Andrei Sukhovetsky, de 47 años, ha sido el primer general ruso fallecido en la guerra de Ucrania después de que el mismísimo Vladimir Putin confirmara su muerte en combate. El general había sido un paracaidista muy respetado dentro de las fuerzas armadas y recibió una condecoración por su participación en la anexión de Crimea en 2014, lo que para muchos es el inicio del actual conflicto. También había participado en la guerra de Siria, donde Rusia salió victoriosa en su ayuda al régimen de Bachar al Asad.

Sukhovetsky, comandante general de la 7ª División Aerotransportada rusa y subcomandante del 41º Ejército de Armas Combinadas, es hasta ahora el militar ruso de mayor rango fallecido en el conflicto iniciado por Moscú el pasado 24 de febrero, cuando tropas rusas iniciaron una invasión inesperada para la mayoría de los ucranianos.

Medios rusos aseguran que Sukhovetsky murió tras ser alcanzado por un francotirador en Ucrania.

La Rusia de Putin ha despedido a Sukhovetsky como a uno de los grandes. Sergey Chipilev, diputado y miembro del grupo de veteranos rusos Combat Brotherhood, escribió en las redes sociales: “Con gran dolor, nos enteramos de la trágica noticia de la muerte de nuestro amigo, el general de división Andrey Sukhovetsky, en el territorio de Ucrania durante la operación especial. Expresamos nuestro más sentido pésame a su familia”.

El periódico ruso Pravda, en su nota, explica que Sukhovetsky se graduó de la Escuela Superior de Comando Aerotransportado de Ryazan en 1995, y que comenzó como comandante de pelotón antes de ascender a jefe de personal de la unidad de asalto aerotransportado de la Guardia. Christo Grozev, director ejecutivo de la web de periodismo de investigación Bellingcat, tuiteó que la confirmación de su muerte tendría un “gran efecto desmotivador” para el ejército ruso.

El miércoles, el Ministerio de Defensa ruso informó que durante “la operación especial para desmilitarizar Ucrania”, 498 militares rusos murieron y más de 1500 resultaron heridos. Al mismo tiempo, el departamento enfatizó que los reclutas o cadetes no participan en lo que Moscú y los medios oficiales llaman la “operación”.