Análisis

“China y EEUU se están preparando para una guerra catastrófica en el Estrecho de Taiwán”

La experta Chunjuan Nancy Wei analiza para LA RAZÓN las consecuencias de la alta tensión de los últimos días entre Pekín y Taipei

Pekín tiene como objetivo “aumentar la presión sobre Taiwán y mostrar su poderío militar a los países vecinos, así como a Estados Unidos y Reino Unido”
Pekín tiene como objetivo “aumentar la presión sobre Taiwán y mostrar su poderío militar a los países vecinos, así como a Estados Unidos y Reino Unido”Jin DanhuaAgencia AP

Las tensiones entre China y Taiwán -con el envío de 150 cazas en cuatro días sobre la zona de defensa aérea taiwanesa- se están agravando con el paso de los días. El Estrecho de Taiwán se ha convertido en una zona de alto riesgo para la estabilidad mundial, señala el Council on Foreign Relation. Para The Economistes ya la “la zona más peligrosa del mundo”. La experta Chunjuan Nancy Wei, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Wenzhou Kean, analiza para LA RAZÓN las consecuencias de la escalada de militar y verbal de los últimos días entre ambos vecinos y el papel que desempeña la administración de Joe Biden. También habla sobre la posibilidad de una guerra en la zona, en consonancia con las últimas declaraciones del ministro de Defensa de la isla, Chiu Kuo Cheng, quien ha señalado que China tendrá “capacidad para invadir Taiwán a gran escala en 2025″, y ha apuntado que la situación de tensión actual es “la más difícil” en 40 años.

¿Qué probabilidad hay de un conflicto militar entre Pekín y Taiwán?

No es probable un conflicto militar a corto plazo a través del Estrecho de Taiwán, pero se está gestando una guerra catastrófica porque tanto Estados Unidos como China se están preparando para tales contingencias. Taiwán para China es como Cataluña para España, o los Estados Confederados para Estados Unidos. Volver a poner a Taiwán bajo el control del continente es el objetivo estratégico más preciado de China, de forma parecida a como Abraham Lincoln veía a los Estados Confederados. No es de extrañar que China adoptara la Ley Antisecesión en 2005 con un espíritu similar al de los argumentos antisecesión de Lincoln.

¿Cambiará la Administración Biden el enfoque estadounidense hacia la política de Taiwán y China?

Es poco probable que la administración de Biden admita que su política hacia Taipei y Pekín haya cambiado, a falta de una crisis real, aunque esté erosionando los acuerdos políticos alcanzados entre EEUU y China en 1978. El Partido Demócrata de Biden ha suprimido de su programa político la idea de “una sola China”. El propio Biden sentó el precedente de recibir formalmente al enviado de Taiwán en su toma de posesión como presidente. A los dos meses de su administración, el Departamento de Estado de EEEUU anunció “nuevas directrices” que relajaban aún más las limitaciones sobre los contactos oficiales de Estados Unidos con Taiwán. El propio Biden habló de un compromiso “sólido como una roca” con Taiwán, junto con Corea del Sur y Japón, a pesar de la falta de un tratado con el primero. Además, se encuentra bajo la presión de los halcones de Washington para que cambie la política de “una sola China” y reconozca el estatus de Taipei.

¿Cuál es el objetivo principal de la estrategia de China con respecto a Taiwán? ¿Es una reacción de la alianza militar AUKUS?

El principal objetivo de la política de Pekín es triple. En primer lugar, pretende presionar a Taipei. A ojos de Pekín, una serie de movimientos diplomáticos de Taiwán destinados a mejorar la visibilidad de Taipei constituyen confabulaciones con las fuerzas antichinas (AUKUS y las alianzas de la Cuadrilateral), lo que lleva a la isla hacia una condición de Estado en la escena internacional. En segundo lugar, los vuelos de aviones de guerra chinos ayudan a entrenar a sus militares para posibles enfrentamientos. Forma parte de los ejercicios para aumentar la preparación militar de China en tales contingencias. En tercer lugar, forma parte de la respuesta de China a las maniobras en curso de seis países en el Mar de Filipinas, en las que tres portaaviones -el USS Ronald Reagan, el USS Carl Vinson y el HMS Queen Elizabeth- se entrenan junto con otros 14 buques de guerra de Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos y Canadá.