Luto
Casi 400 muertos por las inundaciones en Sudáfrica
Las autoridades locales siguen contabilizando fallecidos y confirman que más de 40.000 personas se han visto afectadas por la catástrofe
Sudáfrica no está preparada para sufrir lluvias torrenciales. Su ubicación geográfica protege el país de tormentas tropicales que arrasan en los estados vecinos. Pero es desde hace pocos años que nuevos fenómenos climáticos han provocado inundaciones dramáticas en determinadas regiones de Sudáfrica, en especial la provincia de KwaZulu-Natal, que ya copó las portadas de diarios internacionales tras las lluvias torrenciales de 2019 y que dejaron un saldo de 80 fallecidos. Hoy son casi 400 muertos quienes tiñen de luto Sudáfrica y la provincia de KwaZulu-Natal, tras el paso de una borrasca que ha traído consigo potentes lluvias y bajas temperaturas que, al chocar con el clima cálido y húmedo de KwaZulu-Natal, provocaron un aumento mayor de las precipitaciones.
La mayoría de las víctimas del temporal que comenzó el pasado lunes e contabilizaron en la ciudad de Durban, allí donde se encuentra uno de los principales puertos del país. Según afirmó en una rueda de prensa el ministro provincial, Sihle Zikalala, “40.723 personas se han visto afectadas” por el temporal y han tenido que ser desplazadas a zonas seguras, mientras se espera que las lluvias arrecien de nuevo a lo largo de este fin de semana. Centenares de cadáveres esperan ahora en las morgues a que el terreno se seque y pueda procederse a sus enterramientos, en lo que el presidente de la nación ha considerado como “un suceso trágico”.
Las casas de chapa de los guetos han quedado arrasadas. Más de dos mil personas sin domicilio fijo han tenido que ser acogidas en 20 refugios dispuestos por el Estado. Pedazos de tuberías han aparecido de debajo de la tierra, desenterradas por la furia del agua y escupiendo todavía más agua a las calles atestadas, mientras las autoridades han tenido que pedir a los ciudadanos que no beban el agua de dichas tuberías ante el temor de que esté contaminada con los residuos que arrastran las inundaciones. Todavía es pronto para calcular el valor de los daños a la infraestructura pero ya se habla de “daños masivos” que afectan a todas las capas sociales de Durban, desde las casas de la periferia hasta los barrios más lujosos de la ciudad. Los trayectos ferroviarios de personas y mercancías han tenido que ser suspendidos temporalmente ante el temor de que ocurran nuevos desprendimientos de tierra.
Saqueos entre los rescates
El ministro de Finanzas sudafricano ha confirmado hoy que el Gobierno dispone de un fondo de 63 millones de euros para reparar los daños provocados por las inundaciones, aunque se desconoce si serán fondos suficientes para cuando el temporal golpee nuevamente este fin de semana. Los equipos de rescate trabajan las 24 horas del día en un terreno asfixiado por el agua, buscando en todas las zonas afectadas a posibles supervivientes y desaparecidos. Incluso la naviera danesa Maersk ha cancelado sus actividades portuarias en Durban. KwaZulu-Natal es hoy la imagen de una catástrofe sin precedentes en Sudáfrica, que afortunadamente no ha terminado con la vida de ningún ciudadano español, según afirma un comunicado lanzado hoy por el Gobierno de España.
El agua y la luz han sido cortadas en varias zonas de la provincia desde hace cuatro días, propiciando los saqueos de supermercados y negocios variados en determinadas áreas urbanas. En contrapartida, las autoridades locales han hecho un llamamiento a la población para donar agua embotellada y alimentos no perecederos y que puedan mantener a los miles de afectados por las inundaciones.