Deserción en el Kremlin: el representante especial de Putin, Anatoli Chubais, dimite y se marcha de Rusia

Anatoli Chubais, un veterano asesor y enviado especial del presidente Vladimir Putin, dimitió de su cargo por la guerra de Ucrania y se marchó de Rusia sin intención de regresar, según dijeron este miércoles dos fuentes en una noticia confirmada por Bloomberg y la agencia estatal rusa Tass. Se trata del primer alto funcionario en romper con el Kremlin desde que Putin lanzó su invasión hace un mes.

Chubais era hasta ahora representante especial de Rusia para el desarrollo sostenible. Durante años fue uno de los principales arquitectos de las reformas económicas de Boris Yeltsin en la década de 1990 y también jefe de Putin antes de que éste se convirtiera en presidente ruso. Con el ascenso de Putin al poder, Chubais ocupó altos cargos políticos y en empresas estatales. Desde diciembre de 2020 ejerció como enviado especial del Kremlin en organizaciones internacionales.

Al comienzo de la invasión, Andrey Kortunov, otro asesor del Kremlin, rompió filas para pedir un alto al fuego en Ucrania, una guerra que calificó de “vergonzosa” para Rusia. No es habitual ver a dirigentes políticos rusos criticar públicamente a Putin, quien ha llamado “traidores” y “escoria” a los que dentro de su país se han manifestado en contra de la guerra.

Biden llega a Europa

En medio de una enorme crisis económica y social que se cierne sobre Rusia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, vuela a Europa este miércoles para una cumbre de emergencia de la OTAN sobre Ucrania, donde las tropas invasoras rusas están estancadas. Cuatro semanas después de una guerra que ha expulsado a una cuarta parte de los 44 millones de habitantes de Ucrania de sus hogares, Rusia no ha logrado tomar una sola ciudad ucraniana importante, mientras que las sanciones occidentales la han excluido de la economía mundial.

Después de fracasar en lo que los países occidentales dicen que fue un intento de apoderarse de Kiev y derrocar al gobierno, las fuerzas rusas sufrieron grandes pérdidas, permanecieron congeladas durante al menos una semana en la mayoría de los frentes y enfrentan problemas de suministro y una feroz resistencia.