso Gatsby’ ruso” por la deslumbrantes fiestas que organizaba en su mansión de la Riviera francesa, tiene una fortuna valorado en unos 14.000 millones de dólares. Hombre cercano a Putin, ha estado vinculado a la política en Rusia desde la década de los noventa y ha sido accionista de Gazprom y Uralkali. Fue, además, propietario de un club de fútbol en el que jugó Samuel Eto’o, que se convirtió en el jugador mejor pagado del mundo.