Marruecos normaliza las relaciones con Alemania mientras no termina de cerrar la crísis con España

Reanudación, con efecto inmediato, de la relación con las organizaciones de cooperación alemanas; “placet” al nuevo embajador alemán en Rabat; regreso de la embajadora marroquí a Berlín. Éstas son las medidas concretas que sellan el fin de la crisis entre el Reino y Alemania, según medios del vecino país, que destacan el fin de las disputas entre ambos países.

Mientras, la crisis entre Rabat y Madrid no termina de cerrarse y se observa, en las últimas semanas, en medios extraoficiales, la vuelta a posturas críticas sobre Ceuta y Melilla; o a la respuesta, ésta oficial, dada por España a las críticas por las insuficientes medidas para controlar la pandemia en el tráfico de viajeros. Es como si se hubiera producido un enfriamiento tras las expectativas que se crearon por el discurso co0nciliador pronunciado por elRey Mohamed VI.

En un comunicado de prensa, Marruecos “agradece los anuncios positivos y las posiciones constructivas realizadas recientemente por el nuevo gobierno federal de Alemania”, en el que corrigió la hostilidad del gobierno de Merkel hacia Marruecos, en particular en cuestiones relacionadas con la soberanía sobre el Sahara y “el compromiso efectivo del Reino con la paz en Libia”.

“Estos anuncios permiten vislumbrar una reactivación de la cooperación bilateral y la vuelta a la normalidad del trabajo de las representaciones diplomáticas de los dos países en Rabat y Berlín”, según el departamento que encabeza Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores. El comunicado pone fin, de hecho, a la suspensión de relaciones de cooperación establecida el 1 de mayo pasado.

La segunda medida concreta se refiere a la concesión de la acreditación al nuevo Embajador de Alemania en Marruecos. La tercera es el regreso de la embajadora marroquí a Berlín, que fue llamada a consulta el pasado 6 de mayo. Su regreso debería producirse, según fuentes que cita Le360, en el primer trimestre de 2022.

“Se ha derramado mucha tinta sobre la crisis entre Marruecos y Alemania. Si en términos absolutos no hay ni una buena ni una mala crisis, la forma en que se gestionó la disputa entre Rabat y Berlín y las conclusiones resultantes, que consagran claridad en la relación entre los dos países, demuestran que también hay crisis saludables”, agrega.